Bayer y BASF, dos empresas agroindustriales alemanas, tendrán que pagar más de 250 millones de dólares en daños a una granja de duraznos de Missouri, informó Midwest Center for Investigative Reporting.
La demanda de Bill Bader, agricultor de duraznos que originalmente apuntó contra Monsanto, fue presentada en noviembre de 2016, pero el juicio inició hasta el pasado 27 de enero de este año.
Granjas Bader alegó que está cerrando el negocio debido a los daños en sus 1000 acres (405 hectáreas) de huertos de melocotones afectados por el herbicida dicamba que se desplaza desde campos aledaños. El Midwest Center señaló que las cosechas cayeron de un promedio de 162,000 fanegas a principios de la década de 2000 a 12,000 fanegas en 2018.
Después de tres semanas de juicio, el jurado dictaminó el 14 de febrero que BASF y Monsanto, que fue adquirida por Bayer en 2018, «actuaron de manera negligente» motivo por el cual las Granjas Bader debían recibir 15 millones de dólares en daños reales por futuras pérdidas resultado del daño a sus plantaciones.
El Midwest Center señaló que Granjas Bader recibirá además 250 millones de dólares en daños punitivos.
De acuerdo con el centro, el jurado encontró que Monsanto fue negligente al liberar las semillas tolerantes a dicamba sin el herbicida. Ya que la empresa lanzó semillas de algodón en 2015 y de soja en 2016, sin los plaguicidas que las acompañan. «Muchos agricultores supuestamente fumigaron ilegalmente la dicamba en esos años, perjudicando a Bader y a otros agricultores», informó el centro.
Además culpan tanto a Monsanto como a BASF de ser descuidados en la liberación de nuevas versiones de dicamba que fueron promocionadas como menos propensas a desviarse del objetivo pero que lo hicieron y dañaron los árboles de durazno de Bader Farms.
También se determinó que ambas empresas participaron en una «conspiración para crear un desastre ecológico con el fin de aumentar los beneficios».
El 15 de febrero, Bayer anunció que planea apelar el caso, mientras que al día siguiente en la noche, Odessa Patricia Hines, una portavoz de BASF, dijo que también apelarán.
«Los herbicidas basados en Dicamba, como el herbicida Engenia®, son herramientas de importancia crítica para los cultivadores que luchan contra las malas hierbas resistentes en sus campos de soja y algodón. Las pruebas revelaron que formulamos nuestro producto Dicamba para reducir significativamente el movimiento fuera del objetivo y realizamos pruebas exhaustivas antes de recibir la aprobación de la EPA para comercializar el herbicida Engenia en 2017», dijo Hines el sábado en un comunicado por correo electrónico a Midwest Center.
Las empresas alemanas niegan que Bader sufriera daños por el pesticida, señalan como responsables a fenómenos meteorológicos, a las enfermedades y a otros problemas.
Chris Hohn, socio de Thompson Coburn, que representó a Bayer dijo al centro que «las pérdidas que reclaman no se deben a los productos de Monsanto y no se deben al dicamba».
«Creemos que la evidencia fue irrefutable por nuestros expertos de que lo que realmente está pasando en las Granjas Bader es, por desgracia, la pudrición de la raíz por el hongo armillaria que está infectando esos árboles y en última instancia, matando a esos árboles».
Midwest Center informó que las quejas por daños aumentaron en 2017, cuando Bayer y BASF lanzaron sus nuevos herbicidas, y en algunos estados tanto en 2018 como en 2019 creció el número de quejas. Cerca de 3.6 millones de acres fueron dañados, según una estimación de Kevin Bradley, un profesor de la Universidad de Missouri.
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