El enfoque chino de «cero-COVID» de China que ha durado tres años ha devastado la economía y los ingresos fiscales del país, y ha mermado gravemente su base impositiva.
Al analizar la magnitud del impacto del «cero COVID» en la economía china, Zhang Tao, economista del departamento de mercados financieros del China Construction Bank, admitió en un artículo publicado en el sitio web de una empresa tecnológica china, Sina.com, el 9 de diciembre que «… también reconocemos objetivamente que la epidemia de los tres años ha afectado gravemente a las entidades microeconómicas. Las expectativas económicas del principal organismo casi han tocado fondo».
Excluyendo los factores afectados por las políticas de exenciones y desgravaciones fiscales, el cálculo muestra que la base impositiva de China se contrajo un 15% respecto al nivel de base anterior a la epidemia, dijo Zhang.
La base impositiva es la cantidad total de actividad económica sujeta a tributación por una autoridad. La base impositiva y el tipo impositivo son dos factores principales que afectan a los ingresos fiscales. Cuando el tipo impositivo permanece invariable, el aumento o la disminución de los ingresos fiscales depende de si la base impositiva aumenta o disminuye.
Con pérdidas totales en la base impositiva, es difícil lograr la recuperación económica a corto plazo simplemente mediante la «optimización de la prevención de epidemias» o la «autorreparación de las microentidades», dijo Zhang, por eso el gobierno propone emitir bonos soberanos especiales adicionales de 1 o 2 billones de yuanes el año que viene, equivalentes a unos 140,000-280,000 millones de dólares.
Los ingresos fiscales locales se reducen a cero
El Ministerio de Finanzas anunció el 12 de diciembre la emisión de bonos especiales para 2022, con un valor nominal total de 750,000 millones de yuanes (unos 105,000 millones de dólares).
La suma de los bonos, emitidos de forma continua, se utilizará para reembolsar el principal de los bonos especiales del Tesoro de 2007, según informó el Ministerio de Finanzas en una rueda de prensa celebrada el 10 de diciembre.
Los bonos especiales se emiten generalmente para recaudar fondos para fines específicos, distintos del déficit fiscal y los gastos inmediatos. En comparación con los bonos especiales, los bonos ordinarios se utilizan principalmente para cubrir el déficit fiscal.
Esta emisión especial de bonos del Tesoro deja claro que el Partido está preocupado por la actual represión económica, dijo Song Weijun, un investigador de política y economía centrado en asuntos de China, indicando que «este tipo de proceso de [cerrar el déficit fiscal] va entre el Banco Central y el Ministerio de Finanzas, similar a llevar el dinero de la mano izquierda a la mano derecha, sin oferta pública al mercado», declaró Song a The Epoch Times el 12 de diciembre.
Difiere de los anteriores bonos especiales del Tesoro emitidos en 2020 en respuesta al brote de COVID-19, que se lanzaron a través de capas y capas de aseguradoras, instituciones financieras y bancos comerciales, y luego se hicieron públicos para que los compraran ciertos inversores, dijo Song.
Consecuencias de un cierre prolongado
En las últimas semanas, se rumorea que se están produciendo infecciones masivas esporádicas en múltiples ciudades y regiones, y partes del sistema médico, incluidos hospitales, clínicas de fiebre y farmacias, están a punto de colapsar, lo que hace temer un nuevo brote de COVID-19 en China.
El 7 de diciembre, el Consejo de Estado anunció las «Nuevas Diez Reglas» que suavizan los controles de prevención de epidemias. Entre otras cosas, se permite a los pacientes asintomáticos o ligeramente enfermos permanecer en cuarentena en sus domicilios y se suprimen los controles del código sanitario para las personas que se desplazan de una región a otra. Más tarde, la Comisión de Asistencia Sanitaria de Beijing eliminó del sitio web el número total de casos confirmados, y dejó solo las estadísticas generales.
El 7 de diciembre, el Consejo de Estado anunció las «Nuevas Diez Reglas» que relajar los controles de prevención de epidemias. Entre otras cosas, se permite a los pacientes asintomáticos o ligeramente enfermos permanecer en cuarentena en sus domicilios y se suprimen los controles del código sanitario para las personas que se desplazan de una región a otra. Más tarde, la Comisión de Asistencia Sanitaria de Beijing eliminó del sitio web el número total de casos confirmados, y dejó solo las estadísticas generales.
La relajación de las estrictas políticas de prevención de epidemias se produjo tras la oleada de protestas «Hoja en Blanco» a finales de noviembre, y es una forma de calmar la indignación pública por esas normas. Pero es probable que las autoridades no tengan forma de mitigar el aumento de nuevos casos mientras surgen las repercusiones de la adhesión del Partido Comunista Chino (PCCh) a las duras medidas de cierre.
La campaña de la «Hoja en Blanco» puso fin a la dinámica del PCCh de «cero COVID», mientras los manifestantes civiles gritaban «Xi Jinping renuncia» y «PCCh renuncia», lo que suponía una amenaza vital para el poder totalitario del régimen, por lo que el PCCh tuvo que retirar sus medidas antivirus para atenuar el momento de su caída», declaró Wei Tuo, comentarista de atemas de actualidad que reside en Estados Unidos, a The Epoch Times el 10 de diciembre.
Esto también demuestra que las vacunas domésticas y las medidas de cierre son inútiles, y no ayudaron al pueblo chino a desarrollar inmunidad de grupo. Por ello, una vez que las autoridades relajen las restricciones antivirus, podrían producirse infecciones masivas en toda China, afirmó Wei.
«El pueblo chino ha sufrido durante mucho tiempo un lavado de cerebro por parte del PCCh, y la política de cero COVID es [uno de] los mayores engaños a los que se han visto sometidos los ciudadanos chinos, a costa de sus vidas y de su sangre y lágrimas», afirmó Wei, afirmando que «de creer en el PCCh a cuestionar y resistir, la gente aprendió que ya no se puede confiar en el PCCh».
«Ya nadie le creerá [al PCCh]. La caída del PCCh está condenada a acelerarse». dijo Wei.
Con información de Ellen Wan.
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