Un avión de combate chino se acercó a menos de 10 pies (3 metros) de un bombardero estadounidense en una interceptación nocturna sobre el Mar de China Meridional el 24 de octubre, poniendo a ambas aeronaves «en peligro de colisión», dijo el Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos (INDOPACOM).
El piloto de un Shenyang J-11 «voló de una manera insegura y poco profesional» y «demostró malas habilidades aéreas al acercarse con excesiva velocidad, descontrolada» cerca del bombardero B-52 de la Fuerza Aérea estadounidense, dijo el INDOPACOM.
«Nos preocupa que este piloto no fuera consciente de lo cerca que estuvo de provocar una colisión», declaró el ejército estadounidense en una declaración.
Las imágenes publicadas por INDOPACOM muestran al caza chino J-11 volando muy cerca, a menos de 10 pies (3 metros) del bombardero B-52 que estaba «realizando legalmente operaciones rutinarias» sobre el Mar de China Meridional.
El avión chino interceptó al bombardero de la Fuerza Aérea de Estados Unidos por la noche cuando había visibilidad limitada, y «de manera contraria a las reglas y normas internacionales de seguridad aérea», según INDOPACOM.
Ely Ratner, subsecretario de Defensa para Asuntos de Seguridad del Indo-Pacífico, dijo que ha habido más de 180 casos de aeronaves chinas involucradas en «comportamiento operacional coercitivo y arriesgado», desde el otoño de 2021.
En esos casos, las aeronaves chinas realizaron «maniobras imprudentes, descargaron chaff, dispararon bengalas, se acercaron demasiado rápido o demasiado cerca de las aeronaves estadounidenses» en intentos de interferir con la capacidad de las fuerzas estadounidenses para operar en lugares donde el derecho internacional lo permite, dijo el Sr. Ratner.
«Además, si se tienen en cuenta los casos de interceptaciones coercitivas y arriesgadas del EPL [Ejército Popular de Liberación] contra otros Estados, la cifra aumenta a casi 300 casos contra aeronaves estadounidenses, aliadas y asociadas, en los últimos dos años», declaró el subsecretario a la prensa el 26 de octubre.
En un caso, el 26 de mayo, un caza chino J-16 «voló directamente delante del morro» de un avión RC-135 estadounidense sobre el Mar de China Meridional, obligando a la aeronave estadounidense a volar a través de la turbulencia de la estela del avión chino, según el informe del Pentágono del 17 de octubre.
En otro caso, el 12 de julio, un caza chino llevó a cabo una «interceptación coercitiva y arriesgada» contra un avión estadounidense en el Mar de China Oriental, incluso desplegando ocho bengalas a una distancia de 900 pies del avión estadounidense.
«La conclusión es que, en muchos casos, este tipo de comportamiento operativo puede provocar accidentes, y los accidentes peligrosos pueden conducir a conflictos inadvertidos», afirmó el subsecretario.
El Sr. Ratner dijo que estos incidentes ocurrieron en un momento en que el Partido Comunista Chino (PCCh) rechazó las invitaciones de Estados Unidos para abrir líneas de comunicación entre militares en los niveles más altos.
El almirante John Aquilino, comandante del Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos, dijo que no había hablado con sus homólogos chinos durante dos años y medio a pesar de sus repetidas solicitudes de comunicación.
«Aún no me han aceptado ninguna de esas solicitudes y espero hablar con mi homólogo. Creo que desarrollar esa relación sería fundamental para mantener la paz y la estabilidad en la región», dijo el almirante.
Tensiones entre China y Filipinas
La última intercepción de aviones chinos se produjo cuando el presidente Joe Biden reafirmó el compromiso de defensa de Estados Unidos con Filipinas tras las colisiones entre buques chinos y filipinos en el Mar de China Meridional.
«Quiero ser muy claro: el compromiso de defensa de Estados Unidos con Filipinas es férreo», dijo el Sr. Biden en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro australiano, Anthony Albanese, el 25 de octubre.
«Cualquier ataque contra aviones, buques o fuerzas armadas filipinas invocará nuestro tratado de defensa mutua con Filipinas», añadió el presidente, refiriéndose a un tratado firmado entre Estados Unidos y Filipinas en 1951.
Las colisiones ocurrieron el 22 de octubre, cuando un barco de la Guardia Costera china bloqueó el paso de un barco filipino que intentaba entregar suministros a las tropas estacionadas en el banco de arena Segundo de Thomas.
Un barco de la Guardia Costera de Filipinas que escoltaba el barco también fue «golpeado» por un barco de la milicia marítima china durante la misma operación para entregar suministros, según el Grupo de Trabajo Nacional de Filipinas.
La portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, dijo a los periodistas que Estados Unidos «no es parte en la cuestión del Mar Meridional de China» y «no tiene derecho a interferir en la cuestión entre China y Filipinas».
«El compromiso de defensa de Estados Unidos con Filipinas no debería socavar la soberanía ni los derechos e intereses marítimos de China en el Mar Meridional de China, ni debería apoyar los reclamos ilegales de Filipinas», dijo el portavoz chino.
Beijing reclama casi todo el Mar de China Meridional, incluidos arrecifes e islas que se superponen con las Zonas Económicas Exclusivas de Vietnam, Malasia, Brunei, Indonesia y Filipinas.
La posición de Filipinas fue reconocida por la Corte Permanente de Arbitraje en un fallo de 2016. Sin embargo, el fallo del Tribunal de La Haya no cambió el comportamiento de Beijing. Los buques chinos han estado invadiendo repetidamente las zonas marítimas de Filipinas.
Con la colaboración de Katabella Roberts.
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