Beijing mata el espíritu navideño mientras endurece su control sobre la sociedad

Por Antonio Graceffo
31 de diciembre de 2021 6:41 PM Actualizado: 31 de diciembre de 2021 6:41 PM

Análisis de noticia

China canceló la Navidad este año, alegando que estaba dañando la cultura tradicional china y advirtió a su gente que evitara la influencia occidental. Este es solo el último paso en la nueva política del líder chino Xi Jinping de endurecer el control social, mientras que China se va aislando.

Las celebraciones navideñas se hicieron populares por primera vez en la década de 1990, principalmente entre los jóvenes. El principal catalizador fueron los centros de enseñanza de inglés, ya que la Navidad nunca se celebró en las escuelas públicas chinas. Muchos chinos suelen comenzar a asistir a clases de inglés a los 3 o 4 años y, por lo tanto, cuando comienzan la escuela secundaria, la Navidad se ha convertido en una característica habitual de su infancia.

Para la gran mayoría de los chinos, la Navidad nunca se celebró como una fiesta religiosa. En cambio, se centró en Santa Claus, y en los niños decorando árboles, cantando canciones y recibiendo regalos. Como estudiantes universitarios y adultos jóvenes, esta generación que creció celebrando la Navidad organizó fiestas e hizo compras.

En algunos años, el Partido Comunista Chino (PCCh) fomentó las celebraciones comerciales navideñas, por el impulso que dieron a la economía. En otros años, por temor a la influencia extranjera y la pérdida de control, el PCCh restringiría las festividades navideñas.

Desde el comienzo de la guerra comercial entre EE. UU. y China, se ordenó a los gobiernos locales que prohibieran las grandes celebraciones navideñas. Sin embargo, en la mayoría de los años, a los centros comerciales y a las tiendas se les permitió colocar decoraciones y realizar promociones de ventas festivas.

Sin embargo, este año se prohibió la Navidad, incluso en los lugares de culto. Un edicto del gobierno prohibió a los profesores y estudiantes «organizar cualquier evento de celebración de esta festividad occidental». En Nanyang, los funcionarios del gobierno le dijeron al centro comercial local que tenía que quitar las decoraciones. En la ciudad de Lanfang, se cancelaron las actuaciones navideñas. Y en otras ciudades, se retiraron pancartas y luces de los espacios públicos.

A los miembros del PCCh se les disuadió de asistir a las fiestas navideñas, y en su lugar se les pidió que actuaran como «modelos de adhesión a la cultura tradicional china». Se instó a que los ciudadanos notifiquen si hay personas violando las reglas de prohibición de Navidad.

Prohibir la Navidad es solo un ejemplo más del aumento de las restricciones de Xi a la sociedad civil. Pero esto parece contrario a su estrategia general de crear una cultura de consumo y depender del consumo, en lugar de las exportaciones, para impulsar la economía china.

El Partido emitió un documento que dice, «El día de ‘Navidad’ o ‘Noche Santa‘ (…) está impregnado de una profunda cultura religiosa occidental», alegando que «algunas naciones occidentales confían en su tecnología y cultura avanzadas para difundir sus valores y estilo de vida en China, atrayendo a nuestros jóvenes”. El documento anima a los ciudadanos a promover la cultura china y evitar la cultura occidental.

Un guardia de seguridad usando mascarilla facial en la iglesia de San José durante una misa en la víspera de Navidad en Beijing el 24 de diciembre de 2020. (Noel Celis/AFP a través de Getty Images)

El PCCh ya había cerrado eficazmente los centros de tutoría en inglés, que eran los principales proveedores de Navidad. Bajo una de las muchas reglas nuevas de Xi que restringen las libertades civiles, tales centros de tutoría tenían prohibido aceptar inversiones extranjeras y obtener ganancias. Se cerraron grandes cadenas como VIPKid, que en un momento fue valorada en USD 3000 millones, empleó a 90,000 maestros y tenía casi 1 millón de estudiantes chinos.

El cierre de los centros privados de tutoría en inglés reducirá en gran medida el número de niños expuestos a la Navidad, garantizando que la costumbre finalmente desaparecerá. El PCCh también está impidiendo que los niños chinos aprendan inglés. Esto los hará menos capaces de ganarse la vida o estudiar en el extranjero en el futuro. Además, la falta de conocimientos de inglés será un impedimento más, lo que evitará que nuevas ideas entren en China.

A medida que el país se aisla y se desalienta la cultura extranjera, se promueve el nacionalismo a través de los medios de comunicación. La película patriótica de la guerra de Corea, «La batalla en el lago Changjin«, ha sido uno de los mayores éxitos de taquilla en la historia del cine chino. Hasta ahora, la película ha ganado USD 905 millones, solo perdiendo frente a «Spider-Man: No Way Home» y «No Time to Die». La película describe los heroicos sacrificios hechos por las tropas chinas que derrotaron solos a los estadounidenses durante la Guerra de Corea, liberando a Corea de las garras del capitalismo. Los líderes de opinión en redes sociales pidieron al pueblo chino que renunciara a celebrar la Navidad como tributo al sufrimiento de los soldados representados en la película.

La promoción de los éxitos de taquilla chinos ayudará a disuadir a los espectadores de ver películas estadounidenses. La propaganda del PCCh ya no tendrá que competir con ideas e información contradictorias del exterior. Y esto puede ayudar a reclutar a jóvenes para unirse al Partido Comunista, que estaba luchando por nuevos reclutas hace solo unos años.

En esta segunda Revolución Cultural, Xi se ha posicionado como el salvador tanto de la cultura china como del PCCh. También puede ser el hombre que mató a la gallina de los huevos de oro, ya que sus políticas hicieron que la economía se desacelerara.


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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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