La nominada a la Corte Suprema por el presidente Donald Trump, Amy Coney Barrett, comenzó a reunirse el martes con los senadores como parte del proceso de investigación del Senado, comenzando con el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.).
Barrett, McConnell, el jefe de gabinete de la Casa Blanca Mark Meadows, el consejero de la Casa Blanca Pat Cipollone y el vicepresidente Mike Pence se reunieron antes de que Barrett comenzara a reunirse con otros senadores.
Pence dijo a los periodistas que Barrett es alguien «de gran carácter, de gran intelecto, que tiene una filosofía judicial que defenderá la Constitución de Estados Unidos».
«Realmente creemos que la jueza Barrett representa lo mejor de Estados Unidos, personalmente en términos de su gran intelecto, su gran trayectoria y tenemos confianza en que a medida que el pueblo estadounidense aprenda más sobre Amy Coney Barrett, estará tan inspirado como lo estuvo el presidente Trump», dijo el vicepresidente más tarde.
«Esperamos con interés una votación en el Senado en un futuro próximo y ocupar el puesto en la Corte Suprema de Estados Unidos, porque el pueblo estadounidense merece una jueza como la jueza Amy Coney Barrett. El pueblo estadounidense merece nueve jueces en la Corte Suprema de Estados Unidos».
Barrett visitará a los senadores que estén interesados en hablar con ella, dijo McConnell. Las reuniones tendrán lugar en los próximos días.
«Nos complace dar la bienvenida a la jueza Barrett para iniciar el proceso de asesoramiento y consentimiento en el Senado», dijo a los periodistas.
Trump anunció la nominación de Barrett durante el fin de semana, llamándola «eminentemente calificada para el trabajo». Barrett dijo que ella se adhiere a la filosofía judicial de la difunta jueza de la Corte Suprema Antonin Scalia, para la cual trabajó.
«Su filosofía judicial es la mía también: un juez debe aplicar la ley tal como está escrita. Los jueces no son creadores de políticas y deben ser firmes en dejar de lado cualquier punto de vista político que puedan tener», dijo en la ceremonia de nominación en el Jardín de Rosas de la Casa Blanca.
Barrett se reunió con el senador Mike Crapo (R-Idaho), quien se negó a responder si está a favor de votar por su nominación antes de las elecciones del 3 de noviembre, seguido por el senador Chuck Grassley (R-Iowa), ambos miembros del Comité Judicial del Senado.
Barrett será interrogada por los miembros del comité el mes que viene antes de que voten sobre su nombramiento al pleno del Senado.
Grassley dijo a los periodistas que Barrett «es una excelente candidata para la Corte Suprema».
Debido a que los republicanos tienen una mayoría de 53-47 en el Senado, y la mayoría apoya el voto sobre Barrett en algún momento, los analistas políticos creen que será confirmada.
Algunos demócratas del Senado prometieron hacer todo lo posible para detener la nominación, pero el segundo demócrata más poderoso de la cámara alta del congreso dijo que el partido «no puede detener» la nominación a menos que más republicanos decidan oponerse también.
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