El presidente Joe Biden anunció este miércoles a dos críticos del expresidente Donald Trump como sus nominados para dirigir las fuerzas del orden en la frontera y los servicios de inmigración.
Biden nominó al jefe de policía de Tucson, Arizona, Chris Magnus, para el puesto de comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y a Ur Mendoza Jaddou, como directora de Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS). La CBP es responsable de la seguridad de la frontera, la lucha contra el terrorismo y la lucha contra la delincuencia transnacional. El USCIS se encarga de los servicios de inmigración legal.
La Casa Blanca señaló que Magnus tiene «una amplia experiencia en el tratamiento de cuestiones de inmigración» por la proximidad de Tucson a la frontera.
Magnus criticó públicamente la política del gobierno de Donald Trump de castigar a las «ciudades santuario» que se negaron a cooperar con las autoridades federales, argumentando que esa política dañaba las relaciones entre las fuerzas del orden y las comunidades de migrantes, y que eso era lo que haría a las ciudades más peligrosas.
Magnus también recibió atención nacional cuando una foto suya en Richmond, California, se hizo viral en diciembre de 2014. En ese momento, sostenía un cartel de Black Lives Matter mientras llevaba el uniforme. Más tarde argumentó que su acción transmitía el mensaje de que el departamento de policía quería tender puentes y fortalecer las relaciones con las personas de color.
Ur Mendoza Jaddou, experta en inmigración, también fue una crítica de Trump. Fue consejera jefe de USCIS durante el gobierno de Barack Obama. Recientemente fue directora de la organización sin ánimo de lucro Department of Homeland Security (DHS) Watch, que criticó las políticas de inmigración de la administración Trump.
DHS Watch es un proyecto de America’s Voice, que aboga en Estados Unidos por «la libertad y la oportunidad» para los inmigrantes ilegales, incluidos los menores indocumentados. America’s Voice afirma que su objetivo prioritario es «ganar reformas que pongan a 11 millones de estadounidenses indocumentados en un camino hacia la ciudadanía plena».
El número de inmigrantes ilegales que intentan cruzar la frontera sur alcanzó cifras récord bajo el gobierno de Biden, quien se enfrenta a una creciente presión para solucionar el problema.
El mes pasado, la Patrulla Fronteriza detuvo a 172,000 extranjeros ilegales, según datos de la CBP. Entre ellos, 18,600 eran menores no acompañados, la mayor cifra mensual jamás registrada. Se calcula que otros 1000 inmigrantes ilegales al día eludieron la captura.
Biden encargó a la vicepresidenta Kamala Harris que lidere los esfuerzos diplomáticos para abordar las «causas fundamentales» del aumento de inmigrantes ilegales, y «trabajar con esas naciones [El Salvador, Guatemala y Honduras] para que acepten a los retornados y mejoren la aplicación de la ley de migración en sus fronteras».
Por su parte la «zar de las fronteras» de Biden, Roberta Jacobson, anunció su dimisión la semana pasada.
Entre los nombramientos de Biden del miércoles, John Tien, un estadounidense de origen asiático, fue elegido como subsecretario del DHS; Jen Easterly, como jefe de la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de las Infraestructuras; Jonathan Meyer, como consejero general del DHS; y Robert Silvers, como subsecretario de Estrategia, Política y Planes del DHS.
Todos los candidatos requieren ser confirmados por el Senado.
«Estoy encantado de que el presidente Biden haya nombrado a un grupo extraordinario de personas para puestos de liderazgo críticos en el Departamento de Seguridad Nacional (DHS)», dijo el secretario del DHS, Alejandro N. Mayorkas, en una declaración. «Espero trabajar con el Senado en apoyo de su rápida confirmación».
Con información de The Associated Press, Charlotte Cuthbertson y Zachary Stieber.
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