El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) está distribuyendo 300 millones de dólares a ciudades santuario que brindan servicios como refugio y comida a inmigrantes ilegales tras el aumento masivo de las incursiones a través de la frontera sur.
Los 300 millones de dólares en subvenciones se concederán a través del Programa de Refugio y Servicios (SSP), según un comunicado de prensa del 12 de abril. El SSP ofrece financiación a entidades no federales, como ONGs y gobiernos locales, que prestan apoyo a los inmigrantes ilegales liberados en Estados Unidos por el DHS. De los 300 millones de dólares, 275 millones se distribuirán en la primera asignación, y los 25 millones restantes se asignarán a finales de este año para hacer frente a las necesidades operativas.
«La financiación inicial estará disponible para 55 beneficiarios de subvenciones para alojamiento temporal y otros costos elegibles asociados con los migrantes que esperan el resultado de sus procedimientos de inmigración».
Los costos cubiertos por el programa incluyen gastos relacionados con la provisión de alojamiento, comida, transporte, atención médica e higiene personal para inmigrantes ilegales. También están cubiertos otros costos como modificación de instalaciones existentes, vestimenta, servicios de traducción, información de divulgación y gastos de gestión y administración.
Además de la financiación de USD 300 millones, el DHS también anunció USD 340.9 millones para el programa de subvenciones competitivas del SSP.
El año pasado, se distribuyeron más de USD 780 millones a través del SSP y otro programa que se destinó a organizaciones y ciudades santuario en todo el país que brindaban servicios a inmigrantes ilegales. Las ciudades santuario más conocidas incluyen Los Ángeles, Chicago, Nueva Orleans, Nueva York y San Francisco.
El último derroche de fondos de la administración Biden se produce cuando la afluencia de inmigrantes ilegales a Estados Unidos se ha disparado en los últimos años.
Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP), los agentes de la patrulla fronteriza encontraron 1.73 millones de ilegales en la frontera terrestre suroeste en el año fiscal 2021. Esta cifra aumentó a 2.37 millones en el año fiscal 2022 y luego a 2.47 millones en 2023. En los primeros cinco meses de este año fiscal ya se han registrado 1.34 millones de encuentros.
Entre octubre de 2021 y marzo de 2024, el número total de encuentros asciende a más de 7.9 millones de inmigrantes ilegales.
Durante una conferencia de prensa el 10 de abril, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (R-La.), dijo que estima que casi 16 millones de inmigrantes ilegales ingresaron a Estados Unidos bajo la administración Biden.
“Desde que Joe Biden entró en la Oficina Oval, empezó el primer día, empezaron a abrir esa frontera de par en par”, dijo. El gobierno demócrata ha tomado más de 60 acciones ejecutivas y de agencias para “abrir ampliamente la frontera y enviar el mensaje de bienvenida a todos en todo el mundo, incluidos criminales violentos, terroristas y ciudadanos extranjeros… que vienen aquí para hacernos daño”.
Bajo la administración Trump, el número de personas en la lista de vigilancia por terrorismo atrapadas intentando ingresar ilegalmente a Estados Unidos fue de 11. Este número aumentó a 351 bajo la administración Biden.
«Esta es una situación desastrosa», dijo Johnson. “Es una catástrofe causada por decisiones políticas intencionales”.
Las políticas pro-inmigración de Biden
Allá por enero de 2023, la administración Biden anunció el programa cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos (CHNV) que les permite a personas de las cuatro naciones el derecho a vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos por un período de dos años bajo un mecanismo legal. llamada “libertad condicional humanitaria”.
En un comunicado de prensa del 12 de abril, laCBP dijo que más de 404,000 personas de estos cuatro países que llegaron en vuelos comerciales “recibieron libertad condicional bajo estos procesos”.
Según una demanda basada en la Ley de Libertad de Información (FOIA) presentada por el Centro de Estudios de Inmigración (CIS), «cientos de miles de extranjeros inadmisibles procedentes de aeropuertos extranjeros» fueron transportados a unos 43 aeropuertos estadounidenses el año pasado a través de vuelos secretos aprobados por la CBP.
La CBP no reveló los nombres de los 43 aeropuertos estadounidenses que recibieron 320,000 inmigrantes ilegales el año pasado. En cambio, la agencia admitió que el proceso estaba creando vulnerabilidades en las fuerzas del orden.
«El público no puede conocer los aeropuertos receptores porque esos cientos de miles de llegadas autorizadas por la CBP han creado ‘vulnerabilidades operativas’ en los aeropuertos que los ‘malos actores’ pueden [usar para] socavar los esfuerzos de aplicación de la ley que buscan ‘asegurar la frontera de Estados Unidos’ si supieran el volumen de tráfico de la CBP One procesado en cada puerto de entrada», escribió CIS en una publicación.
El expresidente Donald Trump criticó fuertemente las políticas fronterizas de la administración Biden y ha prometido instituir medidas más estrictas si regresa a la Casa Blanca.
En declaraciones a los periodistas a finales de febrero, el presidente Trump dijo que el presidente Biden es “el peor presidente que nuestro país haya tenido”.
«Está permitiendo que miles y miles de personas vengan de China, Irán, Yemen, el Congo, Siria y muchas otras naciones; muchas naciones no son muy amigables con nosotros», dijo el expresidente.
“Ha transportado columnas enteras de hombres en edad de luchar y… me parecen guerreros. Algo está pasando. Es malo».
Durante un mitin en Ohio el mes pasado, el presidente Trump prometió acciones rápidas sobre el tema de la inmigración ilegal. “El primer día, mi administración pondrá fin a todas las políticas de fronteras abiertas de la administración Biden y comenzaremos la operación de deportación nacional más grande en la historia de Estados Unidos”.
“Nadie se ha visto más afectado por la invasión migratoria de Joe Biden que nuestras grandes comunidades afroamericanas e hispanoamericanas… porque están quitándole nuestros empleos y están creando muchos problemas”, dijo.
Los millones de inmigrantes ilegales que llegan a Estados Unidos también ejercen presión sobre el programa de Seguridad Social de Estados Unidos, lo que terminaría afectando negativamente las vidas de los jubilados, afirmó el expresidente.
“Su Seguridad Social será destruida por la gente que llega… Hay demasiadas. No es sostenible. Joe Biden le está costando Medicare y le está costando su Seguridad Social”.
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