Una fuente cercana a altos funcionarios chinos reveló que el líder del Partido Comunista, Xi Jinping, quedó estupefacto por la victoria aplastante del campo prodemocrático de Hong Kong durante las elecciones distritales de la ciudad. La directora ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, confiaba en que el partido pro Beijing «definitivamente ganaría», permitiendo así que las elecciones se celebren según lo programado.
El infiltrado, quien eligió permanecer en el anonimato debido a la delicadeza del asunto, habló con la edición en chino de The Epoch Times el 3 de diciembre. Él reveló que funcionarios de la Oficina de Enlace de Hong Kong, la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao (los dos organismos principales de Beijing que manejan los asuntos de Hong Kong), y Carrie Lam juzgaron mal la situación e informaron a las autoridades centrales que las elecciones locales deberían tener lugar.
“En particular, Lam fue la más resuelto entre ellos. Ella dijo que los manifestantes tendrían que aceptar su derrota después de las elecciones, y luego no tendrían nada que decir”, dijo la fuente. «Ahora el resultado es todo lo contrario de lo que Beijing esperaba, hasta hoy, las autoridades chinas no han ideado ningún plan apropiado para responder a los resultados electorales. La conmoción es tan fuerte que en este momento dentro del liderazgo superior, sigue siendo un desastre total».
Las elecciones del Consejo de Distrito de Hong Kong el 24 de noviembre, la primera ronda de elecciones locales luego del comienzo de las protestas en junio, sirvieron como indicador de las protestas en favor de la democracia.
Entre un total de 452 escaños en 18 distritos, los candidatos democráticos obtuvieron 388 escaños en el consejo de distrito, mientras que el campo pro Beijing ganó 59 escaños.
Con los residentes de Hong Kong llegando a números récord para emitir sus votos, la gran victoria del campo democrático le dice a Beijing que la mayoría de los habitantes de Hong Kong apoyan a los manifestantes en favor de la democracia y condenan el manejo de las protestas por parte de las autoridades.
La fuente reveló que Lam dio dos razones para explicar por qué insistió en que las elecciones se celebraran según lo programado.
“Primero, cancelar o retrasar las elecciones generaría críticas internacionales, así como muchos otros resultados negativos. En segundo lugar, Lam pensó que la mayoría de los ciudadanos de Hong Kong querían restaurar su vida normal y se estaban cansando de las protestas. Así que ella creía que la mayoría de los hongkoneses votarían por los candidatos pro Beijing”.
A excepción de algunos grupos de medios independientes en Hong Kong, como Apple Daily, The Epoch Times y Stand News, una gran cantidad de publicaciones de Hong Kong han defendido reiteradamente las opiniones a favor de Beijing: intentan convencer a sus lectores de que los manifestantes son la causa principal de violencia y la mayoría de los habitantes de Hong Kong están en contra de ellos.
En China continental, los medios de comunicación estatales incluso fabrican noticias falsas, retratando a la policía de Hong Kong como héroes patrióticos y denigran a los manifestantes llamándolos «agitadores».
Según la fuente, el día de las elecciones, la Oficina de Enlace de Hong Kong envió personas a todos los colegios electorales por la mañana. Cuando se enteraron de que muchos ciudadanos mayores estaban en las urnas, informaron a Beijing que el campo pro Beijing definitivamente ganaría, porque creían que la mayoría de las personas mayores desaprueba las protestas.
“Algunos medios occidentales revelaron que al menos siete medios estatales chinos, incluido el Global Times, habían preparado un informe para celebrar la victoria del candidato [pro-Beijing] Junius Ho Kwan-yiu antes de que salieran los resultados finales. De hecho, eso sucedió, y fue porque Beijing había creído que la mayoría de las personas mayores eran sus partidarios”, dijo.
Cuando el campo democrático reclamó la victoria, las autoridades chinas decidieron no hablar del tema. «Estaban completamente perdidos», dijo la fuente.
Los funcionarios chinos no están satisfechos con el manejo de las protestas por parte de la Oficina de Enlace de Hong Kong. Reuters informó anteriormente que Beijing planea reemplazar al jefe de la Oficina de Enlace, Wang Zhimin. La fuente le dijo a The Epoch Times que Wang podría ser sometido a castigos disciplinarios, y Beijing ahora está buscando un candidato para reemplazarlo.
«Lo más probable es que, en lugar de promover a un funcionario chino que ya esté en el sistema de Hong Kong, Beijing prefiera elegir a una persona nueva fuera de Hong Kong», dijo.
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