El presidente Joe Biden dijo que mientras Colonial Pipeline regresa a sus operaciones online luego de un ataque de software malicioso la semana pasada, los americanos no deberían comprar por pánico y acumular combustible, pero advirtió que la escasez podría continuar en el futuro cercano.
“El combustible está comenzando a fluir a la mayoría de los mercados a los que dan servicio y deberían estar alcanzando la capacidad operativa total mientras hablamos”, dijo en la Casa Blanca el jueves, pero señaló que “no sentiremos los efectos en las gasolineras de inmediato. »
«Esto no es como encender un interruptor de luz», dijo Biden. «Sé que ver filas en las gasolineras o estaciones de servicio sin gasolina puede ser extremadamente estresante», agregó, «pero esta es una situación temporal».
El operador del sistema Colonial Pipeline de 5500 millas, que se extiende desde la costa del Golfo hasta Nueva York, confirmó que pudo reiniciar sus operaciones el miércoles por la noche.
El sistema es crucial para el suministro de combustible a partes del sureste de los Estados Unidos. Esta semana, las estaciones de servicio en Carolina del Norte, Tennessee, Carolina del Sur, Florida, Alabama, Maryland, y otros lugares informaron escasez de combustible, según el sitio web de analistas GasBuddy.
Mientras tanto, se vieron largas filas en las estaciones, lo cual provocó que otros automovilistas llenaran sus tanques–así como los botes de gas–por temor a una escasez, según Patrick De Haan de GasBuddy en una entrevista el miércoles con The Epoch Times.
Biden también se refirió al ataque del software maligno y citó un informe del FBI al decir que los funcionarios «no creen que el gobierno ruso esté involucrado en este ataque». Sin embargo, dijo que lo más probable es que los ciberdelincuentes vivan en Rusia y pidió al Kremlin que tome una «acción decisiva» contra ellos.
El FBI dijo que un grupo de hackers que se hace llamar Darkside estuvo detrás de la irrupción del oleoducto. Mientras tanto, según un comunicado de Darkside a los medios de comunicación esta semana, el grupo dijo que es apolítico y dijo que «nuestro objetivo es ganar dinero».
El presidente también utilizó el anuncio para promover su paquete de infraestructura multimillonario y dijo que es crucial que el proyecto de ley se apruebe en medio del cierre del oleoducto y semanas después de la escasez de combustible en Texas durante las temperaturas bajo cero. Estados Unidos, afirmó, no va a «ganar el siglo XXI» contra China sin una «infraestructura moderna».
Biden dijo que él y los líderes republicanos del Congreso se reunirán nuevamente para un acuerdo de infraestructura el jueves por la tarde. Los republicanos se han mostrado reacios al monto de los dos proyectos de ley de infraestructura de Biden–USD 4 billones–y dijeron que la legislación incluye una serie de disposiciones innecesarias no relacionadas con las infraestructuras tradicionales, como puentes, carreteras y tuberías.
Durante su primera ronda de conversaciones el miércoles, el líder de la minoría Mitch McConnell (R-Ky.) y el líder de la minoría de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy (R-Calif.) dijeron que se opondrían a los aumentos de impuestos para cubrir el costo del gigantesco paquete. Los dos se reunieron con Biden, con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), y con el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.) en la Casa Blanca.
“No estamos interesados en reabrir la ley de impuestos de 2017. Ambos le dejamos eso claro al presidente. Esa es nuestra línea roja», dijo McConnell a los periodistas, mientras que McCarthy dijo: Aumentar los impuestos sería el mayor error que podría cometer».
Algunos republicanos también han expresado su preocupación de que los enormes proyectos de ley provoquen un aumento de la inflación luego de que el índice de precios al consumidor subiera un 4.2 por ciento desde abril de 2020 hasta abril de 2021.
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