Las autoridades de Nueva York, Chicago y otras ciudades dicen haber visto pruebas que sugieren que grupos organizados trataron de incitar a la violencia durante las recientes protestas del fin de semana provocadas por la muerte de George Floyd.
El principal funcionario de Nueva York en materia de terrorismo, el comisionado adjunto para la Inteligencia y la Lucha contra el Terrorismo, John Miller, dijo a los periodistas el domingo que había un alto nivel de confianza en el seno de la policía de Nueva York en que grupos coordinados sin nombre habían organizado funciones como exploradores y médicos (así como equipos tales como suministros de piedras, botellas) que sirvieron como aceleradores para que los grupos escindidos cometieran actos de vandalismo y violencia.
«Antes de que comenzaran las protestas, los organizadores de ciertos grupos anarquistas se propusieron recaudar el dinero de la fianza y las personas que serían responsables de recaudar el dinero de la fianza, se propusieron reclutar médicos y equipos médicos con equipos para desplegar[los] en anticipación de interacciones violentas con la policía», dijo Miller, según la NBC de Nueva York.
Añadió que los grupos buscaban dañar la propiedad «solo en las zonas más ricas o en tiendas de alta gama dirigidas por entidades corporativas». Los grupos también contaban con una «compleja red de exploradores en bicicleta que se desplazaban delante de los manifestantes en distintas direcciones» para ayudar a determinar dónde se encontraba la policía, a fin de ayudar a dirigir a las personas del grupo a zonas específicas para cometer actos de vandalismo, donde creían que los funcionarios de los servicios de represión no estarían presentes.
Miller también dijo que aproximadamente uno de cada siete arrestos —de los 686 realizados desde el 28 de mayo en Nueva York— ha sido de fuera del estado, y que eran de Massachusettes, Connecticut, Pensilvania, Nueva Jersey, Iowa, Nevada, Virginia, Maryland, Texas y St. Paul (Minnesota), según la cadena de televisión.
El fiscal general William Barr advirtió el 30 de mayo que «es un delito federal cruzar las fronteras estatales o usar las instalaciones interestatales para incitar o participar en disturbios violentos».
Un testigo dijo al New York Post que cientos de saqueadores «han estado yendo sistemáticamente de tienda en tienda». El diario informó que el barrio de lujo del Soho en el Bajo Manhattan parecía ser el más afectado el domingo por la noche.
En Chicago, la alcaldesa Lori Lightfoot dijo en una conferencia de prensa el domingo que creía que «no hay duda» de que grupos organizados habían tratado de aprovechar las protestas pacíficas en la ciudad, según informó Crain’s Chicago Business.
«No hay duda de que esto fue un esfuerzo organizado anoche», dijo. «Claramente hubo esfuerzos para subvertir el proceso pacífico y convertirlo en algo violento».
«No hay duda de que tanto la gente que estaba luchando y trajo las armas… que fue absolutamente organizado y coreografiado», añadió Lightfoot. «También parece claro que los incendios que se produjeron, tanto de los vehículos como de los edificios, que eso fue organizado y que fue oportunista, así como el saqueo».
Lightfoot no señaló ningún incidente específico, pero dijo que había casos en que un grupo irrumpía y saqueaba negocios, y cargaba las mercancías en un vehículo de transporte de mercancías o en «caravanas» o autos, y a veces también provocaba incendios.
Lightfoot dijo que se ha puesto en contacto con el FBI, con la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y con la oficina del fiscal de los Estados Unidos para pedir ayuda en la investigación de la situación, centrándose en la unidad de bombas e incendios provocados de la ATF.
Las autoridades federales, estatales y locales de Minnesota también expresaron recientemente su preocupación por el hecho de que personas de fuera del estado hayan incitado y participado en la violencia que siguió a las protestas pacíficas por la muerte de Floyd.
El comisionado de Seguridad Pública del Estado, John Harrington, dijo en Minneapolis el domingo que las autoridades encontraron varios alijos de materiales inflamables —algunos de los cuales parecían haber sido colocados días atrás— en vecindarios donde ya ha habido incendios, informó el Minneapolis Star-Tribune.
La policía ha encontrado vehículos robados a los que se les ha quitado la matrícula y que se utilizaron para transportar los materiales inflamables. También encontraron bienes robados y armas en los coches, añadió Harrington.
«El hecho de que hayamos visto tantos de ellos en tantos lugares nos hace creer ahora que esto es parte de ese patrón que muestra que se trata en realidad de una actividad organizada y no de un acto de rabia al azar», dijo, según el periódico.
El presidente Donald Trump elogió el domingo a la Guardia Nacional por poner fin a los disturbios y al caos en Minneapolis que, según él, fueron guiados por «anarquistas dirigidos por la ANTIFA, entre otros». Trump ha dicho que su administración designará a Antifa como una organización terrorista.
Floyd fue declarado muerto el 25 de mayo después de que fuera puesto bajo custodia policial en Minneapolis el mismo día. La llamada al 911 que llevó a la policía a Floyd describió a un hombre sospechoso de haber pagado una consumición con dinero falso. Estaba «terriblemente borracho y no se controla».
Un video perturbador del mismo día mostró a un policía usando su rodilla sobre el cuello de Floyd para mantenerlo en el suelo. Floyd, que estaba desarmado y esposado, suplicó a los agentes mientras gritaba repetidamente «no puedo respirar» durante el episodio.
Un médico forense local del Condado de Hennepin en el centro de Minneapolis clasificó el lunes la muerte de Floyd como un homicidio.
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