Alrededor de 20,000 personas en Shijiazhuang, la capital provincial de Hebei, fueron reubicadas en otras áreas para su cuarentena. Las autoridades locales admitieron recientemente que el último brote del virus del PCCh comenzó a propagarse en la ciudad, casi un mes antes de lo que habían informado anteriormente. Mientras tanto, el brote se ha extendido a Qiqihar, la segunda ciudad más grande de la provincia de Heilongjiang, lo que provocó el cierre de todo un distrito.
La nueva ola del brote de COVID-19, una enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), en Shijiazhuang se concentró en el municipio de Zengcun, del distrito de Gaocheng, y se ha extendido a otras partes de China.
The Epoch Times supo, el 11 de enero, que después de que muchos residentes de Zengcun fueron enviados a sitios de cuarentena, las autoridades locales les notificaron apresuradamente, a casi 20,000 personas más, que se trasladaran a centros de cuarentena en áreas remotas.
The Epoch Times pudo contactar a Sun Hua (alias), un residente de la aldea de Nanqiaozhai, adyacente a Zengcun. El hombre, que fue enviado a un hotel para ser puesto en cuarentena, dijo: “La aldea de Xiaoguozhuang ha sido evacuada y nuestra aldea de Nanqiaozhai también fue evacuada. Nos enviaron a un sitio para ser puestos en cuarentena, y solo las personas con problemas de movilidad se quedaron en casa. La aldea de Liujiazuo también ha sido evacuada”.
Sun dijo que, en la mañana del 11 de enero, los funcionarios locales anunciaron que habían reubicado a más de 20,000 residentes, de 12 aldeas de Zengcun, y que los habían transportado en autobuses a un lugar no revelado para la cuarentena. Pero las autoridades no dijeron cuándo los lugareños podrían regresar a casa.
The Epoch Times también obtuvo un vídeo que muestra a los aldeanos desplazándose hacía los autobuses.
Los funcionarios locales de la provincia de Hebei anunciaron que la nueva ola de brotes allí comenzó a propagarse el 2 de enero, en la aldea Xiaoguozhuang, de la ciudad de Zengcun. Una mujer de apellido Tian, que vivía en la aldea, fue confirmada como la primera contagiada. Después de asistir a una boda local, el 28 de diciembre, Tian desarrolló fiebre y dio positivo por COVID-19. Todos los residentes de Xiaoguozhuang se sometieron, el 3 de enero, a pruebas de detección del virus tras el diagnóstico de Tian.
Sun dijo durante una entrevista telefónica que también asistió a la misma boda el 28 de diciembre. El 3 de enero, fue enviado a un hotel para ser puesto en cuarentena, junto con el primer grupo de su aldea. El hombre se realizó dos pruebas para detectar el virus, pero los resultados resultaron negativos. Él cree que algunos de los invitados a la boda pueden haber contraído COVID-19 antes de asistir a la celebración.
Cientos de personas asistieron a dos bodas en Xiaoguchuang y se supo que, hasta el 2 de enero, 28 invitados habían resultado contagiados, según un anuncio de funcionarios locales en Shijiazhuang. Desde entonces, el virus se ha extendido a través de los invitados a la boda que viajaron a otras regiones de China.
Según datos internos del gobierno, obtenidos por The Epoch Times de una fuente confiable, el 9 de enero en la mañana, había 279 casos de COVID-19 en el distrito de Gaocheng, ciudad de Shijiazhuang, provincia de Hebei, de los cuales 268 casos estaban en el municipio de Zengcun. La gran mayoría de los casos confirmados se concentraron en la aldea de Xiaoguozhuang.
Ese día, el 9 de enero, las autoridades locales solo habían anunciado 223 casos confirmados y 161 portadores asintomáticos para toda la provincia.
El 10 de enero, los funcionarios locales de Hebei realizaron una conferencia de prensa sobre la prevención y el control de la epidemia y anunciaron que el primer paciente diagnosticado con el virus del PCCh, en medio de la nueva ola del brote, fue confirmado el 15 de diciembre. En otras palabras, el virus se ha estado propagando durante al menos 17 días antes de que las autoridades lo revelaran.
Según un reportaje del Beijing Youth Daily, desde mediados hasta finales de diciembre del año pasado, muchos residentes en varias aldeas del distrito de Gaocheng ya habían desarrollado fiebre y otros síntomas de COVID-19, pero la mayoría pensaba que tenían un resfriado común y fueron a las clínicas locales para recibir tratamiento.
Sun dijo que las condiciones en los sitios de cuarentena establecidos en las escuelas no eran buenas. “Debido a la epidemia, los estudiantes no van a la escuela. Las escuelas se utilizan como lugares de cuarentena, pero no hay calefacción. Hay literas dentro de las habitaciones que tienen pequeñas ventanas reforzadas con rejas de seguridad metálicas. Los ancianos no pueden soportarlo y todos están nerviosos”.
Una aldeana de apellido Zhao, que actualmente se encuentra haciendo cuarentena en un lugar no revelado, le dijo a The Epoch Times que deseaba que los sitios de cuarentena fueran más acogedores para poder arreglarse.
Varias personas aisladas en los sitios de cuarentena le dijeron a The Epoch Times que no se les permitió hablar con las personas de afuera.
Mientras tanto, el virus del PCCh se ha desbordado en la ciudad de Qiqihar, más exactamente en la provincia nororiental de Heilongjiang. Las autoridades del distrito de Ang’angxi anunciaron el 12 de enero que a partir de las 10 a.m. de ese día, el distrito estará cerrado y todas las comunidades y aldeas estarán cerradas (no se permite que nadie entre ni salga de las instalaciones).
El 11 de enero, después del cierre del condado de Wangkui, en la ciudad de Suihua, ubicada en Qiqihar, se anunció oficialmente que tres personas, que regresaron a la ciudad desde Wangkui, habían dado positivo por el virus y cuatro de sus contactos también se habían contagiado. Estas siete personas viven en la aldea de Dawu Fuma, del distrito de Angangxi.
Los medios de comunicación de China continental informaron que la epidemia en el condado de Wangkui también se había extendido a la ciudad de Changchun, provincia de Jilin. El 11 de enero, las autoridades de Changchun dijeron que una institución médica local había encontrado cuatro casos positivos: Dos parejas que habían regresado a Changchun, después de visitar Wangkui el 5 y 6 de enero. Esto demuestra que la epidemia en Wangkui ha ido extendiéndose durante algún tiempo.
El 11 de enero, el centro de control epidémico de Changchun realizó pruebas masivas de ácido nucleico al aire libre, a pesar de la temperatura fría de 14 grados Fahrenheit (menos diez grados Celsius). La propagación de la epidemia causó pánico entre los residentes de Changchun, quienes comenzaron a comprar máscaras y acumular alimentos.
Luo Ya y Zhou Lan contribuyeron a este artículo.
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