Las autoridades de San Diego, California, confirmaron que ocho personas murieron luego de que dos botes de contrabando, que transportaban lo que podrían ser inmigrantes ilegales, se estrellaron frente a la costa el domingo.
Una mujer en uno de los barcos estilo panga llamó al 911 el sábado por la noche para informar que otro barco se había volcado por las olas frente a Blacks Beach, según el suboficial de la Guardia Costera de EE.UU., Richard Brahm.
“La mujer que llamó dijo que el bote que se volcó tenía 15 personas, pero eso era solo una estimación”, dijo Brahm.
Los equipos de la Guardia Costera y del Departamento de Bomberos y Rescate de San Diego sacaron ocho cuerpos del agua, pero la espesa niebla obstaculizó la búsqueda de más víctimas. Un cúter de la Guardia Costera peinó el área el domingo temprano y las autoridades esperaban usar helicópteros de rescate en cuanto mejore el clima, dijo Brahm.
Los inmigrantes ilegales viajan con frecuencia en barcos estilo panga desde México hasta el sur de California. No está claro si se realizaron arrestos o si los funcionarios determinaron las nacionalidades de los fallecidos.
La portavoz del Departamento de Bomberos y Rescate de San Diego, Mónica Muñoz, dijo a Newsweek que los socorristas no podían acceder a la playa debido a las mareas altas después de que se llamara al 911.
Los socorristas “se dirigieron hacia el norte a pie vadeando agua que les llegaba hasta la cintura”, dijo. “Después de un par de cientos de metros, los socorristas en la playa llegaron a la arena seca y luego comenzaron a encontrar cuerpos sin vida y dos pangas volcadas repartidas en un área de unos 400 metros”.
“Los socorristas sacaron a las víctimas del agua hasta las rodillas y desde la línea de flotación hasta la playa hasta la arena seca”, agregó. Más tarde, los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. encontraron muerta a una octava persona.
Durante la búsqueda también se encontraron chalecos salvavidas y barriles de combustible, le dijo Muñoz a Newsweek.
Los cruces ilegales de fronteras se dispararon tras la llegada al poder del presidente Joe Biden en 2021. Muchos inmigrantes ilegales han recurrido a entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza antes de ser liberados en Estados Unidos para seguir sus casos de inmigración.
Pero la semana pasada, un juez federal anuló el programa de la administración de liberar a muchos inmigrantes ilegales en lugar de retenerlos hasta que lleguen a sus juicios. El juez, en un fallo mordaz, argumentó que la regla violaba la ley federal.
“La evidencia establece que los demandados han convertido efectivamente la frontera suroeste en una línea sin sentido en la arena y poco más que un obstáculo para los extranjeros que inundan el país”, escribió en un fallo el juez federal de distrito T. Kent Wetherell, designado por Trump.
Mientras tanto, una regla relacionada con la pandemia, cuya finalización está prevista para el 11 de mayo, actualmente niega la entrada a inmigrantes ilegales y solicitantes de asilo debido a que pueden propagar COVID-19.
Con información de Associated Press.
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