BOSTON —Un auxiliar de vuelo de American Airlines que, según las autoridades, intentó grabar en secreto el pasado septiembre a una niña de 14 años en el baño de un avión, el lúnes se declaró inocente de dos cargos ante un tribunal federal de Boston.
Estes Carter Thompson III fue acusado el mes pasado de un cargo de intento de explotación sexual de menores y otro de posesión de imágenes de abuso sexual infantil en las que aparecía un menor preadolescente.
La policía también alega que Thompson, de 36 años y natural de Charlotte (Carolina del Norte), tenía grabaciones de otras cuatro niñas —de 7, 9, 11 y 14 años— que utilizaron los lavabos de los aviones.
Thompson fue acusado y detenido en enero de 2024 en Lynchburg, Virginia. Desde entonces se encuentra bajo custodia federal.
Según los investigadores, aproximadamente a mitad de un vuelo del 2 de septiembre de 2023 de Charlotte a Boston, la niña de 14 años se levantó para utilizar el servicio de la cabina principal más cercano a su asiento, pero se dio cuenta de que estaba ocupado.
Thompson le dijo que el baño de primera clase estaba desocupado y la acompañó hasta allí, según los investigadores. La niña contó a los investigadores que, antes de entrar en el baño, Thompson le dijo que tenía que lavarse las manos y que el asiento del inodoro estaba roto.
Después de salir, la adolescente entró en el cuarto de baño y vio pegatinas rojas en la parte inferior de la tapa del inodoro, que estaba en la posición abierta, dijeron las autoridades. Bajo las pegatinas, Thompson había escondido su iPhone para grabar un video, según los investigadores. La chica utilizó su teléfono para hacer una foto de las pegatinas y del iPhone oculto antes de marcharse.
Los fiscales también alegan que se encontraron cientos de imágenes de abusos sexuales a menores generadas mediante inteligencia artificial almacenadas en la cuenta de iCloud de Thompson, así como las imágenes de las otras cuatro niñas captadas en vuelos anteriores.
American Airlines declaró tras su detención que Thompson había sido «apartado inmediatamente del servicio» y que no había vuelto a trabajar para la aerolínea desde que se descubrió el teléfono.
La tentativa de explotación sexual de menores conlleva una pena de 15 a 30 años de prisión, mientras que la posesión de imágenes de abuso sexual de un menor preadolecente puede suponer hasta 20 años de cárcel.
Ambos cargos prevén también un mínimo de cinco años y un máximo de cadena perpetua de libertad vigilada, una multa de hasta 250 mil dólares y la restitución del daño causado.
Thompson deberá volver a comparecer ante el tribunal el 1 de julio.
Con información de Steve LeBlanc
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