Bank of America advirtió que el impacto de la inflación en Estados Unidos aún no ha terminado y que la economía está en «recesión técnica», aunque la mayoría de la gente no sea consciente de ello.
«Estamos en recesión técnica, pero no nos damos cuenta», escribió Michael Hartnett, estratega jefe de inversiones del banco, en una nota previa a los datos de inflación de hoy.
La inflación anual en EE. UU. subió al 8.6% en mayo, el nivel más alto en 40 años, ya que factores clave como los alimentos, la energía y la vivienda no mostraron signos de disminuir. Los mercados anticipan ahora una respuesta más agresiva por parte de la Reserva Federal, lo que podría dar lugar a una mayor desaceleración económica.
En resumen, Hartnett advirtió que el «impacto de la inflación» no ha terminado, el «impacto de las tasas» no ha hecho más que empezar y el «choque del crecimiento» está en camino. También dijo que «no hay válvula de escape del punto más alto de los intereses» y que el rally del mercado bajista es «demasiado consensuado».
Tras los datos del IPC de mayo, el rally del mercado bajista de las acciones ha terminado. El Dow Jones Industrial Average se desplomó más de 800 puntos, el S&P 500 cayó casi un 2.3% y el Nasdaq Composite Index se desplomó un 3% el viernes, ya que los mercados esperan más golpes de efecto de las tasas.
El crecimiento económico del primer trimestre fue negativo en un 1.5 por ciento, y la predicción del PIB de la Fed de Atlanta para el segundo trimestre es de solo un 0.9 por ciento, dijo Hartnett.
Una recesión se define técnicamente como dos trimestres consecutivos de contracción económica. Pero, según Hartnett, la economía estadounidense está «a un par de malos datos de la ‘recesión'».
Los datos de consumo son cada vez más turbios, añadió, como demuestran la vivienda, los inventarios minoristas y el crédito al consumo. Los balances de los hogares y los consumidores también apuntan a una «recesión poco profunda».
«Lo que puede convertir lo superficial en profundo es la gran incógnita del sistema bancario en la sombra», dijo, refiriéndose a los prestamistas no bancarios, como los fondos de cobertura, que no están sujetos a la supervisión regulatoria bancaria.
Los fondos de crédito privados conceden préstamos a empresas muy apalancadas, principalmente en el mercado intermedio, que los grandes bancos no tocarían. Suelen obtener préstamos de tasa variable. Cuando las tasas de interés suban, la mayoría de estas empresas tendrán dificultades para pagar su deuda, según los analistas.
La inflación de hoy mostró que los precios de los alimentos se dispararon un 10.1 por ciento y los de la energía aumentaron un 34.6 por ciento interanual. Se espera que las persistentes subidas de una amplia gama de productos básicos, como el crudo, el gas natural, la gasolina y el gasóleo, hagan subir el IPC en los próximos meses.
Desde principios de año, señaló Hartnett, los precios del gas natural han aumentado un 141%, los de la gasolina un 91%, los del petróleo un 61%, los del mineral de hierro un 45%, los del trigo un 39% y los de la soja un 33%.
La geopolítica, el fin de la globalización y las políticas energéticas «extraordinariamente erróneas» de las siete mayores economías del mundo, incluido Estados Unidos, han dado lugar a una «crisis de las materias primas» como ninguna otra desde la década de 1970, dijo Hartnett.
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