Durante la reunión ministerial de dos días celebrada en Bruselas, Bélgica, tanto el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, como los líderes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) resaltaron la unidad para hacer frente a los desafíos actuales, incluidas las amenazas del régimen comunista chino.
La reunión ministerial fue la primera que se celebró en persona desde la pandemia del COVID-19. Austin asistió al encuentro después de visitar a principios de esta semana la región del Mar Negro —Rumania, Ucrania y Georgia.
«Lo que hemos visto en la OTAN en los últimos años, es en realidad un cambio fundamental y en el que ahora estamos reenfocando nuestros esfuerzos en la defensa colectiva para responder a un mundo más competitivo, a la rivalidad entre estados», dijo el viernes el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en una conferencia de prensa. «Y eso incluye, por supuesto, el ascenso de China, que está cambiando fundamentalmente el equilibrio de poder mundial».
Un día antes, Stoltenberg dijo a los periodistas que China está modernizando fuertemente sus capacidades militares, incluyendo sistemas nucleares avanzados y sistemas de misiles de largo alcance, así como sus capacidades en el ciberespacio.
Austin también hizo hincapié en trabajar con los aliados de forma colectiva.
«En cuanto a China, permítanme decir —y lo dije en mis comentarios iniciales— que las alianzas como la OTAN [son] una de nuestras mayores fortalezas», dijo Austin durante una conferencia de prensa el viernes.
En una reunión de líderes de 2019, los aliados de la OTAN declararon por primera vez públicamente la necesidad de abordar el riesgo que supone China. También en la cumbre de junio de este año, los aliados se extendieron explicando los desafíos que presentan las ambiciones y el comportamiento de China.
«Así que hemos visto un interés creciente en nuestros aliados y socios el asegurar que se comprometan con nuestros socios del Indo-Pacífico y trabajen con nuestros socios para garantizar que trabajamos colectivamente para asegurar que la zona del Indo-Pacífico, o región, siga siendo libre y abierta», dijo Austin. «Y que el orden internacional basado en normas siga vigente».
En respuesta a las preguntas sobre Taiwán, Austin reiteró el compromiso de Estados Unidos con la política de «una sola China», y dijo que el presidente Joe Biden «ciertamente» no quiere que las cuestiones del otro lado del estrecho lleguen a los golpes.
Durante el acto del jueves por la noche en CNN, Biden dijo que Estados Unidos tenía el «compromiso» de defender la isla autogobernada si Beijing atacaba.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, aclaró el viernes que «no ha habido ningún cambio» en la política de Washington hacia Taiwán, lo que se denomina comúnmente «ambigüedad estratégica».
Stoltenberg también se mostró reacio a que la OTAN se vea arrastrada a un conflicto entre Estados Unidos y China por Taiwán.
«No voy a especular sobre una situación hipotética. Creo que lo importante ahora es reducir las tensiones en la zona», dijo Stoltenberg a los periodistas. «Y si me pongo a especular, creo que en realidad contribuiré a lo contrario. Así que debemos resolver todas las disputas y diferencias y desacuerdos en la región por medios políticos y diplomáticos».
Durante la reunión de dos días, los miembros de la OTAN acordaron aumentar la preparación de las fuerzas e invertir más en defensa en respuesta a la creciente amenaza de los sistemas de misiles de Rusia.
Esto incluye mejoras significativas en defensas aéreas y antimisiles, el refuerzo de las capacidades convencionales con aviones de quinta generación y la mejora de la preparación y eficacia de los elementos de disuasión nuclear. Sin embargo, la OTAN no desplegará nuevos misiles nucleares terrestres en Europa.
«Por supuesto, todo esto también es relevante para los desafíos que plantea el ascenso de China», dijo Stoltenberg.
Los miembros de la OTAN también hablaron de Afganistán durante las reuniones.
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