Los republicanos de la Cámara de Representantes declararon que el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés) ha interceptado a un número cada vez mayor de extranjeros procedentes de países que no pertenecen a Sudamérica ni a Centroamérica, incluida Rusia, y a varios objetivos de alto valor procedentes de China.
En una audiencia celebrada el 21 de junio por el Comité de Seguridad Nacional sobre las Amenazas que representan para la Patria los Actores del Estado-Nación en América Latina, organizada por el Subcomité de Seguridad Nacional sobre Antiterrorismo, Aplicación de la Ley e Inteligencia de la Cámara de Representantes, varios legisladores expresaron su preocupación por los peligros potenciales que representa para Estados Unidos una frontera insegura.
Durante la audiencia, el representante August Pfluger (R-Texas) expresó su alarma y compartió información significativa sobre encuentros con ciudadanos extranjeros de varios países preocupantes.
«Me preocupa que el caos de la frontera suroeste pueda ser aprovechado por regímenes antiestadounidenses; no sólo puede, sino que ya lo ha sido», dijo Pfluger.
«Mientras tanto, la RPC y nuestros adversarios extranjeros están ampliando sus esferas de influencia en América Latina, justo en nuestro patio trasero. … Hay claras implicaciones para la Seguridad Nacional de Estados Unidos».
Pfluger destacó la creciente crisis migratoria derivada de las decisiones políticas de la administración, que ha provocado un aumento significativo de los encuentros en la frontera suroeste. Especialmente preocupantes fueron los encuentros con personas procedentes de lo que denominó la República Popular China (RPC) y Rusia.
Señaló que varias oficinas del sheriff habían informado de la detención de múltiples objetivos de alto valor procedentes de China, que posteriormente fueron puestos bajo custodia por el FBI, y citó datos de la CBP que mostraban un aumento en el año fiscal 2023 de los encuentros con nacionales de varios continentes por parte de la patrulla fronteriza a lo largo de la frontera suroeste.
«En los primeros siete meses del año fiscal 2023, más de 9711 nacionales de la República Popular China fueron encontrados por la patrulla fronteriza estadounidense a lo largo de nuestra frontera suroeste, exponencialmente más que en los tres años anteriores», dijo Pfluger, advirtiendo que el «caos de la frontera suroeste podría ser aprovechado por regímenes antiestadounidenses».
El legislador subrayó a continuación que la creciente influencia de China y otros adversarios extranjeros en América Latina planteaba claras implicaciones para la seguridad interior estadounidense. El presidente subrayó además la urgente necesidad de abordar los retos de seguridad asociados a los actores del Estado-nación en la región.
En su discurso de apertura, Pfluger subrayó los vínculos económicos y de seguridad de China con países latinoamericanos como Brasil y Venezuela. Destacó el importante apoyo financiero prestado por China, con préstamos por valor de unos 137,000 millones de dólares ofrecidos a la región.
Venezuela resultó ser el principal beneficiario, recibiendo aproximadamente 60,000 millones de dólares en préstamos, lo que podría considerarse problemático, teniendo en cuenta las asociaciones militares y de seguridad de China, incluida la venta de armas por valor de 615 millones de dólares a Venezuela entre 2009 y 2019.
Preocupación por los ciudadanos rusos
Los encuentros con ciudadanos rusos también experimentaron un fuerte aumento, y la tendencia se mantuvo durante los siete primeros meses del año fiscal 2023.
Según la información citada por los legisladores, en 2021 la CBP informó de sólo 4103 encuentros de ciudadanos rusos a lo largo de nuestra frontera suroeste. Sin embargo, esa cifra aumentó a 21,763 en el año fiscal 2022 y supera los 33,000 en los siete primeros meses del año fiscal 2023.
Además, Pfluger mencionó las actividades de colusión de Rusia con regímenes autoritarios antiestadounidenses, como Venezuela, Nicaragua y Cuba. Citó casos en los que Rusia ayudó a Venezuela a eludir las sanciones utilizando empresas controladas por el Estado para transportar petróleo venezolano.
El presidente también señaló la implicación del Grupo Wagner, un contratista militar privado ruso, que trata de socavar la influencia estadounidense y se presenta como mediador y socio de seguridad de países contrarios a Estados Unidos. Se ha observado al Grupo Wagner entrenando a las fuerzas armadas de Venezuela.
Aunque Irán desempeñó un papel secundario, Pfluger destacó los recientes acontecimientos que indican la intención de Irán de afirmar su poder en toda la región. El atraque de buques de guerra iraníes en Río de Janeiro, Brasil, señaló la expansión de la presencia de Irán.
Pfluger concluyó insistiendo en la importancia vital de comprender los retos y amenazas de seguridad que plantean los actores del Estado-nación a la seguridad interior de Estados Unidos. Instó al comité a abordar estas preocupaciones con prontitud y a explorar todas las vías para mitigar los riesgos que plantean estos actores.
Testimonio de expertos
Christopher Hernandez-Roy, director Adjunto e Investigador Principal del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, manifestó preocupaciones similares a las del presidente de la comisión.
Hernandez-Roy afirmó que los actores plantean retos interrelacionados a la seguridad regional y, por extensión, a la estadounidense. El experto declaró que, aunque cada uno posee capacidades y objetivos a largo plazo diferentes, a menudo se coordinan tanto informal como formalmente para desafiar la influencia estadounidense en la región.
Según Hernandez-Roy, aunque Moscú, Beijing y Teherán defienden objetivos geopolíticos y visiones del mundo diferentes, han mostrado un alarmante grado de convergencia en lo que se refiere a los esfuerzos por fomentar la discordia y la perturbación en Estados Unidos.
El perito continuó diciendo que la presencia de regímenes dictatoriales en el hemisferio occidental ofrece un trampolín para que los autoritarios extrahemisféricos amplíen su influencia, cooptando, coaccionando y manipulando a otros países de la región para socavar sus relaciones con Estados Unidos, a menudo empoderando a las fuerzas antidemocráticas en el proceso.
«Para que la región sea segura, democrática y próspera, se necesita urgentemente un enfoque integral de ALC basado en los recursos», declaró Hernandez-Roy.
«Esto incluiría, como ejemplo, la revisión de las normas de la Corporación Financiera de Desarrollo para permitir la financiación de proyectos en los países de renta media de la región, especialmente dadas las enormes disparidades de desarrollo dentro de los distintos países de América Latina y el Caribe».
El FBI no respondió inmediatamente a la solicitud de comentarios de The Epoch Times.
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