¿Cuál candidato presidencial llevará primero a Estados Unidos a la bancarrota, Donald Trump o Joe Biden?
El año pasado, comparamos los costos de las promesas de los principales candidatos demócratas. En ese momento, Biden, a su favor, propuso el menor gasto nuevo.
Kamala Harris prometió el mayor. Ella quería añadir 4.2 billones de dólares a la deuda estadounidense. Sus fastuosas promesas no le hicieron ganar simpatizantes; abandonó la carrera poco después. Pero ahora es la compañera de fórmula de Biden, y Biden promete gastar más.
Eso es inusual.
Históricamente, los demócratas se mueven a la izquierda durante las primarias, y después regresan al centro una vez que son nominados. No esta vez. La gente de Biden se reunió con los empleados de Bernie Sanders y elaboraron una grotesca orgía de gastos. Ese es el tema de mi video de esta semana.
«Joe Biden se ha estado tambaleando hacia la izquierda en cuanto al gasto federal por años, primero como senador, luego como vicepresidente, ahora como candidato presidencial», dijo Pete Sepp, presidente de National Taxpayers Union. «Impuestos, gastos y préstamos van a llevar a la bancarrota a la nación».
Originalmente, Biden propuso 170,000 millones de dólares al año en gasto «climático». Ahora, quiere 500,000 millones. Se destinarán para cosas como «infraestructura verde … ventanas más eficientes… 500,000 estaciones de carga para autos eléctricos».
«Esta es la forma en que los gobiernos crecen a expensas del pueblo estadounidense», dijo Sepp.
Yo lo rechazo. «Así que lo gastan. ¿Y qué? Tendremos más infraestructura».
«Lo que no tendremos es infraestructura eficiente o efectiva», contesta Sepp. «Tendremos hoyos en el suelo y un transporte público que la gente no tomará».
Biden quiere gastar 77,500 millones de dólares más para pagar cuidadores de niños y ancianos.
«¿Algo bueno?», sugiero.
Me gusta la respuesta de Sepp. «¿Por qué no dejar más dinero en los bolsillos de la gente… así podrían permitirse cuidar de sus familias? Nosotros, como contribuyentes, sabemos mejor cómo cuidar de nuestras familias y de nosotros mismo que algún gobierno distante».
Biden quiere 64,000 millones más para subsidios de vivienda, diciendo, «La vivienda debería ser un derecho».
«El derecho a la vivienda» puede parecer razonable. De igual forma el derecho a la comida, la ropa, la universidad, la atención médica, etc.
Después de todo, la Carta de Derechos concedió a los estadounidenses el derecho a la libertad de expresión, al libre ejercicio de la religión y el derecho a mantener y llevar armas.
Pero hay una diferencia clave.
Esos derechos significan: el gobierno debe dejarnos en paz.
Pero un «derecho» a la vivienda—o a la universidad, la atención médica, etc.— significa que el gobierno toma por la fuerza dinero de algunos estadounidenses y se lo da a otros. Eso es muy diferente.
Mientras escribo, las nuevas propuestas de gasto de Biden suman 1.2 billones de dólares al año.
«¡No podemos permitírnoslo!» se queja Sepp. «Tarde o temprano, cada nación se enfrenta a un ajuste de cuentas. Las políticas de Joe Biden, si se promulgan en su totalidad, acercan aún más ese ajuste de cuentas».
Le digo a Sepp, «Hemos estado cobrando impuestos y gastando y pidiendo prestado, y excepto por el COVID, nos iba bien!».
«¡Los déficits y las deudas no importan hasta que, de repente, espectacularmente, lo hacen!» responde. «Nadie sabe nunca cuándo ocurre el día del juicio final hasta que ocurre. Pregúntele a la gente en Grecia. Pregúntele a la gente en Weimar, Alemania».
La República de Weimar imprimió tanto dinero que el precio del pan subió de 250 a 200,000 millones de marcos. La gente traía carretillas llenas de dinero cuando quería comprar algo.
¿Sucederá en Estados Unidos? Nadie lo sabe. Pero con el tiempo, tendremos que pagar nuestras deudas. Una banda elástica se estira y se estira, pero en algún momento se rompe.
Nuestra deuda nacional es ahora un récord de 26 billones de dólares.
«Los déficits y la deuda destruyen el crecimiento económico», dijo Sepp. «Va a perjudicar al pueblo estadounidense. Ya viene».
La semana que viene, compararé los planes de gasto de Biden con los del presidente Trump.
John Stossel es un galardonado corresponsal de noticias y autor de best-sellers. Su último libro es “No, They Can’t: Why Government Fails—But Individuals Succeed» (No, no pueden: Por qué el gobierno falla—pero los individuos tienen éxito)
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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