Grupos australianos se unieron a un coro mundial condenando el arresto de 15 activistas prodemocracia de alto perfil por parte de la policía de Hong Kong el 18 de abril.
Los arrestos fueron en respuesta a los cargos de «reunión ilegal» durante las protestas de 2019, que atrajeron a millones de participantes y continuaron durante varios meses.
Los arrestos recientes han reavivado la discusión y despertado el interés de las organizaciones con sede en Australia.
Pauline Wright, presidenta del Consejo Legal de Australia, dijo a The Epoch Times por correo electrónico que había una preocupación significativa entre la comunidad legal internacional de que los derechos de «protesta pacífica, libertad de reunión y libertad de expresión sean erosionados en Hong Kong».
Ella comentó que los arrestos siguieron a los comentarios, de la semana pasada, de Luo Huining, un miembro y representante de alto rango del Partido Comunista Chino en Hong Kong, pidiendo urgentemente la reintroducción de la Ley de Seguridad Nacional de 2003.
El Proyecto de Ley de Seguridad Nacional provocó protestas de más de 500,000 personas cuando fue presentado, particularmente el Artículo 23. Se temía que el proyecto de ley comprometiera las libertades civiles en Hong Kong, similar al reciente tratado de extradición de 2019.
A Wright le preocupa que los arrestos recientes de activistas sean síntomas de una creciente represión contra el movimiento prodemocrático en Hong Kong.
«A pesar del foco de la comunidad internacional en la pandemia de COVID-19, desarrollos como estos no deben pasar desapercibidos», señaló.
Lin Bin, un comentarista de una radio comunitaria en idioma chino con sede en Sydney, le expresó a The Epoch Times por correo electrónico que estaba muy preocupado por los arrestos, diciendo que tales acciones nunca ocurrieron cuando Hong Kong estaba bajo el control británico.
Él cree que las autoridades de China continental busca activamente diferentes medios para expandir el control sobre Hong Kong.
“Hong Kong puede [convertirse en] una ciudad de China continental. Nadie tiene derecho a decir algo diferente de las autoridades», sostuvo.
A nivel local, Bin enfatizó que también creía que el régimen chino estaba activo en Australia y destacó: “Podemos decir que hay interferencia en Australia. Por ejemplo, los estudiantes de Hong Kong que estudiaron en Queensland enfrentaron ataques, represión e intimidación del otro lado”.
Bin se refiere a un incidente en la Universidad de Queensland en agosto de 2019 donde partidarios de Beijing interrumpieron una reunión pacífica de estudiantes para apoyar el proyecto de ley contra la extradición de Hong Kong.
La ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Marise Payne, emitió un comunicado el 19 de abril condenando los arrestos.
«Las acciones que socavan la estabilidad nunca son aceptables, pero hacerlo durante una crisis (COVID-19) de esta magnitud erosiona la buena voluntad y la confianza», manifestó.
«Los derechos a la libertad de expresión y libertad de reunión están consagrados en la ley fundamental para todas las personas de Hong Kong».
El Secretario de Estado de EE.UU. Mike Pompeo emitió una declaración el 18 de abril diciendo: «Beijing y sus representantes en Hong Kong siguen tomando medidas incompatibles con los compromisos asumidos en virtud de la Declaración Conjunta Sino-Británica que incluyen la transparencia».
Las manifestaciones de Hong Kong recibieron la atención de los medios mundiales y fueron provocados por el intento de aprobación de un proyecto de ley de extradición por parte de la legislatura de Hong Kong.
El proyecto de ley de extradición habría permitido que los disidentes arrestados en Hong Kong sean extraditados y juzgados en China continental.
Existía la preocupación de que la ley sería explotada para extraditar a activistas de derechos humanos o disidentes políticos a China.
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