Un grupo de representantes de la Cámara de Estados Unidos celebraron un foro el 22 de octubre para debatir cómo la retirada de Joe Biden de Afganistán dejó en manos de los talibanes enormes reservas de metales de tierras raras, litio y otros minerales vitales sin explotar, lo que posiblemente abra a la explotación por parte de China.
Los oradores dijeron que la administración Biden trabajó simultáneamente para obstaculizar proyectos mineros clave en Estados Unidos, como el proyecto de cobre-níquel Twin Metals de Minnesota y la mina de cobre Resolution de Arizona, que permitirían a Estados Unidos producir muchos de esos minerales en el país, evitando así la dependencia de los talibanes o del Partido Comunista Chino (PCCh).
«Es casi como si fuera intencional, la detención de la producción estadounidense de estos minerales y elementos críticos», dijo el miembro principal, Bruce Westerman (R-Ark.).
Las observaciones de Westerman fueron secundadas a continuación por el representante Tom Tiffany (R-Wis.), quien dijo que «creemos» que algunos de los grupos ecologistas que luchan contra la minería «están recibiendo dinero de Rusia, China y otros países enemigos nuestros».
El representante Pete Stauber (R-Minn.), en cuyo distrito se encontraría la mina propuesta de Twin Metals, habló extensamente sobre los costos económicos y de seguridad de depender de minerales clave del extranjero.
«Durante quince años, con un costo para los contribuyentes de alrededor de 81 millones de dólares los científicos del USGS [Servicio Geológico de EE.UU.] encontraron cantidades masivas de litio, oro, platino, hierro, carbón, uranio y más», dijo Stauber.
«Sabemos lo que pasa después. El vecino oriental de los talibanes, China, se abalanzará y poco después controlará todos estos recursos minerales. No hay duda de que al ritmo actual, Estados Unidos tendrá que comprar esos minerales a China para nuestros coches eléctricos, nuestros molinos de viento, nuestros iPhones y nuestros paneles solares», continuó Stauber.
«El norte de Minnesota tiene estos minerales. Podríamos recurrir a los mineros sindicalizados para que los suministren desde mi distrito. Tenemos el 95 [por ciento] del níquel de Estados Unidos, el 88 [por ciento] del cobalto de Estados Unidos y más de un tercio del cobre de Estados Unidos. Debería ser fácil».
Al hablar de la posibilidad de la inminente explotación mineral china en Afganistán, Joe Felter, del Instituto Hoover, dijo que era plausible, aunque no seguro.
«Depende. Los retos y los riesgos calculados de la extracción de tierras raras y otros minerales son significativos en Afganistán y podrían superar las oportunidades a corto y medio plazo. Una excepción notable, creo, es el interés de China en obtener un mayor acceso al litio», dijo Felter, quien sirvió en el Pentágono bajo el gobierno de Trump.
Felter recomendó que Estados Unidos reduzca su dependencia de las cadenas de suministro chinas o dominadas por China.
Presionado por Stauber sobre dónde más podría abastecerse Estados Unidos de minerales, Felter respondió que «casi cualquier otro país que no sea China sería una mejor alternativa» antes de señalar que Australia era un aliado de Estados Unidos con una importante capacidad minera.
Mary Hutzler, miembro distinguido del Instituto de Investigación Energética, describió que la escala de dependencia de Estados Unidos a los recursos minerales chinos para su infraestructura de energía renovable empequeñece la anterior dependencia del país al petróleo extranjero, antes de que Estados Unidos lograra la independencia energética bajo el gobierno del presidente Donald Trump.
«Nuestra dependencia de China es de alrededor del 80 [por ciento] para estos minerales en este momento, mientras que el máximo para nosotros en 2001 en el petróleo de Medio Oriente fue del 23 [por ciento]», añadió. «Vamos a ser cuatro veces más dependientes de China que del Medio Oriente».
Según Hutzler, la ventaja competitiva de China en el procesamiento y el refinamiento de los minerales se debe, en parte, a su dependencia de la energía barata del carbón, que se prevé que amplíe.
Además afirmó que en Estados Unidos los permisos medioambientales obstaculizaron muchos proyectos mineros recientes y que la segunda mina de litio propuesta en el país, la de Thacker Pass en Nevada, está actualmente retrasada por demandas judiciales.
En respuesta a una pregunta de la representante Cathy McMorris Rodgers (R-Wash.), Hutzler dijo que la actual dependencia de Europa del magnesio chino para la fabricación de automóviles es un ejemplo de advertencia.
«Con la reciente crisis de China, han cerrado 35 de sus 50 plantas de magnesio. Como resultado, no están exportando magnesio a Europa. Europa solo tiene reservas hasta noviembre. Como resultado, lo que va a suceder es que su industria del automóvil se convierta en una industria paralizada. Eso podría ocurrirnos a nosotros por nuestra dependencia de China», dijo Hutzler.
Tiffany fue uno de los que se centró en los abusos de los derechos humanos aceptados por quienes dependen de los minerales extraídos o procesados en China.
El representante presentó una legislación destinada a impedir que los productos fabricados con mano de obra forzada uigur entren en el mercado estadounidense.
«Nosotros [los estadounidenses] somos personas amantes de la libertad. No aceptamos que los uigures sean esclavizados», dijo Tiffany.
La representante Yvette Herrell (R-N.M.) preguntó a Felter si cabía esperar que los minerales extraídos o procesados por China recurrieran al trabajo infantil, como en las explotaciones mineras de la República Democrática del Congo.
«No deberíamos esperar nada diferente de China de lo que sugiere su historial, que es bastante pobre», dijo Felter.
«Cuando hay empresas de propiedad extranjera gestionadas por el Estado que no tienen los mismos requisitos laborales que nosotros, que no tienen los mismos requisitos de salud, seguridad y medio ambiente, la única forma que veo de detener esto es penalizar las importaciones que entran en nuestro país», dijo Westerman.
El representante Paul Gosar (R-Ariz.) cerró el foro instando a los miembros a apoyar su propuesta de ley, la Ley para frenar el comercio de minerales de origen terrorista, que impediría la importación de minerales o productos derivados de minerales originarios de Afganistán.
«Sé que mis colegas en este foro desearían que este importante tema fuera algo que pudiéramos abordar de forma bipartidista, basado en discusiones objetivas centradas en soluciones. Desgraciadamente, nuestros colegas demócratas consideran que toda la minería estadounidense es innecesaria y se empeñan en que no se produzca», dijo Gosar.
«Por alguna razón, ellos nunca pueden ver la mina adecuada o el lugar adecuado en Estados Unidos para la minería», añadió.
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