Los investigadores detectaron diminutas partículas en el aire que contienen ARN del SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, tanto dentro como fuera de las habitaciones en las que las personas infectadas se autoaislaban en casa.
Este hallazgo sugiere que la transmisión aérea más allá de las habitaciones de aislamiento en los hogares puede suponer un riesgo de infección para otros ocupantes de la vivienda.
El estudio, publicado en Annals of the American Thoracic Society, es el primer informe sobre la contaminación del aire de la casa con el ARN del SARS-CoV2 en las condiciones típicas de la vida diaria cuando un miembro de la casa está infectado. La transmisión por el aire en condiciones de vida de hacinamiento puede ser una de las razones de las mayores tasas de infección por COVID-19 entre las personas con menores ingresos.
«El riesgo de infección por gotas respiratorias de mayor tamaño que caen rápidamente en las superficies, normalmente a menos de dos metros de la fuente, puede reducirse mediante el lavado de manos, el distanciamiento social y las mascarillas, pero las partículas diminutas respiratorias que permanecen suspendidas en el aire durante horas, requieren la filtración del aire, la ventilación o mejores mascarillas para su prevención», dijo el autor principal Howard Kipen, profesor de la Escuela de Salud Pública de Rutgers y director de Investigación Clínica y Medicina Ocupacional del Instituto de Ciencias de la Salud Ambiental y Ocupacional.
Los investigadores recogieron muestras del aire de 11 hogares en las habitaciones en las que se autoaislaba una persona recién infectada, así como en una sala común adyacente para comprobar la presencia de tres genes específicos del SARS-CoV-2 en las partículas transportadas por el aire.
Encontraron muestras de aire positivas para al menos uno de los tres genes del virus en seis de las 11 habitaciones de aislamiento y en seis de las nueve salas comunes. Siete de estas nueve viviendas no informaron de ningún otro caso en el hogar.
Para comprender mejor cómo se propaga el virus en el hogar, los investigadores pidieron a los participantes que registraran el tiempo que pasaban en la habitación de aislamiento y en la sala común.
«Descubrimos que muchos no cumplían estrictamente con el autoaislamiento, ya que ocho de los 11 participantes infectados del estudio informaron que pasaban desde unas pocas horas hasta 14 horas en la sala común y cinco de los 11 participantes informaron que pasaban tiempo en otras áreas de la casa», dijo Kipen.
Además, en cuatro de los hogares, otros residentes también eran positivos o tenían síntomas.
«Nuestros datos de muestras del aire interior demostraron claramente que en el aire de las casas de la mayoría de las personas infectadas había ARN de SARS-CoV2 medible, no solo en la habitación de aislamiento, sino, lo que es más importante, en otras partes de la casa», dijo Kipen.
«Los hallazgos demuestran que pueden encontrarse diminutas partículas en el aire que contienen ARN de SARS-CoV-2 en los hogares de los individuos infectados más allá de la habitación donde supuestamente se autoaislan».
Este artículo fue publicado originalmente por la Universidad de Rutgers. Republicado a través de Futurity.org bajo licencia Creative Commons 4.0
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.