Análisis de noticias
Los recientes disturbios contra el PCCh (Partido Comunista Chino) en las Islas Salomón han llevado al régimen chino a enviar ayuda policial a la nación de las Islas del Pacífico. La medida de Beijing intenta socavar a Estados Unidos como potencia dominante en el Pacífico, según varios analistas.
El 23 de diciembre, Beijing confirmó que enviaría un equipo de asesoramiento policial a las Islas Salomón, junto con equipos antidisturbios de emergencia para la policía, después de que el gobierno de las Islas Salomón solicitara ayuda policial. Policías de Australia, Nueva Zelanda, Fiyi y Papúa Nueva Guinea ya se encontraban en el país colaborando en las tareas de mantenimiento de la paz.
El portavoz del Partido Comunista Chino (PCCh), Zhao Lijian, dijo que el personal y los suministros llegarían pronto a las Islas Salomón, y añadió que China respalda firmemente el derecho del gobierno del primer ministro Manasseh Sogavare a defender «la estabilidad del país», al tiempo que condena cualquier acción ilegal y violenta.
Tras el anuncio de Beijing, el gobierno de Sogavare agradeció a Beijing el suministro de equipos antidisturbios y el envío de seis oficiales de enlace chinos para formar a la policía local del país en una declaración oficial.
Sogavare acababa de sobrevivir a una moción de censura el 6 de diciembre, después de que se denunciara que había sido sobornado por el PCCh para obtener su apoyo.
Las Islas Salomón están situadas a unos 1500 kilómetros al noreste de Australia, al este de Papúa Nueva Guinea, y tienen una población de unos 700,000 habitantes.
El 24 de noviembre, estallaron protestas contra la administración pro-Beijing de Sogavare en Honiara, la capital de las Islas Salomón. Las protestas se convirtieron rápidamente en disturbios que duraron tres días. El barrio chino local fue saqueado y decenas de propiedades fueron incendiadas, incluyendo comisarías, bancos y viviendas privadas. Al menos tres personas resultaron muertas.
Según un artículo de la BBC que cita al banco central del país, se calcula que se quemaron y saquearon 63 edificios en la capital, muchos de los cuales eran de propiedad china.
Uno de los principales desencadenantes de los disturbios fue la repentina decisión del primer ministro Manasseh Sogavare de establecer relaciones diplomáticas con China y cortar los lazos con Taiwán, con el que había mantenido relaciones diplomáticas durante 36 años.
A pesar de que las encuestas mostraban que el 80 por ciento de los isleños y más del 50 por ciento del parlamento estaban en contra de la ruptura de las antiguas relaciones con Taiwán en favor de China, Sogavare estaba decidido a hacerlo, supuestamente a cambio de 500 millones de dólares de ayuda de Beijing, según un artículo de Taiwan News.
En 2017, Australia y las Islas Salomón firmaron un tratado bilateral de seguridad que permite a la policía australiana, a la defensa y al personal civil asociado desplegarse rápidamente en la nación insular del Pacífico si surge la necesidad y si ambos países están de acuerdo. Sin embargo, el hecho de que las Islas Salomón pidan ayuda tanto a Canberra como a Beijing ha suscitado la preocupación por posibles conflictos.
La batalla de Guadalcanal de 1942 estableció la importancia estratégica de las Islas Salomón en el Pacífico. La crítica campaña militar fue librada por las fuerzas aliadas contra el Imperio de Japón durante la Segunda Guerra Mundial en la isla principal de la provincia de Guadalcanal de las Islas Salomón, poniendo fin a todos los intentos de expansión japoneses durante la Segunda Guerra Mundial.
Un editorial del Wall Street Journal del 29 de diciembre calificó a las Islas Salomón de importancia crítica para la seguridad del Pacífico, destacando la importancia del compromiso de EE. UU. con los pequeños pero estratégicos estados soberanos que salpican el mayor océano del mundo. Una pequeña presencia de seguridad en las Islas Salomón podría ayudar al intento de Beijing de socavar a Estados Unidos como potencia dominante en el Pacífico.
El artículo añade que si se enviaran más fuerzas de seguridad chinas a las Islas Salomón en caso de futuros disturbios civiles, esta acción podría poner en conflicto a las fuerzas australianas y chinas.
El plan de Beijing para aumentar la vigilancia policial en todo el mundo
Beijing confía en las fuerzas policiales chinas para mantener sus intereses políticos y económicos en el interior y en el exterior. En Hong Kong, las fuerzas policiales chinas han mostrado su desprecio por los derechos individuales y el Estado de derecho independiente, calificando sus acciones contra los hongkoneses de «mantenimiento de la estabilidad».
Según el Ministerio de Finanzas de China, los gastos del PCCh para «mantener la estabilidad» —dentro y fuera del país— han superado sus gastos de defensa durante tres años consecutivos desde 2011. Después de 2014, los datos sobre el gasto de sus fuerzas policiales dejaron de hacerse públicos.
Mientras reprime a su propio pueblo, el PCCh está más que dispuesto a exportar su represión comunista al extranjero.
The Epoch Times obtuvo un documento interno de la Academia de Oficiales de Policía de Yunnan en mayo de 2020, que revela el plan del PCCh para aumentar su presencia policial en el extranjero a través de su Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI).
El documento mostró que el instituto formó a 56 estudiantes extranjeros de maestría en policía procedentes de muchos países de la BRI, como Afganistán, Argentina, Angola, Pakistán, Filipinas, Camboya, Laos, Mongolia y Birmania. El PCCh proporcionó a esos estudiantes extranjeros becas completas.
La Academia de Agentes de Policía de Yunnan también ha establecido una Base de Formación Policial del Sudeste Asiático. De 2016 a 2019, se celebraron 67 cursos de formación para capacitar a 1241 policías extranjeros.
El comentarista político Li Linyi dijo que el PCCh está nutriendo y reclutando agentes de policía extranjeros para difundir su ideología e influencia en el extranjero.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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