Dos bancos británicos, HSBC y Standard Chartered, han sido criticados por apoyar abiertamente una nueva ley en Hong Kong que da amplios poderes al Partido Comunista Chino.
El alto ejecutivo de HSBC en Asia, Peter Wong, firmó el miércoles una petición publicada en las redes sociales, junto con un comunicado diciendo que la llamada ley de seguridad nacional de Beijing «estabilizaría el orden social de Hong Kong».
La empresa británica Standard Chartered dijo más tarde que pensaba que la ley «traería estabilidad» a Hong Kong. Ambos bancos, que tienen su sede en Londres, se vieron presionados para respaldar la nueva ley.
Los movimientos fueron probablemente motivados por un esfuerzo para proteger sus intereses comerciales en Hong Kong, su mayor mercado único.
«Hay otros bancos disponibles»
La postura de los bancos está en desacuerdo con los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido, que se han pronunciado en contra de la propuesta de ley de Beijing.
El legislador conservador Neil O’Brien dijo en twitter que HSBC está «respaldando las represivas nuevas leyes de seguridad de Beijing, diseñadas para sofocar la libertad en Hong Kong». Y añadió que: «Hay otros bancos disponibles».
El presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Reino Unido también cuestionó por qué los dos bancos eligieron «respaldar la represión de las libertades por parte de un estado autoritario».
Los defensores de la democracia temen que la ley traiga la censura comunista a Hong Kong.
«El público, y en particular los que utilizan HSBC, tomarán sus propias decisiones con ese banco, dado su comportamiento», dijo el exsecretario de relaciones exteriores del Reino Unido, Sir Malcolm Rifkind, durante una charla el viernes organizada por el grupo de expertos en política exterior Henry Jackson Society. «Parece que hay algunas amenazas silenciosas del gobierno chino. Son muy buenos para dar amenazas silenciosas si no te atienes».
Martin Lee, exlegislador y fundador del Partido Demócrata de Hong Kong, dijo en el mismo evento que si los bancos no siguieran las órdenes de Beijing «entonces China los golpearía en todos los sentidos para hacerles más y más difícil hacer negocios en Hong Kong, y ciertamente en China también».
Agregó: «Convocaron a todos nuestros magnates a Beijing, y cada uno de ellos tuvo que seguir su ejemplo (…) Ellos miran sus negocios y dicen, ¿qué hacemos?».
Se informó que las autoridades chinas se molestaron con HSBC el verano pasado después de que se enteró que el banco entregó documentos al Departamento de Justicia de EE. UU. sobre su relación con la empresa china de telecomunicaciones Huawei. La información ayudó a construir un caso que llevó al arresto de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou.
La nueva ley «una violación» de la declaración conjunta
El anuncio de HSBC fue puesto sobre la mesa el jueves por los legisladores británicos en un debate de la Cámara de los Lores sobre Hong Kong. El ministro de derechos humanos del Reino Unido no hizo comentarios al respecto, pero reiteró que esperaba que China lo pensara de nuevo antes de promulgar la ley de «seguridad nacional» en Hong Kong.
«El Reino Unido y sus socios han sido claros con China. Imponer esta legislación de seguridad nacional sería una clara violación de las obligaciones internacionales de China, incluidas las contraídas con el Reino Unido en virtud de la declaración conjunta», dijo el ministro de derechos humanos del Reino Unido, Lord Tariq Ahmad.
El primer ministro Boris Johnson dijo que Gran Bretaña no se alejará del pueblo de Hong Kong, confirmando el miércoles que extenderá los derechos de visado a los ciudadanos de Hong Kong, elegibles para un pasaporte británico (de ultramar). Esto significa que unos 2.9 millones de hongkoneses podrían permanecer en el Reino Unido sin visado hasta 12 meses.
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