El presidente Joe Biden esbozará un «plan de seis pasos» para frenar la variante delta de COVID-19 y aumentar las vacunaciones en Estados Unidos, dijo un portavoz de la Casa Blanca el martes.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, le dijo a la prensa que Biden revelará el plan que abarcará «los sectores público y privado para ayudar a mantener la pandemia bajo control». No dio más detalles.
Cuando se le preguntó si se implementaría algún decreto, Psaki dijo que la Casa Blanca ofrecería más detalles en los próximos días, pero señaló que el gobierno federal carece de autoridad para exigir la aplicación de vacunas anti-COVID.
“Necesitamos continuar tomando más pasos para asegurarnos de que los distritos escolares estén preparados y asegurarnos de que las comunidades de todo el país estén preparadas”, agregó Psaki. “Entonces, nuevamente, el presidente presentará un plan de seis pasos el jueves. Lo finalizaremos en los próximos días y daremos más adelantos a medida que nos acerquemos”.
También en la conferencia de prensa, se le pidió intensamente a Psaki que hablara sobre la posibilidad de decretos de vacunación para el COVID-19, posiblemente similares a los implementados por empresas privadas o países como Israel, Francia e Italia. Señaló que las empresas privadas obligan a los empleados a vacunarse «con diferentes condiciones» y añadió que «tenemos que seguir tomando más medidas para asegurarnos de que los distritos escolares estén preparados y de que las comunidades de todo el país estén preparadas”.
Biden, quien tenía programado reunirse con sus asesores pandémicos el miércoles, pronunció un discurso hace unos seis meses diciendo que Estados Unidos ha «logrado un progreso real» contra el virus.
Desde esa fecha, alrededor de 142 millones de estadounidenses han recibido por completo las vacunas anti-COVID y alrededor de 950,000 personas se vacunan cada día, según datos proporcionados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Los datos proporcionados por el rastreador pandémico de los CDC sugieren que la tasa de mortalidad por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), que causa la enfermedad, puede estar disminuyendo o se ha estancado.
Después de registrar un promedio máximo de 1162 muertes diarias en la semana del 4 de septiembre, el promedio se redujo a 962, mientras que el promedio semanal para los casos diagnosticados se redujo a 127,000. En un pico anterior de COVID-19 en Estados Unidos, a mediados de enero de 2021, un número mucho mayor de personas murieron a causa del virus.
Mientras tanto, el discurso de Biden puede hacer referencia a un anuncio reciente de los jefes de varias agencias federales de salud sobre la disponibilidad de las vacunas de refuerzo anti-COVID para el 20 de septiembre. Sin embargo, esa fecha límite depende de la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos, donde dos de sus principales funcionarios de regulación de vacunas anunciaron que dimitirían en las próximas semanas.
Por su parte, el asesor pandémico de la Casa Blanca, Anthony Fauci, predijo que primero se aprobaría la vacuna Pfizer-BioNTech y luego la vacuna de Moderna. No está claro si habrá refuerzos para la vacuna Johnson & Johnson, que usa una tecnología diferente a las otras dos.
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