El presidente Joe Biden promocionó los progresos que se están realizando para reducir la gran inflación de Estados Unidos, a pesar de que el costo de vida sigue siendo una carga para los hogares estadounidenses.
Durante un discurso la tarde del 12 de septiembre en el Aeropuerto Logan de Boston, Massachusetts, Biden dijo que su administración era optimista de que el país estaba “en el camino correcto” en lo que respecta a abordar la inflación.
“Estamos viendo signos esperanzadores de progreso en la inflación”, dijo Biden. “El precio de la gasolina, cuando algunos dijimos que no —de que lo que yo estaba haciendo no haría ninguna diferencia— bueno, ¿adivinen qué? Ha bajado $1.30 desde el comienzo del verano y sigue bajando”.
“La inflación disminuyó en julio”, añadió Biden. “Yo dije la primavera pasada que nuestra principal prioridad económica era reducir la inflación sin renunciar a todos los avances en cuanto a trabajadores estadounidenses logrados en el último año. Pero hay más que hacer, mucho más que hacer. El pueblo estadounidense debería tener confianza en que estamos en el camino correcto, que estamos viendo un progreso real”.
Los comentarios de Biden se produjeron pese a que la inflación alcanzó el 8.5 por ciento interanual en julio y los precios de los alimentos aumentaron un 10.9 por ciento interanual, la tasa más rápida desde la década de 1970, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.
Mientras tanto, el índice de alimentos en el hogar aumentó un 13.1 por ciento en los últimos 12 meses. Los precios de la gasolina cayeron un 7.7 por ciento en julio, pero con un alza del 44 por ciento anual.
Hogares en apuros
Los datos oficiales de agosto recién publicados este martes (actualización) indican que la tasa de inflación anual de Estados Unidos llegó al 8.3 por ciento, por encima del pronóstico del mercado del 8.1 por ciento, según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS). Algunos expertos habían predicho que la inflación se reduciría en poco más del uno por ciento.
Una encuesta de Gallup publicada a principios de este mes encontró que la mayoría de los estadounidenses están luchando con dificultades financieras debido al aumento de la inflación.
La encuesta encontró que el 56 por ciento de los estadounidenses dice que los aumentos de precios están causando dificultades financieras en su hogar, frente al 49 por ciento registrado en enero y el 45 por ciento en noviembre. Entre los encuestados, el 12 por ciento describió las dificultades como severas y el 44 por ciento como moderadas.
La encuesta encontró que las dificultades financieras estaban afectando tanto a los estadounidenses de ingresos medios como a los hogares de ingresos más bajos, ya que ambos tuvieron que reducir sus gastos u optar por comprar solo artículos esenciales y reducir los viajes. Esos hogares también declararon que están conduciendo menos o tratando de reducir el uso de gasolina en medio de las crecientes alzas en la estación de servicio.
Biden elogió el lunes el progreso que ha logrado su administración para abordar la inflación a pesar de los desafíos derivados por COVID-19 y la invasión en curso de Rusia a Ucrania.
“Nosotros comenzamos con el Plan de Rescate Estadounidense. Eso nos ha llevado de la crisis económica al resurgimiento económico. Los empleos y los ingresos han subido. La gente ha vuelto al trabajo”, dijo Biden. “Ese progreso ha continuado en los últimos meses, incluso cuando la economía de todo el mundo ha enfrentado desafíos, desde Delta hasta Ómicron y por la guerra en curso en Ucrania”.
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