Beto O’Rourke anunció su candidatura a la gobernación de Texas el lunes. El nuevo candidato señaló al gobernador en ejercicio Greg Abbott, quien busca un tercer mandato.
“Me postulo para servir a la gente de Texas y quiero asegurarme de que tengamos un gobernador que sirva a todos, que ayude a unir a este estado para que hagamos las cosas realmente grandes que tenemos ante nosotros y superar las pequeñas y divisivas políticas de Greg Abbott”, dijo O’Rourke en una entrevista con The Texas Tribune. «Es hora de cambiar».
Una vez que fue congresista, O’Rourke llamó la atención nacional cuando casi derrocó al senador Ted Cruz (R-Texas) en 2018, perdiendo por solo un margen del tres por ciento. O’Rourke entró en la elección presidencial de 2020, pero se retiró antes de que comenzaran las primarias.
En un video publicado el lunes en el sitio web de su campaña, O’Rourke criticó las «políticas extremistas de Abbott en torno al aborto, a la portación sin permiso de armas, incluso en las escuelas». Afirmó que esas políticas solo dividen a los tejanos y evitan que los tejanos trabajen juntos en las «cosas realmente importantes».
«Aquellos en posiciones de confianza pública han dejado de escuchar, servir, prestar atención y confiar en la gente de Texas», dijo O’Rourke en un video, culpando al gobierno de Abbott de que millones de texanos se quedaran sin electricidad durante la tormenta de nieve de febrero. “Y por eso no están enfocados en las cosas que realmente queremos que hagan, como asegurarnos de que tengamos una red eléctrica en funcionamiento, o que estemos creando los mejores trabajos en Estados Unidos aquí mismo en Texas, o que tengamos escuelas de clase mundial, o que progresemos en las cosas en las que la mayoría de nosotros estamos de acuerdo, como expandir Medicaid o legalizar la marihuana».
Abbott respondió en su cuenta de Twitter que O’Rourke quiere «imponer el socialismo». Abbott dijo que O’Rourke quitaría los fondos a la policía, acabaría con los trabajos bien pagados vinculados al petróleo y el gas, permitiría políticas fronterizas abiertas, apoyaría las políticas del presidente Joe Biden y le quitaría sus armas a la población.
“Desde los imprudentes llamados de Beto O’Rourke para desfinanciar a la policía hasta su peligroso apoyo a las políticas de fronteras abiertas a favor de la Administración Biden, que han resultado en miles de muertes por fentanilo, Beto O’Rourke ha demostrado que tiene más cosas en común con el presidente Biden que las cosas que tiene en común con los tejanos”, dijo el portavoz de la campaña de Abbott, Mark Miner, en un comunicado. «Lo último que necesitan los tejanos es que la agenda liberal radical del presidente Biden llegue a Texas bajo el disfraz de Beto O’Rourke».
La campaña de Abbott lanzó anuncios contra O’Rourke mucho antes de que anunciara su candidatura. En uno de dichos anuncios, se ve una representación de avisos relacionados con la campaña de O’Rourke diciendo: «Demonios, sí, vamos a llevarnos tu AR-15, tu AK-47».
El domingo, la campaña de Abbott lanzó un nuevo anuncio titulado «Bloqueemos la crisis fronteriza de Biden», sobre la cual O’Rourke le dijo a la multitud: «No necesitamos muros para resolver un problema que no tenemos». O’Rourke también le dijo a un periodista en la frontera: «Sí, derribaría el muro».
Con su capacidad para recaudar fondos y hacer campañas, los demócratas han considerado a O’Rourke como un candidato apropiado para enfrentar a Abbott.
«Beto O’Rourke entra en la carrera electoral por la gobernación con el mayor reconocimiento y capacidad de recaudación de fondos de cualquier rival demócrata en una generación», dijo Ed Espinoza, presidente de Progress Texas, en un comunicado, informó The Hill.
En una encuesta más reciente, realizada por la Universidad de Texas y Texas Tribune Polls, Abbott superó a O’Rourke por nueve puntos, con el 50 por ciento de los votantes registrados con una opinión desfavorable hacia O’Rourke.
La encuesta también mostró que Abbott no tiene competidores significativos dentro de los republicanos.
Con la caída del índice de aprobación de Biden, la candidatura a gobernador de O’Rourke sería una lucha difícil. El expresidente Donald Trump ganó en Texas por más del 5 por ciento y ya le dio su respaldo a Abbott.
Abbott también cuenta con el respaldo de Ted Cruz y del fiscal general de Texas, Ken Paxton.
«Los votantes de Texas ya han rechazado a Beto O’Rourke para un cargo estatal y lo volverán a hacer ahora que saben lo radical que es en realidad», dijo la portavoz de la Asociación de Gobernadores Republicanos, Joanna Rodríguez, en un comunicado. «Beto 2.0 prometió confiscar las armas de fuego de los ciudadanos respetuosos de la ley, se comprometió a derribar las barreras físicas a lo largo de la frontera, apoyó las regulaciones que acabarían con más de un millón de puestos de trabajo en todo el estado y que aumentarían los impuestos y el costo de vida de las familias y las pequeñas empresas. No se sabe hasta dónde llegará Beto 3.0».
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