Un bebé prematuro de tan solo dos días de vida falleció a causa del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como nuevo coronavirus, en Sudáfrica, de acuerdo con los últimos datos oficiales, lo que supone una de las muertes más tempranas registradas en este país.
Los datos, facilitados anoche por el Gobierno del presidente, Cyril Ramaphosa, indican que la madre y el bebé había dado positivo en las pruebas del virus del PCCh.
«Desgraciadamente hemos registrado el primer fallecimiento neonatal relacionado con la COVID-19. El bebé tenía 2 días y nació prematuramente. El bebé tenía dificultades pulmonares que requirieron apoyo por ventilación (pulmonar) inmediatamente después de su nacimiento», lamentó el Ministerio de Salud sudafricano, en un comunicado difundido a última hora del miércoles, donde anunciaron 26 nuevas muertes.
El bebé fallecido es la víctima mortal más joven registrada en Sudáfrica por la COVID-19.
En el caso de este bebé sudafricano, los problemas planteados por la enfermedad se veían acrecentados por su condición prematura.
Sudáfrica, con 18,003 casos y 339 fallecidos, es el país más golpeado por la pandemia de toda África, donde hay casi 95,000 casos, con menos de 3000 muertos.
Pese a las duras medidas de confinamiento impuestas de forma temprana, la lenta desescalada actual y la estrategia de salir a hacer test masivos, Sudáfrica está experimentando esta semana una aceleración de la epidemia, con cifras cercanas al millar de casos nuevos cada día que se concentran sobre todo en la región del Cabo Occidental (donde se encuentra Ciudad del Cabo).
En general, África no está viviendo los aumentos explosivos de los contagios que se vieron en Europa y Estados Unidos, gracias en gran medida a las reacciones rápidas y drásticas de la mayor parte de países del continente, sabedores de la fragilidad de sus sistemas de salud.
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