La Casa Blanca anunció el 17 de abril que el presidente Joe Biden “se opone firmemente” y vetaría un proyecto de ley que les prohibiría a las instituciones financiadas por los contribuyentes que permitan que hombres biológicos compitan en deportes femeninos.
El proyecto de ley “enmendaría las Enmiendas de Educación de 1972 para establecer que, a los efectos de determinar el cumplimiento del Título IX de dicha Ley en atletismo, el sexo se reconocerá únicamente en función de la biología reproductiva y la genética de una persona al nacer”.
En una Declaración de Política Administrativa, la Casa Blanca afirmó que el proyecto de ley “negaría el acceso a los deportes a muchas familias al establecer una prohibición absoluta a los estudiantes transgénero, incluso aquellos de escuela primaria, en equipos de acuerdo a su identidad de género”. Calificaron a la legislación propuesta como “discriminatoria”.
“Los políticos no deberían dictar un requisito único que obligue a los entrenadores a sacar a los niños de sus equipos. En un momento en que los jóvenes transgénero ya enfrentan una crisis de salud mental a nivel nacional, con la mitad de los jóvenes transgénero en una encuesta reciente diciendo que han considerado seriamente el suicidio, una ley nacional que estigmatiza aún más a estos niños es completamente innecesaria, perjudica a las familias y a los estudiantes, y solo pone a los estudiantes en mayor riesgo. La discriminación no tiene cabida en las escuelas de nuestra nación ni en nuestros campos de juego”, dijo la Casa Blanca.
“En lugar de abordar los problemas apremiantes que enfrentan las familias y los estudiantes hoy, como aumentar el salario de los maestros, mantener las armas fuera de las escuelas, abordar la crisis de salud mental que enfrentan nuestros jóvenes y ayudar a los estudiantes a aprender y recuperarse académicamente de interrupciones sin precedentes, los republicanos del Congreso han elegido priorizar las políticas que discriminan a los niños”, continuaron.
El proyecto de ley establece que “será una violación para un receptor de asistencia financiera federal, que opere, patrocine o facilite programas o actividades atléticas, que permita que una persona de sexo masculino participe en un programa o actividad atlética designada para mujeres o niñas”.
La medida propuesta define el sexo como algo “basado únicamente en la biología reproductiva y la genética de una persona al nacer”.
El proyecto de ley no le “prohibiría a un destinatario que permita que los hombres entrenen o practiquen con un programa o actividad atlética designados para mujeres o niñas, siempre que ninguna mujer se vea privada de un lugar en la lista de un equipo o deporte, la oportunidad de participar en un práctica o competencia, beca, admisión a una institución educativa o cualquier otro beneficio que acompañe la participación en el programa o actividad atlética”.
La medida propuesta llega en un momento en que la administración Biden ha propuesto una normativa que prohibiría en gran medida las prohibiciones deportivas a los transexuales.
Dada la amenaza de veto de la Casa Blanca, es poco probable que este proyecto de ley se convierta en ley y es poco probable que el Congreso pueda reunir la mayoría necesaria de dos tercios en ambas cámaras para anular un veto. Incluso si el proyecto de ley es aprobado por la Cámara de Representantes controlada por el Partido Republicano, probablemente sería anulado al llegar al Senado controlado por los demócratas.
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