Análisis de noticias
Los Juegos Olímpicos de Invierno celebraron la ceremonia de apertura en Beijing el 4 de febrero, a la que asistieron representantes de 23 países. Entre ellos había cinco líderes estatales de Asia Central que acudieron después de que China prometiera una donación de 500 millones de dólares.
Beijing ofreció lucrativos acuerdos comerciales en un intento de persuadir a los líderes de Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán para que asistieran a los Juegos, escribió el comentarista de asuntos chinos Zhong Yuan en su columna del 3 de febrero en la edición en chino de The Epoch Times.
En una cumbre por video el 25 de enero, el mandatario chino Xi Jinping prometió que China importaría más de sus productos y que suministraría 50 millones de dosis de la vacuna contra la COVID-19 a los países de Asia Central. Xi también dijo que China donaría 500 millones de dólares y ofrecería formación a 5000 personas en diversas industrias durante un periodo de tres años, al tiempo que proporcionaría 1200 becas durante cinco años.
El presidente ruso Vladimir Putin también asistió a la ceremonia de apertura de los Juegos para mostrar su apoyo, aunque fue captado por las cámaras dormitando y desplomado en una silla, según el diario británico Independent.
«El régimen chino debe haber gastado más dinero para que el presidente ruso Vladimir Putin asista a la ceremonia. Solo tiene un propósito: la propaganda», según Zhong.
Putin llegó a Beijing el 4 de febrero y se reunió con Xi antes de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos. Durante las conversaciones, Putin desveló nuevos acuerdos de petróleo y gas entre Rusia y China por un valor estimado de 117,500 millones de dólares. Además, China prometió comprar más trigo y otros productos a Rusia en el futuro.
Entre los demás líderes y representantes estatales que asistieron a la ceremonia de apertura se encuentran el presidente egipcio Abdel Fattah Al-Sisi, el presidente serbio Aleksandar Vucic, el presidente argentino Alberto Fernández, el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso, el presidente de la Asamblea Nacional de Corea del Sur Park Byeong-seug y la princesa Maha Chakri Sirindhorn de Tailandia.
Preocupación por los derechos humanos
Para Beijing se ha convertido en un reto ocultar a la comunidad internacional sus abusos contra los derechos humanos durante los Juegos.
Algunos países —entre ellos Estados Unidos, el Reino Unido, Australia y Canadá— organizaron boicots diplomáticos por el historial de derechos humanos del régimen chino.
Las informaciones que dan agentes oficiales, organizaciones no gubernamentales, medios de comunicación occidentales y disidentes chinos muestran que el régimen chino ha perseguido y detenido a millones de personas de minorías étnicas y grupos religiosos, incluidos uigures musulmanes y practicantes de Falun Gong, así como a disidentes y peticionarios que han denunciado los abusos de Beijing. Estas atrocidades van en contra del espíritu olímpico.
«El objetivo del Movimiento Olímpico es contribuir a la construcción de un mundo pacífico y mejor mediante la educación de la juventud a través del deporte practicado sin discriminación de ningún tipo y con el espíritu olímpico, que requiere la comprensión mutua con un espíritu de amistad, solidaridad y juego limpio», según la página web oficial del Comité Olímpico Internacional.
La estrella del tenis chino Peng Shuai presentó acusaciones de agresión sexual contra el exviceprimer ministro Zhang Gaoli en noviembre del año pasado. Desde entonces, el paradero y la seguridad de Peng se han convertido en una preocupación mundial.
La política china de cero COVID
Beijing aplicó estrictas medidas de COVID durante los Juegos. Por ejemplo, todos los pasajeros aéreos que viajan a China deben dar negativo en las pruebas antes de poder subir al avión.
Entre los atletas internacionales y el personal relacionado, como los entrenadores, que llegaron a Beijing entre el 23 de enero y el 3 de febrero, alrededor de 308 dieron positivo a la COVID-19 y fueron aislados en hospitales o en centros de cuarentena, según varios medios de comunicación estatales chinos. También fueron sometidos a un rastreo de contactos. A sus contactos cercanos se les prohibió asistir a los Juegos y los atletas no pudieron entrenar. La atleta belga de skeleton Kim Meylemans se encuentra entre los llamados contactos cercanos. Los que fueron autorizados a entrar en la villa olímpica deben seguir haciéndose la prueba COVID todos los días.
«No se excluyen los falsos positivos», dijo a The Epoch Times el 31 de enero el Dr. Sean Lin, microbiólogo y antiguo director del laboratorio del Instituto de Investigación del Ejército Walter Reed. «Las pruebas inexactas pueden hacer que un atleta sin virus dé positivo».
Los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 comenzaron el 4 de febrero y se desarrollarán hasta el 20 de febrero en tres zonas: Beijing, Yanqing y Zhangjiakou.
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