Las autoridades sanitarias de Australia anunciaron el pasado 1 de marzo los primeros casos de transmisión de COVID-19 de humano a humano en el país.
El Ministro de Salud de Nueva Gales del Sur, Brad Hazzard, dijo durante una conferencia de prensa que el primer caso es el de un trabajador del área de salud de 53 años de edad que inicialmente se pensó que no tenía el virus. Sin embargo, una tercera prueba confirmó que sí tiene COVID-19, y los funcionarios creen que pudo haberlo contraído a través de pacientes.
No ha viajado al extranjero durante tres meses, señaló el ministro de salud, pero añadió que Sanidad de Nueva Gales del Sur está trabajando ahora para determinar qué contactos pudo haber tenido y cómo fue que contrajo el virus.
«No hay indicios de que nadie más lo haya contraído del médico, pero NSW Health está tomando todas las precauciones», señaló.
La segunda es una mujer de 41 años que parece haber contraído el virus de su hermano de 43 años al que se le diagnosticó COVID-19 después de regresar de Irán. Ella no viajó a Irán pero estuvo en estrecho contacto con su hermano, dijo el ministro de salud.
Hazzard añadió que era «particularmente preocupante» tener estos dos casos en territorio de Nueva Gales del Sur y aconsejó al público en general que fuera «cauteloso pero no alarmado», y que se laven las manos si estuvieron en un espacio público, ya que «el coronavirus no tiene una larga vida en los objetos pero ciertamente tiene una vida». Todos los nuevos casos están siendo tratados en el Hospital Westmead en el oeste de Sydney.
El director de salud de Nueva Gales del Sur, el Dr. Kerry Chant, que se unió a Hazzard en la conferencia de prensa, dijo que las autoridades de Australia se mantienen vigilantes y están haciendo «muchas pruebas».
«Hemos examinado a más de 3500 personas y seguimos teniendo altas tasas de pruebas», dijo, y agregó que cualquiera que haya estado en Irán debe permanecer «particularmente vigilante» de los síntomas de COVID-19, que incluyen fiebre, tos y falta de aliento.
Añadió que el nuevo caso que involucra al trabajador de la salud plantea preocupaciones sobre si un caso puede haberse pasado por alto en Nueva Gales del Sur, pero aseguró al público que no hay una transmisión generalizada en el estado.
«Tenemos que permanecer atentos, pero incluso si se pasan por alto casos ocasionales, si la gente practica una buena higiene, hace cosas de sentido común, entonces la probabilidad de transmitirlo, incluso si alguien no sabe que lo tiene, se reduce», dijo.
Este es el primer caso de transmisión de la enfermedad de humano a humano, ya que los 28 casos anteriores en Australia fueron de personas infectadas mientras estaban de viaje en China, Irán o a bordo del crucero Diamond Princess en Japón.
La semana pasada, el gobierno australiano anunció que activó su plan de respuesta de emergencia (pdf) en medio de las advertencias de que una posible pandemia mundial se avecina, ya que el coronavirus sigue propagándose por Asia y algunas partes de Europa.
El plan de respuesta abarca una serie de factores, entre ellos contratar a más trabajadores en los servicios de salud, adoptar nuevas medidas de cuarentena, establecer controles más estrictos en los aeropuertos y puertos, y mantener a las escuelas informadas sobre la forma en que deben responder a cualquier brote generalizado. En él se señala que en caso de un «brote elevado», tal vez sea necesario reducir los procedimientos y actividades no urgentes en lo que respecta a los servicios de salud.
El primer ministro Scott Morrison también anunció que el país amplió su prohibición de viajar hasta el 7 de marzo, impidiendo que los extranjeros entren al país desde China continental durante una semana más para proteger a los australianos.
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