El presidente Joe Biden está de acuerdo con el expresidente Barack Obama en la necesidad de que Estados Unidos refuerce sus fronteras, dijo el martes la Casa Blanca.
Obama dijo esta semana en el programa «Good Morning America» de la cadena ABC, en respuesta a la avalancha de inmigrantes ilegales en Del Río, Texas, que la inmigración es un tema difícil.
«Siempre lo ha sido porque, por un lado, creo que somos naturalmente un pueblo que quiere ayudar a los demás. Y vemos la tragedia y las dificultades y las familias que están tratando desesperadamente de llegar aquí para que sus hijos estén a salvo, y en algunos casos están huyendo de la violencia o la catástrofe», dijo Obama. «Al mismo tiempo, somos un Estado-nación. Tenemos fronteras. La idea de que podemos tener fronteras abiertas es algo que, en la práctica, es insostenible».
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a los periodistas en Washington que Biden pensaba lo mismo.
«No tenemos fronteras abiertas. Así que, sí, está de acuerdo», dijo.
De los aproximadamente 30,000 inmigrantes ilegales que llegaron a la zona de Del Río entre el 9 y el 24 de septiembre, casi la mitad han sido liberados en el interior de Estados Unidos, según el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
Solo 4000 han sido deportados.
Esto se debe a que el presidente Joe Biden y altos funcionarios de la administración como Mayorkas han relajado o revertido las políticas clave de aplicación de la inmigración de la era Trump, como «Permanecer en México» y la expulsión de los niños inmigrantes ilegales que llegan sin un adulto responsable, dicen los críticos.
«Esta es la definición misma de fronteras abiertas. Las políticas imprudentes del presidente Biden están incentivando a personas de todo el mundo a hacer el peligroso viaje», dijeron los republicanos del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes en una declaración reciente.
«Las políticas de fronteras abiertas de Biden han creado una de las peores crisis fronterizas de la historia. Tenemos que volver a las soluciones de la era Trump, como la construcción del muro y la política de Permanecer en México», añadió el representante Jim Hagedorn (R-Minn.), que destacó cómo las detenciones en la frontera sur superaron las 200,000 por segundo mes consecutivo en agosto.
Los funcionarios de la administración, sin embargo, dicen que su objetivo de reformar el sistema de inmigración está funcionando, señalando que las aprehensiones disminuyeron ligeramente con respecto al mes anterior.
Psaki, que habló el mismo día en que Florida demandó a la administración por sus políticas de aplicación de la ley, defendió la liberación generalizada de inmigrantes ilegales.
El Título 42, una orden de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, permite a la administración expulsar a los inmigrantes debido a la pandemia del COVID-19. Pero algunos están exentos de la orden, incluyendo a las personas que solicitan asilo, señaló Psaki.
Aquellos que son expulsados son puestos en proceso de inmigración y no todos podrán permanecer en Estados Unidos, dijo.
«Así que no es exacto sugerir o que cualquiera que esté contemplando venir a la frontera piense que va a venir a la frontera y que se le va a permitir quedarse por un largo tiempo en Estados Unidos. Hay un proceso de inmigración, un procedimiento de inmigración», dijo.
«Seguimos aplicando el Título 42 en la frontera. Seguimos transmitiendo a través de una serie de medios, comunicándonos directamente con la gente a través de medios de comunicación pagados y de otra manera, este no es el momento de venir», añadió.
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