Mientras Estados Unidos aún sigue tambaleándose por la pandemia y atravesando un cambio de administración, el Partido Comunista Chino ve ahora una «ventana de oportunidad» para acelerar los planes de expansión de su territorio en la región asiática, según un ex alto oficial de inteligencia de la Marina de Guerra estadounidense.
«Es un momento muy peligroso para la región, ya que Beijing está tratando de avanzar en su estrategia y en su cronograma», dijo James Fanell, que anteriormente sirvió como director de inteligencia para la Flota del Pacífico de Estados Unidos, en una entrevista con NTD, medio asociado de The Epoch Times, el 9 de abril.
En las últimas semanas, el régimen chino acumuló más de 240 buques de milicia en el disputado Arrecife de Whitsun, en el mar de China Meridional, un área que se encuentra dentro de la zona económica exclusiva de Filipinas de 200 millas (322 km). Filipinas presentó una protesta diplomática ante Beijing y envió una fuerza naval para patrullar la zona. La semana pasada, Estados Unidos concentró sus buques de guerra en la región, incluyendo un grupo de ataque con portaviones y un grupo anfibio. A partir del 13 de abril, solo un puñado de buques chinos permanecen en el arrecife, según Filipinas.
Fanell, ahora miembro del Gobierno del Centro de Política de Seguridad de Ginebra, dijo que las acciones de Beijing servían para probar a la Administración Biden. Si el régimen no ve «una fuerte resistencia por parte de la Administración Biden», dijo, podría acelerar sus planes de emprender acciones militares contra Taiwán, y en el mar de China Meridional y el mar de China Oriental.
Durante el último año, Beijing ha intensificado su agresión militar contra Taiwán, enviando aviones militares cerca de la isla autogobernada casi a diario. El 12 de abril, el régimen envió la cifra récord de 25 aviones, incluidos cazas y bombarderos con capacidad nuclear, a la llamada zona de identificación de defensa aérea de la isla.
Citando los avances militares del régimen chino y su creciente firmeza respecto a la región, el almirante estadounidense Philip Davidson, jefe del Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos (INDOPACOM), dijo al Senado en marzo que Beijing podría invadir Taiwán en los próximos seis años. El almirante John Aquilino, nominado para sustituir a Davidson como jefe del INDOPACOM, en su audiencia de confirmación a finales de ese mes, se negó a establecer un calendario, pero dijo que la amenaza de una invasión china está «mucho más cerca de nosotros de lo que la mayoría piensa».
«Cuando dicen eso, eso debería hacer que la gente realmente se despierte y preste atención», dijo Fanell, sobre las advertencias de los dos almirantes.
Aunque los analistas han predicho que el régimen no actuará hasta después de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022, en febrero, el enfoque de Fanell hacia Beijing es «esperar lo inesperado».
«Todos los indicadores sugieren que se están acercando mucho al momento de hacer una maniobra [contra Taiwán]», dijo.
Fanell cree que los militares chinos y otros miembros de la línea dura dentro del Partido Comunista Chino (PCCh) están «discutiendo a gritos» que ahora es el mejor momento para tomar Taiwán. Si el PCCh espera hasta después de 2022, se arriesgará a que el Partido Republicano recupere el control de la Cámara de Representantes y, posteriormente, de la Casa Blanca, arriesgándose así a que Estados Unidos adopte una «línea dura mucho más demostrable» contra el régimen, dijo.
Estos funcionarios del PCCh están argumentando que «no podemos permitirnos esperar demasiado tiempo mientras Estados Unidos se rearma y se reequipa» para poder derrotar la estrategia del PCCh de invadir Taiwán, dijo. «Esas discusiones están teniendo lugar ahora mismo [dentro del PCCh]».
«Me preocupa mucho que China pueda decidir hacer algo muy pronto», añadió.
Para disuadir al PCCh, Estados Unidos debe ser más asertivo en el plano diplomático a la hora de denunciar las depredaciones del régimen, y aumentar sus esfuerzos para contrarrestar la propaganda china, según Fanell. En el frente militar, Estados Unidos debería desplegar fuerzas para «interponerse en lo que hace China» en zonas como el mar de China Meridional.
«El objetivo es decirle a la República Popular China, y a Xi Jinping, y al Partido Comunista Chino, que no se puede simplemente intimidar a la gente porque se es una nación grande. Así no funciona el mundo, y no lo vamos a tolerar», dijo.
«Beijing tiene que entender que si realmente intentan hacer lo que creen que pueden hacer, entonces lo pagarán caro».
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