Al acercarse el 20º aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre, el presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva que ordena la publicación de algunos documentos relacionados con el incidente.
La orden ejecutiva ordena al Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) y a otros organismos que inicien una revisión de los documentos y exige al fiscal general Merrick Garland que haga pública la información desclasificada en los próximos meses.
«Nunca debemos olvidar el dolor permanente de las familias y los seres queridos de los 2977 inocentes que murieron durante el peor ataque terrorista contra Estados Unidos de nuestra historia. Para ellos, no solo fue una tragedia nacional e internacional», dijo Biden en un comunicado.
«Durante 20 años, los niños han crecido sin padres y los padres han sufrido sin sus hijos. Los maridos y las esposas han tenido que encontrar un camino sin sus compañeros de vida. Hermanos y hermanas, tíos y tías, seres queridos y amigos han celebrado 20 años de cumpleaños, reuniones familiares e hitos mirando una silla vacía en casa y con un hueco en el corazón».
Hace semanas, numerosas familias y supervivientes de los atentados del 11-S emitieron una declaración en la que instaban a Biden a no asistir a ninguno de sus actos conmemorativos a menos que la Casa Blanca hiciera públicos los documentos relativos a la supuesta implicación de Arabia Saudita en los atentados.
El grupo en cuestión, 9/11 Families, emitió el viernes un comunicado en el que elogiaba la medida de Biden.
«Estamos encantados de que el presidente obligue a publicar más pruebas sobre las conexiones saudíes con los atentados del 11-S», dijo el viernes Terry Strada, cuyo marido murió en los ataques.
Strada añadió que, sin embargo, «hay mucho más trabajo» que debe hacerse «para rectificar el inmenso daño que el manto de confidencialidad de 20 años ha causado».
No está claro dónde conmemorará Biden el aniversario de los atentados del 11 de septiembre.
Biden se enfrenta a críticas sin precedentes por parte de miembros de ambos partidos políticos, familiares de soldados caídos y exmiembros del servicio militar estadounidense por la forma en que su administración gestionó la retirada militar de Afganistán, que provocó una evacuación caótica y precipitada de decenas de miles de personas. Se cree que cientos de estadounidenses siguen en el país tras las líneas talibanes.
A principios de esta semana, Biden adoptó un tono defensivo durante un discurso en el que anunció el fin oficial del conflicto en Afganistán liderado por Estados Unidos y volvió a culpar al gobierno afgano de su colapso. También apuntó a la administración anterior por llegar a un acuerdo con los talibanes, aunque exfuncionarios de la Administración Trump han dicho que su acuerdo no permitía la retirada incondicional de Afganistán, permitiría que algunas tropas estadounidenses permanecieran y establecía un calendario diferente.
Después de que la administración del expresidente Donald Trump negociara un acuerdo con los talibanes sobre la retirada militar que incluía una fecha límite del 1 de mayo, Biden retrasó esa fecha al 31 de agosto para que aparentemente coincidiera con el aniversario de los atentados del 11 de septiembre.
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