El presidente Joe Biden mantuvo el jueves su segunda llamada telefónica con el mandatario chino Xi Jinping desde que asumió la presidencia de EE. UU., la primera llamada entre ambos mandatarios en siete meses.
La Casa Blanca, en una breve declaración, dijo que los dos líderes, en su conversación telefónica de aproximadamente 90 minutos, mantuvieron «una discusión amplia y estratégica», que incluyó «áreas en las que nuestros intereses convergen y áreas en las que nuestros intereses, valores y perspectivas divergen».
«Esta discusión, como dejó claro el presidente Biden, formó parte del esfuerzo continuo de Estados Unidos por gestionar de forma responsable la rivalidad entre Estados Unidos y la RPC [República Popular China]», añadió la declaración. «Los dos líderes discutieron la responsabilidad de ambas naciones para asegurar que la rivalidad no se desvíe hacia el conflicto».
Según múltiples reportajes que citaban a altos funcionarios de la Administración Biden, la llamada fue iniciada por Biden con el objetivo de establecer «límites y parámetros» en la relación EE. UU.-China.
Beijing emitió una extensa declaración sobre la llamada telefónica, que contrasta con la breve declaración de la Casa Blanca. Según la agencia estatal china Xinhua, Xi dijo a Biden que fueron las recientes políticas de Estados Unidos sobre China las que han «causado serias dificultades» para los lazos bilaterales.
La declaración china también dice que Biden dijo a Xi que Estados Unidos «no tiene intención de cambiar su política de una sola China».
El medio de comunicación estatal de línea dura de China, Global Times, ha tergiversado aún más la declaración china para promover la propaganda del PCCh. En un tuit, el medio escribió que Biden dijo que EE. UU. «no tiene intención de cambiar su principio de una sola China».
Estados Unidos ha mantenido durante mucho tiempo una «política de una sola China», que afirma que solo hay un estado soberano con el nombre de «China», pero es diferente del «principio de una sola China» bajo el cual el régimen chino afirma la soberanía sobre Taiwán. El gobierno de Taiwán también ha rechazado el «principio de una sola China» de China.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la Casa Blanca para una solicitud de comentarios.
La llamada se produce en un momento en el que no faltan asuntos espinosos entre las dos naciones, como las violaciones de la ciberseguridad originadas en China, la gestión de Beijing de la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) y lo que la Casa Blanca ha calificado de prácticas comerciales «coercitivas e injustas» por parte de Beijing.
La Casa Blanca tiene la esperanza de que ambas partes puedan trabajar juntas en temas de interés mutuo —como el cambio climático y la prevención de una crisis nuclear en la península de Corea— a pesar de las crecientes diferencias.
Sin embargo, Beijing ha rechazado la presión de EE. UU. y ha sugerido cada vez más que podría seguir sin cooperar hasta que Biden rebaje las críticas sobre lo que considera asuntos internos de China.
La declaración de la Casa Blanca dijo que los líderes, durante la llamada, acordaron comprometerse «abiertamente y sin rodeos» en los asuntos en los que las naciones están en desacuerdo y en los que hay acuerdo.
«Esta discusión, como dejó claro el presidente Biden, formaba parte del esfuerzo continuo de Estados Unidos por gestionar de forma responsable la rivalidad entre Estados Unidos y la RPC», decía la declaración de la Casa Blanca. «El presidente Biden destacó el interés permanente de Estados Unidos en la paz, la estabilidad y la prosperidad en el Indo-Pacífico y en el mundo».
Las declaraciones de Biden sobre el Indo-Pacífico brillaron por su ausencia en el comunicado chino. En su lugar, Biden supuestamente dijo a Xi que Estados Unidos estaba dispuesto a tener «más intercambios francos y diálogos constructivos» con China, y que Estados Unidos hará que la relación entre China y EE. UU. «vuelva a estar en marcha», según la declaración china.
Además, Biden también dijo que Estados Unidos «espera fortalecer la comunicación y la cooperación con China» en materia de cambio climático, según la declaración china.
Desde el inicio de su presidencia, Biden ha tratado de poner mayor atención en China, reuniendo a los aliados para que hablen con una voz más unificada sobre el historial de derechos humanos de Beijing, sus prácticas comerciales y el comportamiento cada vez más asertivo de su ejército que ha desconcertado a los aliados de EE. UU. en el Pacífico. Considera a Beijing como el competidor económico más importante de Estados Unidos y una creciente preocupación de seguridad nacional.
Con información de Frank Fang y The Associated Press.
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