Varias familias de la ciudad de Chongqing, en el suroeste de China, están siendo silenciadas por las autoridades locales después de denunciar la reciente muerte de sus seres queridos, que, según afirman, está relacionada con las reacciones adversas causadas por las vacunas COVID-19 fabricadas en el país, según informaron fuentes a The Epoch Times.
Los datos sobre la eficacia y seguridad de las vacunas fabricadas en China están fuertemente censurados por el régimen chino, mientras que su aparato de propaganda las elogia. «El primer informe publicado por China sobre las vacunas COVID-19 muestra reacciones adversas ‘extremadamente raras’; los expertos celebran la ‘extraordinaria’ seguridad», reportó el medio de comunicación estatal Global Times el 28 de mayo.
Sin embargo, The Epoch Times había obtenido previamente documentos del gobierno local que revelaban los efectos nocivos de las vacunas fabricadas en China.
Vigilancia policial
Cai Hua, una mujer de 65 años, quedó inconsciente 10 minutos después de ser vacunada el 13 de julio. Murió el 6 de agosto, tras ser tratada en el hospital durante tres semanas. Era residente del distrito de Shapingba, en Chongqing.
Su hermana, Cai Bangying, emprendió una misión para averiguar la causa de la muerte de su hermana. El 2 de septiembre compartió su historia con la edición en idioma chino de The Epoch Times.
Al principio, explicó el incidente a la comisión municipal de salud en la mañana del 12 de agosto, y llamó a la oficina del alcalde por la tarde.
Ese mismo día, Bangying fue a la comisaría de policía local para comprobar las imágenes del video de vigilancia del centro de servicios sanitarios de la comunidad donde se vacunó a su hermana.
Bangying dijo que el video mostraba a Hua esperando en la fila el 13 de julio y que entró a las 7:01 p.m. Fue vacunada a las 7:06 p.m. y se sentó en el área designada para la observación. A las 7:15 p.m., Hua se cayó repentinamente de su asiento cuando estaba a punto de salir y muchas personas a su alrededor, incluido el personal médico, vieron el incidente. A las 7:37 p.m., Hua fue trasladada en camilla por dos miembros del personal y enviada a urgencias. Poco después se avisó a la familia.
Bangying también obtuvo el historial médico de Hua en el hospital. Dijo que Hua tenía un historial de hipertensión, enfermedad coronaria y diabetes, pero que estaban bajo control.
Bangying cree que su hermana murió por los efectos secundarios de la vacuna contra el COVID-19.
«Es una cuestión de vida o muerte. La muerte fue causada por la vacunación. El gobierno debe ser responsabilizado», dijo.
El 14 de agosto, Bangqying recibió una llamada de la policía del distrito. La policía le dijo que no posteara sobre la muerte de su hermana en internet.
Bangqying dijo: «La persona está muerta, pero los hechos están ahí. No vivimos en un estado de derecho, y la gente no puede decir la verdad. ¿Quién es el responsable de la vida perdida?».
La víspera del 16 de agosto, la policía y un grupo de personas fueron a la casa de Bangqying, pero ella no abrió la puerta.
La familia de Hua ha rellenado un informe en la oficina del gobierno local, declarando que la vacuna contra el COVID-19 puede haber causado su muerte, pero hasta ahora no ha habido respuesta, dijo Bangqying.
«Filtración de secretos de Estado»
«Lo que sé es que hay al menos cuatro o cinco personas en Chongqing que pueden haber muerto a causa de las vacunas. Los teléfonos móviles de sus familiares están vigilados y rastreados por la policía de seguridad del Estado. No pueden hablar de ello y les preocupa que sus familiares y amigos se vean implicados», declaró una fuente interna de Chongqing a la edición en chino de The Epoch Times.
El informante dio un ejemplo. Xiao Shou, ciudadano del distrito de Yuzhong, fue vacunado el 14 de julio. Fue tratado en un hospital local tras experimentar reacciones adversas. Murió el 16 de julio.
Su hijo, Xiao Fubin, posteó en las redes sociales que su «padre murió 32 horas después de ser vacunado, y [él] espera que los departamentos estatales pertinentes rindan cuentas».
El informante dijo: «Después de que saliera la noticia de que la muerte del padre de Xiao estaba relacionada con la vacuna, Xiao fue convocado por la policía de seguridad del estado. Le dijeron que era sospechoso de filtrar secretos de Estado».
No fue posible contactar con la Comisión Municipal de Salud de Chongqing para que hiciera comentarios.
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