En medio de las preocupaciones sobre el suministro de agua para apagar los incendios forestales que han quemado miles de edificios en Los Ángeles, el presidente Joe Biden dijo que los cortes de energía intencionales causaron la escasez.
Biden dijo el jueves que habló con el gobernador de California, Gavin Newsom, sobre la escasez de agua que se informó y que se están trayendo generadores para hacer frente a los incendios. Los servicios públicos se cerraron por temor a desencadenar más incendios, dijo el presidente.
«Lo que sé por lo que he hablado con el gobernador es que hay preocupación por la escasez de agua. El hecho es que las empresas de servicios públicos, comprensiblemente, cortaron la electricidad porque les preocupaba que las líneas que transportaban la energía fueran derribadas y provocaran más incendios», dijo Biden en una reunión informativa con funcionarios de la Casa Blanca. «Cuando hicieron eso, cortaron la capacidad de generar bombeo de agua. Eso es lo que causó la falta de agua en estos hidrantes».
Biden dijo que Cal Fire de California y otras agencias estatales están trayendo generadores para hacer frente a la escasez de agua en los hidrantes, lo que desató la polémica y las críticas de los funcionarios estatales locales a principios de esta semana.
Alrededor del 20 por ciento de los hidrantes de la ciudad se secaron mientras los equipos luchaban contra las llamas, dijo la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass. Los bomberos del sur de California están acostumbrados a lidiar con los fuertes vientos de Santa Ana que soplan en otoño e invierno, pero las rachas de principios de semana les pillaron por sorpresa. Los vientos hicieron aterrizar aviones de extinción de incendios que deberían haber estado lanzando agua contra los incendios, lo que puso a prueba el sistema de hidrantes.
Funcionarios le dijeron a The Epoch Times que los tanques de agua utilizados para abastecer a los hidrantes alimentados por gravedad se agotaron hasta el punto de que no había suficiente presión para luchar contra los incendios forestales en algunas zonas de Los Ángeles.
Sam Digiovanna, jefe de la Academia de Bomberos de Verdugo, en Glendale, le dijo a The Epoch Times que «debido a la cantidad de camiones de bomberos que protegían estructuras y se conectaban a tantas bocas de incendio, agotamos el agua muy rápidamente».
«El sistema de agua se nos quedó corto —a los bomberos—, así que cuando estaban fuera luchando contra el fuego, había momentos en los que tenían muy poca presión de agua», dijo. No hizo ninguna mención a la afirmación de que los cortes de electricidad intencionados causaron la baja presión del agua.
En declaraciones publicadas en las redes sociales, el presidente electo Donald Trump criticó la respuesta del estado a los incendios forestales, diciendo que las autoridades de California deberían «ir inmediatamente al norte de California y abrir la tubería principal de agua, y dejar que el agua fluya hacia su seco, hambriento y ardiente Estado, en lugar de que se vaya al Océano Pacífico».
Newsom, demócrata, respondió a las críticas en una entrevista en la CNN a principios de esta semana.
«La gente está literalmente huyendo. La gente ha perdido la vida. Los niños han perdido sus escuelas. Familias completamente destrozadas. Iglesias quemadas, y este tipo quiere politizarlo», dijo Newsom a la cadena. «Tengo muchas ideas y sé lo que quiero decir, pero no lo haré».
Al menos 10 personas han muerto y 153,000 residentes siguen bajo órdenes de evacuación desde el viernes por la mañana, hora local.
El incendio de Palisades, cerca de la costa, estaba controlado en un 8 por ciento, el de Eaton, al norte de Pasadena, en un 3 por ciento, el de Hurst, al sur de Santa Clarita, en un 37 por ciento, y el de Kenneth, en el valle de San Fernando, en un 35 por ciento.
Con información de The Associated Press
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