Una milagrosa bebé que nació cuatro meses antes y que pesó menos de una botella de vino pasó su primer Año Nuevo en casa a pesar de que solo le dieron 48 horas de vida, en dos ocasiones.
Isabella Jean Woodhouse, nació a las 25 semanas de embarazo, de su madre Shannon Jones, con un peso de tan solo 1 libra y 10 onzas (aprox. 737g.). Era lo suficientemente pequeña como para caber en la mano de su madre.
La pequeña niña era tan prematura que Shannon, de 23 años, encargada de limpieza, y su compañero Jordan Woodhouse, de 27 años, asistente de apoyo conductual, pudieron ver su diminuto corazón latiendo a través de su transparente piel.
Los médicos le dijeron a la pareja que ella tenía «un cincuenta por ciento de probabilidades» de superar los dos primeros días de su vida. La niña tuvo que luchar de nuevo por su vida cuando les diagnosticaron sepsis a las dos semanas de vida.
Sin embargo, la luchadora Isabella Jean, que ahora pesa 8 libras (aproximadamente 4 kg), se negó a rendirse y se las arregló para llegar a casa desde el hospital a tiempo para ver una nueva década a sus orgullosos padres y a su hermano mayor Isaac, de 4 años.
La madre cariñosa Shannon expresó: «Es una luchadora y definitivamente es nuestra milagrosa bebé.
«Todavía es un poco pequeña para su edad y está tomando medicamentos para su corazón, pero está en casa y eso es lo principal.
«Nos sentimos muy afortunados de tenerla en casa, estamos súper orgullosos de ella.
«No se dio por vencida, estaba decidida a superarlo todo».
Shannon definitivamente considera a Isabella Jean como una «milagrosa bebé» después de ser diagnosticada con el síndrome de ovario poliquístico (SOPQ).
A la madre le dijeron después del nacimiento de su hijo Isaac que, si volvía a quedar embarazada, no tendría éxito. Sin embargo, Isabella Jean demostró que todos los que la criticaban se equivocaban y nació en el Royal Lancaster Infirmary en junio de 2019.
Shannon fue trasladada de urgencia al Royal Preston Hospital, donde le dijeron a la pareja que sus posibilidades de supervivencia eran escasas. Después del nacimiento de Isabella Jean, le administraron medicamentos y calmantes, pero temió lo peor cuando su preciosa recién nacida no estuvo con ella cuando volvió en sí.
Comentó: «Cuando volví en sí, miré a mi lado y no había ningún bebé. Estaba en una unidad totalmente diferente y no sabía lo que le había sucedido.
«Hay tantas cosas que pasaron por tu cabeza».
«Pensé: ¿En qué clase de madre me convierte eso si no puedo estar con ella mientras ella toma su último aliento?».
Shannon añadió: «No podíamos tocarla ya que su piel se quemaba; todo lo que podíamos hacer era sentarnos y ver a nuestro bebé luchar por su vida, era horrible.
«Pasó una semana antes de que pudiéramos tocar su piel. Nos dijeron que teníamos un 50 por ciento de probabilidades de que cumpliera las primeras 48 horas.
«Fue lo peor que he escuchado en mi vida».
«Sabíamos que iba a llegar antes de tiempo porque yo rompí bolsa a las 23 semanas».
«Expresaron que mi fuente podía regenerarse y que podía llegar a término, pero tratamos de prepararla para que viniera antes».
«El limite de interrupción era a las 24 semanas. Si hubiera nacido a las 24 semanas y no estuviera respirando, no la habrían ayudado a respirar. Afortunadamente nació una semana después del límite».
Shannon continuó: «Ella estuvo bien hasta que tuvo cinco días de edad. Pasé todo el día con ella mientras mi pareja estaba en el trabajo.
«Volví al hotel, comí algo y él me llamó y me dijo ‘tienes que volver a la unidad'».
«Había unas seis enfermeras alrededor de la incubadora. Me tiré al suelo porque pensé que había muerto y no estaba allí con ella».
La recién nacida había sido llevada a una unidad de cuidados intensivos neonatales especializada y contrajo sepsis a las dos semanas, cuando los médicos volvieron a decir a Shannon y Jordan que se prepararan para lo peor.
Isabella Jean también sobrevivió a una operación de emergencia por un orificio en su válvula cardíaca durante su estadía de tres meses en el hospital.
Shannon añadió: «Fue una operación sencilla, pero para mí fue como una cirugía cerebral». Era muy pequeña y no sabíamos si lo lograría.
«En cada bache del camino, pensaba que era la última vez que la veríamos».
Ahora, Shannon está pidiendo más ayuda para los padres que tienen bebés prematuros.
Ella expresó: «Siento que no recibí la ayuda que necesitaba para enfrentar el trauma. Nadie entiende lo difícil que es la sala de neonatología hasta que estás allí».
«Es muy difícil de procesar y después de tres meses de estar allí empecé a tener fiebre de cabaña. Tiene un efecto enorme en tu salud mental».
«Creo que más gente debería saber sobre los peligros del nacimiento prematuro y el efecto que tiene en los niños y en los padres.
«Más gente necesita hablar de ello, hay ayuda allí fuera».
***
Descubre
Mujer en EE.UU. recibe desesperada nota de SOS de un chino encarcelado en campo de trabajo forzado
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.