El fiscal general William Barr dijo el lunes que no espera que la investigación del fiscal estadounidense John Durham sobre los orígenes de la investigación del FBI a Rusia, resulte en investigaciones criminales hacia el expresidente Barrack Obama y el exvicepresidente Joe Biden.
Barr hizo los comentarios durante una conferencia de prensa no relacionada, en donde reveló que probablemente ni Obama ni Biden sean investigados por el Departamento de Justicia como parte de la investigación de Durham basada en la información que posee actualmente.
«En cuanto al presidente Obama y al vicepresidente Biden, cualquiera que sea su nivel de participación basado en la información que tengo hoy, no anticipo que el trabajo del Sr. Durham conduzca a una investigación criminal hacia ninguno de los dos», dijo Barr. «Nuestra preocupación por la posible criminalidad se centra en los demás».
Esto se produce luego de que Obama y Biden se enfrentaran a un escrutinio cada vez mayor por parte de los legisladores republicanos por una posible conducta indebida durante la investigación de contrainteligencia del FBI en 2016 sobre los presuntos vínculos de la campaña de Trump con Rusia. El presidente Donald Trump ha alegado repetidamente, sin mencionar delitos específicos, que Obama y ciertos miembros de su administración estuvieron involucrados en un plan para atacar al exasesor de seguridad nacional de Trump, el teniente general Michael Flynn, y otros asociados del presidente durante 2016 y 2017.
El presidente revivió sus acusaciones en su hashtag «Obamagate» luego de varias revelaciones en las últimas semanas. Los documentos publicados a principios de este mes indicaron que Obama estaba al tanto de los detalles de las llamadas telefónicas realizadas por Flynn con el entonces embajador ruso Sergey Kislyak. Mientras tanto, una lista desclasificada de funcionarios de la administración de Obama que solicitaron desenmascarar a Flynn en los informes de inteligencia, la cual se entregó recientemente al Congreso, reveló que Biden y el entonces jefe de gabinete de Obama, Denis McDonough, estaban involucrados en las solicitudes.
Durante la conferencia de prensa, Barr fue crítico sobre los «crecientes intentos» en la última década de utilizar el sistema de justicia penal como arma política, al señalar que el Departamento de Justicia no permitirá que esto vuelva a suceder bajo su supervisión.
“La táctica legal ha sido generar denuncias de criminalidad por parte de los opositores políticos basados en las más débiles teorías legales. Este no es un buen desarrollo”, dijo Barr. “Esto no es bueno para nuestra vida política. Y no es bueno para el sistema de justicia penal».
“Mientras sea Fiscal General, el sistema de justicia penal no se utilizará para fines políticos partidistas. Y esto es especialmente cierto para las próximas elecciones en noviembre”, dijo.
Barr lamentó la «grave injusticia» que ocurrió contra Trump durante las elecciones presidenciales de 2016 y los primeros dos años de su administración, pero agregó que la investigación de Durham, que se ha convertido en criminal, no se utilizará con fines de represalia.
“Vimos emerger dos estándares diferentes de justicia, uno que se aplicaba al presidente Trump y sus asociados y el otro que se aplicaba a todos los demás. No podemos permitir que esto vuelva a suceder”, dijo Barr. “La investigación de Durham está tratando de llegar al fondo de lo que sucedió. Y determinará si se quebraron leyes federales y si las hubo, los que violaron las leyes tendrán que rendir cuentas, pero esto no puede ser y no será un ejercicio de ojo por ojo”.
«No vamos a bajar los estándares solo para lograr un resultado», agregó.
Barr dijo que la única forma de romper con el «círculo vicioso» de usar indebidamente el sistema judicial con fines políticos es restaurar un «estándar de justicia único y adecuado para todos». Agregó que las personas deben ser conscientes de que hay una diferencia entre el abuso de poder y un delito federal, citando un reciente fallo de la Corte Suprema en el caso Bridgegate.
«No todo abuso de poder, no importa cuán escandaloso sea, es necesariamente un delito federal», dijo.
Dijo que durante una época tan «dividida», era crítico que Estados Unidos celebre elecciones para permitir que el pueblo estadounidense elija entre Trump y Biden «en base a un debate sólido sobre cuestiones políticas».
“No podemos permitir que este proceso sea secuestrado por los esfuerzos para aumentar las investigaciones criminales de cualquiera de los candidatos. Y estoy comprometido a que esta elección se lleve a cabo sin este tipo de interferencia», dijo Barr. «Cualquier esfuerzo para llevar a cabo una investigación de cualquiera de los candidatos debe ser aprobado por mí».
Barr asignó a Durham a principios de 2019 para investigar los orígenes de la investigación de contrainteligencia del FBI a la campaña de Trump, y evaluar si las medidas de vigilancia hacia el asociado de la campaña de Trump, Carter Page, no tenía motivos inapropiados. Más tarde en 2019, la investigación fue señalada como una investigación criminal formal.
Esa designación le dio al equipo de Durham la capacidad de emitir citaciones, constituir un gran jurado, comparecer a los testigos a dar testimonio, y presentar cargos penales federales.
Barr indicó anteriormente que estaba «muy preocupado» por una parte de la información dada por Durham, y agregó que la investigación se inició con el fin de descubrir respuestas para «cosas que quedaron sin explicar».
«Creo que nos estamos metiendo profundamente en la situación y podremos resolver exactamente lo que sucedió», dijo Barr.
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