Estados Unidos está proporcionando a Ucrania «sistemas de cohetes y municiones más avanzados» mientras continúa la invasión de Rusia, dijo el martes el presidente Joe Biden.
En un artículo de opinión en el medio New York Times, Biden escribió que el objetivo de Estados Unidos en Ucrania es «ver una Ucrania democrática, independiente, soberana y próspera con los medios para disuadir y defenderse de nuevas agresiones».
«Nos hemos movido rápidamente para enviar a Ucrania una cantidad significativa de armamento y municiones para que pueda luchar en el campo de batalla y estar en la posición más fuerte posible en la mesa de negociaciones», dijo el presidente.
«Por eso he decidido que proporcionemos a los ucranianos sistemas de cohetes y municiones más avanzados que les permitirán atacar con mayor precisión objetivos clave en el campo de batalla de Ucrania», escribió Biden a continuación.
Algunos medios de comunicación informaron la semana pasada de que Biden estaba preparando el envío de sistemas avanzados de cohetes de largo alcance a Ucrania tras las peticiones de los funcionarios de Kiev.
Los informes, que citan a funcionarios no identificados del Departamento de Defensa, dicen que la Casa Blanca asignaría a los militares ucranianos sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple (MLRS) o sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS).
Los misiles de mayor alcance pueden disparar cohetes a objetivos situados a cientos de kilómetros de distancia y están hechos para apoyar operaciones «con fuegos destructivos, supresivos y de contrabatería de gran volumen», según el Centro de Apoyo a la Adquisición del Ejército de Estados Unidos (USAASC).
Estas armas permiten realizar ataques con escasos daños colaterales y proporcionan apoyo de fuego de precisión de cohetes y misiles en todas las condiciones meteorológicas y durante las 24 horas del día, lo que puede mejorar rápidamente la eficacia del combate, afirma el centro de apoyo.
Aunque las municiones supondrían una gran mejora para el actual armamento de Ucrania, también significaría que Kiev podría atacar objetivos o infraestructuras dentro de Rusia, una medida que podría intensificar drásticamente la guerra.
En su artículo de opinión, Biden dijo el martes que aunque planea enviar los sistemas de cohetes más avanzados a Ucrania, no estaba abogando por que Kiev hiciera tal cosa.
Rusia advirtió el mes pasado a Estados Unidos y a la OTAN que habría «consecuencias imprevisibles» si seguían enviando las armas «más sensibles» a Ucrania, informó Washington Post.
«Nosotros no buscamos una guerra entre la OTAN y Rusia», escribió Biden. «Por mucho que esté en desacuerdo con el señor Putin y considere que sus acciones son un ultraje, Estados Unidos no tratará de provocar su destitución en Moscú».
«Mientras Estados Unidos o nuestros aliados no sean atacados, no nos involucraremos directamente en este conflicto, ni enviando tropas estadounidenses a luchar en Ucrania ni atacando a las fuerzas rusas. Nosotros no estamos alentando ni permitiendo que Ucrania ataque más allá de sus fronteras. No queremos prolongar la guerra solo para infligir dolor a Rusia».
El presidente dijo a su vez que Estados Unidos seguirá proporcionando a Ucrania armamento avanzado, como misiles antitanque Javelin, misiles antiaéreos Stinger, potentes sistemas de artillería y cohetes de precisión, radares, vehículos aéreos no tripulados, helicópteros Mi-17 y municiones.
La Casa Blanca también seguirá cooperando con sus aliados en lo que respecta a nuevas sanciones a Rusia, y enviará miles de millones de ayuda financiera al país, tal y como ha autorizado el Congreso
«Nosotros trabajaremos con nuestros aliados y socios para hacer frente a la crisis alimentaria mundial que la agresión de Rusia está agravando», continuó Biden.
«Además ayudaremos a nuestros aliados europeos y a otros a reducir su dependencia de los combustibles fósiles rusos y a acelerar nuestra transición hacia un futuro energético limpio».
El último paquete de armas se basa en un proyecto de ley de casi 40,000 millones de dólares aprobado por el Congreso el mes pasado que incluía 20,400 millones de dólares en ayuda militar junto con 8500 millones de dólares en ayuda económica y 3000 millones de dólares en ayuda humanitaria para hacer frente a la escasez de alimentos en el mundo.
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