El presidente Joe Biden anunció el miércoles una nueva ayuda de 80 millones de dólares a Ucrania, con lo que el total de la ayuda militar estadounidense a este país asciende a 1000 millones de dólares.
El paquete de defensa destinado a rechazar la actual invasión rusa de Ucrania incluye 800 sistemas antiaéreos y 9000 sistemas antiblindaje, dijo Biden. También incluye 7000 armas pequeñas y 20 millones de municiones destinadas a armar a los ucranianos «incluyendo a las valientes mujeres y hombres que están defendiendo sus ciudades como civiles», dijo Biden.
«Quiero ser honesto, esta podría ser una batalla larga y difícil, pero el pueblo estadounidense se mantendrá firme en nuestro apoyo y en el del pueblo de Ucrania frente a los ataques inmorales y poco éticos de [el presidente ruso Vladimir] Putin contra la población civil», dijo Biden, citando reportes de ataques rusos contra hospitales y otros lugares civiles.
El anuncio se produjo horas después de que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, pidiera en un discurso de forma virtual ante el Congreso que Estados Unidos y la OTAN armen a Ucrania con aviones de combate y apliquen una zona de exclusión aérea sobre el espacio aéreo ucraniano, dos peticiones que Biden y otros altos funcionarios dijeron que no son posibles y que llevarían a Estados Unidos a una guerra con Rusia.
Zelensky dijo a los legisladores estadounidenses que «los necesitamos ahora mismo», invocando los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y el ataque japonés a Pearl Harbor, al mismo tiempo que solicitaba sistemas de misiles tierra-aire S-300 y aviones de combate MiG-29 polacos.
Al final de su intervención, Zelensky se dirigió directamente a Biden y le dijo: «Usted es el líder de su gran nación. Deseo que sea usted el líder del mundo. Ser el líder del mundo significa ser el líder de la paz».
Esta petición se produjo después de que Zelensky admitiera el martes que su país tiene que aceptar que no será miembro de la alianza militar de la OTAN, una preocupación crítica que Putin utilizó para justificar la invasión que comenzó el 24 de febrero.
Estados Unidos ha proporcionado ayuda militar y humanitaria a Ucrania, a lo largo de las semanas que ha durado el conflicto, incluyendo 13,600 millones de dólares aprobados recientemente por el Congreso como parte de su proyecto de ley de gastos.
Estados Unidos y sus aliados han respondido al ataque de Rusia a Ucrania imponiendo sanciones a los sistemas financieros rusos y a personas del círculo íntimo de Putin. Estados Unidos también ha prohibido la importación de petróleo ruso, junto con otros países del Grupo de los Siete (G-7), y ha puesto fin al estatus de relación comercial normal de Rusia, lo que dificulta sus negocios con Occidente.
Putin dijo el miércoles que Occidente está tratando de paralizar económicamente a Rusia.
El líder ruso, en una reunión televisada en Moscú, dijo que otros países están tratando de «cancelar» a Rusia con una «guerra relámpago de sanciones».
El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, habló el miércoles con el general Nikolay Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad ruso. Sullivan reiteró la oposición de Estados Unidos a la guerra y dijo a Patrushev que si Rusia «se toma en serio la diplomacia, entonces Moscú debería dejar de atacar ciudades y pueblos ucranianos», según un comunicado de la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Emily Horne. Sullivan también advirtió sobre las consecuencias e implicaciones de cualquier posible decisión rusa de utilizar armas químicas o biológicas en Ucrania.
La Casa Blanca anunció a principios de esta semana que Biden asistirá a una cumbre de la OTAN en Bruselas, Bélgica, el 24 de marzo «para discutir los esfuerzos de disuasión y defensa en curso en respuesta al ataque no provocado e injustificado de Rusia en Ucrania». Biden también asistirá a una cumbre del Consejo Europeo.
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