Ayudando a las madres a perseguir sus metas y sueños

No es ningún secreto que las madres llevan muchos sombreros. A veces, compaginarlo todo puede parecer un sueño imposible.

Nikki Oden parece haberlo conseguido. Es fundadora de Your Ideal Mom Life, presentadora del podcast Love Your Mom Life (Ama tu vida de mamá) y autora del nuevo libro «Pero definitivamente usa rímel: Consejos para ayudarte a amar tu vida de madre (y a ti misma) un poco más». Le pedí a Oden un consejo para mamás ocupadas. Esto es lo que dijo.

The Epoch Times: Su nuevo libro pretende enseñar a las madres a amar su vida de madres. ¿Siempre ha amado su vida de madre?

Sra. Oden: Aunque ahora me encanta mi vida, no siempre fue así. Cuando me convertí en madre, dejé una lucrativa carrera como abogada para dedicarme a criar a mis hijos. Al principio, tenía dos menores de 2 años y, aparte de evitar que mi hijo pequeño asesinara accidentalmente a mi bebé, no tenía ni idea de lo que estaba haciendo. La mayoría de los días ni siquiera me lavaba los dientes. Me perdí completamente siendo «mamá» y «esposa».

Con el tiempo, tuve que admitirme a mí misma que no era feliz. Como tantas otras madres, descubrí que quería influir en el mundo más allá de mi familia, pero sin renunciar a ella. Fue a través de ese proceso de tratar de integrar lo que quería de la vida como mujer con lo que quería ser como madre (y dejando caer un montón de pelotas en el proceso), que me apasioné por ayudar a otras madres a combatir el agotamiento, aplastar sus objetivos, y perder la culpa de ser madre.

The Epoch Times: ¿Cómo es amar la vida de madre a lo largo de las distintas etapas de la infancia?

Sra. Oden: A medida que los hijos crecen, ciertas cosas resultan más fáciles. Por ejemplo, no me resulta difícil tener unos minutos para mí misma ahora que mis hijos son capaces de leer solos y entretenerse entre ellos. Pero también hay nuevos retos, como alimentar los intereses de tus hijos, que pueden requerir que los lleves al campo de fútbol o a la pista de tenis después del colegio, sin dejar de hacer malabarismos con las exigencias de tu carrera y sus propios intereses personales.

La clave es tener muy claras tus prioridades, de modo que aunque no lo consigas todo (¡y no lo conseguirás!), estés haciendo las cosas más importantes de tu lista. Y recordar a menudo que lo estás haciendo lo mejor que puedes.

The Epoch Times: Para muchas madres que desearían tener su vida más organizada, el sentimiento de culpa desempeña un papel importante. ¿A qué cree que se debe?

Sra. Oden: Creo que las madres a menudo se exigen a sí mismas un nivel imposible. Ninguna madre es perfecta, pero muchas de nosotras nos esforzamos por alcanzar la perfección, que es una definición que cada una ha inventado en su cabeza. Sin embargo, es inevitable que cometamos errores que afecten a nuestros hijos, como olvidarnos de enviar dinero para el día de las fotos o la feria del libro, y a menudo nuestra respuesta instintiva es culparnos a nosotras mismas.

Pero la culpa no mejora nada. Desde luego, no cambia un resultado que ya se ha producido. Cuando empecé a comprender esta verdad, me di cuenta de que la culpa es una elección. Y aunque no siempre podemos controlar nuestro primer pensamiento (que es cuando la culpa suele secuestrar nuestro cerebro), podemos responsabilizarnos de nuestro segundo pensamiento. Yo les digo a las madres: «Háblate a ti misma como hablarías a alguien a quien quieres. Decide qué harías de forma diferente la próxima vez y déjalo ser».

The Epoch Times: ¿Cuáles son algunas de las estrategias clave que ha empleado para sentirse bien en su «vida de madre»?

Sra. Oden: Me doy prioridad a mí misma. Elijo levantarme antes que mis hijos para meditar, escribir en mi diario y hacer ejercicio. También hago que mis días sean más fáciles llevando a cabo intencionadamente rituales pequeños pero muy impactantes, como prepararme el desayuno la noche anterior y planificar mi atuendo para el día siguiente hasta los accesorios. Los 10 o 15 minutos que dedico cada noche antes de acostarme a planificar mi mañana me garantizan un comienzo del día sin sobresaltos, de modo que estoy mejor preparada para afrontar el caos imprevisible que sin duda se producirá en algún momento con mis hijos.

The Epoch Times: ¿Cuáles son algunas de las formas en que las madres se ponen el pie a sí mismas cuando se trata de lograr la satisfacción en sus vidas?

Sra. Oden: La primera es no darse permiso para pensar en lo que realmente quieren que sea su vida. La mayoría de nosotras estamos tan inmersas en el ajetreo de la vida adulta que nunca nos paramos a pensar en lo que queremos de la vida. Pero una vez que lo hacemos, podemos empezar a vivir intencionadamente. Podemos elegir no sentirnos incapaces o culpables por no estar aprovechando nuestro tiempo, porque ahora estamos centradas en utilizar nuestros días para hacer cosas y lograr hitos que nos lleven a donde realmente queremos ir.

Otra forma en la que las madres suelen tropezar es tomando medidas para cambiar sus vidas que son demasiado grandes para ser sostenibles. Aunque nuestros objetivos deben ser grandes (y espeluznantes y audaces), los pasos que damos para alcanzarlos deben ser diminutos al principio. Enseño a las madres a dividir los objetivos anuales gigantescos en actividades diarias del tamaño de un bocado que, cuando se hacen de forma constante a lo largo del tiempo, les ayudan a crear más de lo que quieren experimentar, ya sea perder peso, empezar un podcast u organizar su tiempo.

The Epoch Times: Si una madre que lee esto se siente atrapada en «el expreso del caos», como usted dice, ¿qué es lo primero que le aconsejaría hacer?

Sra. Oden: ¡Una descarga mental! Todos los domingos por la tarde, cuando las cosas suelen estar más tranquilas, siéntate, escribe y empieza a enumerar todas las cosas que te agobian. No importa a qué área de tu vida pertenezcan, ni lo grandes o pequeñas que sean. Ni siquiera importa si crees que nunca tendrás tiempo para hacerlo. Si está en tu mente, escríbelo sobre el papel.

Una vez que todo esté fuera, aunque no hagas nada más con la lista, te sentirás mucho mejor. Y si quieres ir un paso más allá, puedes priorizar la lista y determinar qué cosas son más importantes, cuáles pueden esperar y cuáles puede hacer otra persona que no seas tu. Hay gente en tu vida que quiere ayudarte. A la mayoría solo hay que pedírselo. Así que pídeselo.

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