El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo el jueves que los bancos centrales de Asia deben endurecer aún más su política monetaria para garantizar que la inflación vuelva a los niveles previstos, ya que las monedas de toda la región se debilitan.
Krishna Srinivasan, director del Departamento de Asia y el Pacífico del FMI, dijo que se necesita una política monetaria más estricta para la mayor parte de la región, excepto para China y Japón, donde la recuperación ha sido más débil y la inactividad sigue siendo considerable.
Srinivasan afirmó que la inflación subyacente ha superado los objetivos de los bancos centrales en la mayoría de las economías asiáticas, y que muchas divisas asiáticas se han depreciado «de forma bastante brusca», ya que el endurecimiento monetario de Estados Unidos ha provocado un aumento de los diferenciales de las tasas de interés.
«Aunque nuestra línea de base es que la inflación haya alcanzado su punto máximo a finales de año, las grandes depreciaciones de las tasas de cambio podrían llevar a una mayor inflación y a una mayor persistencia, especialmente si las tasas de interés globales suben con más fuerza y, por tanto, requieren un mayor endurecimiento de la política monetaria en Asia», declaró en una rueda de prensa.
Srinivasan advirtió que las grandes depreciaciones y el aumento de las tasas de interés podrían desencadenar tensiones financieras en los países con una deuda elevada. La consolidación fiscal es necesaria para moderar la demanda junto con la política monetaria y estabilizar la deuda, añadió.
«Asia es ahora el mayor deudor del mundo, además de ser el mayor ahorrador, y varios países corren un alto riesgo de sufrir dificultades de endeudamiento», dijo.
La desaceleración económica de China implica a Asia
Srinivasan dijo que la desaceleración económica de China —que se debe principalmente a sus estrictos cierres— podría tener un efecto de derrame «significativo» en la región, especialmente en los países económicamente vinculados a China.
«Todos los países, o importan o exportan a China. En ese sentido, si China se desacelera, va a tener un impacto significativo en la región. Y por eso es importante que China afronte estos vientos en contra», dijo.
El informe del Banco Asiático de Desarrollo (pdf) estima que el resto de Asia en desarrollo crecerá un 5.3% este año y en 2023, excluyendo a China. Será la primera vez en más de tres décadas que el resto de Asia en desarrollo crezca más rápido que China.
El FMI ha rebajado sus previsiones de crecimiento para Asia y el Pacífico a un 4 por ciento este año y a un 4.3 por ciento para el año que viene, lo que está muy por debajo del 5.5 por ciento de crecimiento medio de las dos últimas décadas.
La mayoría de las monedas de los mercados emergentes asiáticos han perdido este año entre un 5 y un 10 por ciento de su valor frente al dólar, mientras que el yen japonés se ha depreciado más de un 20 por ciento, según el FMI.
«Estas recientes depreciaciones han empezado a repercutir en la inflación subyacente de toda la región, y esto podría mantener la inflación alta durante más tiempo del previsto», escribieron Srinivasan y Shanaka Pieris en una entrada del blog del FMI el jueves. Pieris es jefe de división en el Departamento de Asia y el Pacífico del FMI.
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