Cinco personas han muerto en República Checa debido a las inundaciones causadas por la borrasca Boris el pasado fin de semana, según ha confirmado el Gobierno, que señala que aún hay otras ocho desaparecidas.
«Las inundaciones en la República Checa en este momento, según las últimas informaciones del jefe de Policía, ya han causado cinco víctimas», señaló el ministro de Interior, Vit Rakusan a la cadena CNN Prima News.
El temporal de lluvia, que ha afectado sobre todo al noreste del país, ha sido más intenso y registrado mayores precipitaciones que en 1997, cuando se produjo una catástrofe natural en la que murieron 50 personas, y 2151 casas fueron destruidas.
Se estima que la reconstrucción de algunas localidades va a durar varios años.
La principal ciudad de la región, Ostrava, con casi 300,000 habitantes, necesita reconstruir su red de alcantarillado, la principal depuradora de agua y los daños en la infraestructura de transportes.
Tras las tres primeras víctimas, que fueron anunciadas el pasado fin de semana, el miércoles se confirmó la cuarta muerte, de una mujer de 70 años cuyo cuerpo fue encontrado por la policía en Kobylé nad Vidnavkou en Jesenice, al noreste.
En esta región de Moravia-Silesia, donde se han producido todos los fallecimientos hasta ahora y permanecen evacuadas 12,000 personas, hay 37,000 hogares sin luz, debido a las averías en la red de alta tensión.
Han sido 35 las localidades inundadas en el país centroeuropeo, donde actualmente se registran decenas de lugares con el tercer grado de inundaciones (el máximo, de amenaza), sobre todo al sur, en las riberas de los ríos Nezarka, Luznice y en el arroyo Prachaticky.
También están amenazadas zonas del centro del país, en algunos tramos de los ríos Elba y Blanice, y al sureste, en la ribera del Dyje.
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