WASHINGTON—El 10 de diciembre, el presidente Joe Biden pronunció un discurso en el que destacó sus logros económicos mientras se acercan los últimos días de su presidencia. También expresó su esperanza de que la próxima administración de Trump «preserve y construya sobre» su progreso.
Biden dio su discurso en la Brookings Institution de Washington, donde defendió su plan económico, centrado en «hacer crecer la economía desde la mitad hacia fuera y desde abajo hacia arriba».
«Volvimos al pleno empleo, redujimos la inflación y logramos un aterrizaje suave que la mayoría pensaba poco probable», afirmó.
«La mayoría de los economistas coincide en que la nueva administración heredará una economía bastante fuerte».
Biden señaló que su programa, que priorizó la inversión en infraestructuras y fabricación, aún no ha sido plenamente percibido por los estadounidenses, pero aseguró que sus beneficios serán más visibles en los próximos años.
«Sé que a muchos estadounidenses les ha costado verlo, y lo entiendo», comentó.
Defendió su historial económico afirmando que asumió la economía en plena crisis financiera provocada por la pandemia de COVID-19 y la transformó en la «economía más fuerte del mundo».
Indicó que su objetivo no era simplemente sacar a Estados Unidos de la crisis económica, sino también situar al país en un rumbo más sólido para el futuro.
«Tras décadas de enviar empleos al extranjero buscando la mano de obra más barata posible, las empresas están regresando a Estados Unidos, invirtiendo y construyendo aquí, y creando empleos en nuestro país», destacó Biden.
En noviembre, el presidente saliente registró un índice de aprobación del 37 %, uno de los más bajos desde que asumió el cargo, según Gallup. Desde 1956, solo el expresidente Jimmy Carter obtuvo una aprobación más baja, del 31 %.
Los índices de aprobación de Biden han caído en medio de críticas por su gestión de la economía, la guerra entre Israel y Hamás, y la crisis fronteriza en Estados Unidos. Recientemente, también enfrentó reacciones negativas por indultar a su hijo Hunter Biden, luego de haber asegurado en múltiples ocasiones que no lo haría. Esta medida generó críticas incluso entre miembros de su propio partido.
Antes del discurso, la Casa Blanca anunció el lanzamiento de un nuevo sitio web para amplificar el mensaje económico de Biden.
El sitio está repleto de información, como estadísticas económicas, gráficos y testimonios de personas que aseguran haber prosperado bajo su administración. También incluye enlaces a siete artículos de prensa que elogian su historial económico.
El título de la página principal del sitio dice: «Reconstruyendo desde una crisis financiera hasta la economía más fuerte del mundo».
Uno de los gráficos muestra que, bajo el mandato de Biden, el crecimiento acumulado del producto interno bruto fue del 12.6 %, superando el crecimiento registrado bajo el primer y segundo mandato del expresidente Barack Obama (6.1 % y 10.4 %, respectivamente) y el primer mandato del presidente electo Donald Trump (7.6 %).
«Tras décadas de economía de goteo que redujo drásticamente los impuestos a los ricos, disminuyó las inversiones públicas, deslocalizó empleos y fábricas, destruyó sindicatos y debilitó la red de seguridad social, el presidente Biden escribió un nuevo manual que está haciendo crecer la economía desde el centro hacia fuera y desde abajo hacia arriba», afirmó la Casa Blanca en un comunicado antes del discurso de Biden.
Durante su intervención, Biden destacó las medidas clave que adoptó durante su presidencia, que considera fundamentales para reconstruir la economía a largo plazo.
Expresó su esperanza de que la próxima administración de Trump «preserve y construya sobre este progreso».
Biden criticó la propuesta de recorte de impuestos de Trump, declarando que «nunca ha sido un gran admirador de la economía del goteo».
También calificó de «gran error» la propuesta de Trump de imponer aranceles a los productos chinos.
Como parte de los esfuerzos por crear cadenas de suministro resilientes, la administración Biden también anunció el 10 de diciembre la asignación de 6200 millones de dólares en financiación directa para Micron Technology. Esta inversión forma parte de la Ley CHIPS, diseñada para incentivar a las empresas estadounidenses a construir nuevas plantas de fabricación de chips en el país.
Micron planea invertir cerca de 100,000 millones de dólares en Nueva York y 25,000 millones en Idaho durante las próximas dos décadas, según un comunicado del Departamento de Comercio.
«[Esta inversión] ayudará a Estados Unidos a aumentar su participación en la fabricación de memorias avanzadas, del menos del 2 % actual a aproximadamente el 10 % en 2035», declaró el departamento.
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