El presidente Joe Biden causó confusión el 31 de enero cuando le dijo a un reportero que la Corte Suprema «terminaría» las políticas nacionales de emergencia por el COVID-19 el 15 de mayo, después de decirle al Congreso el día anterior que su administración terminaría la emergencia el 11 de mayo.
En respuesta a las propuestas republicanas en el Congreso para poner fin a la emergencia nacional y las emergencias de salud pública que fueron declaradas por la Administración Trump hace tres años, la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés) de Biden dijo en una declaración (pdf) el 30 de enero que extendería las emergencias que pronto expirarían hasta el 11 de mayo «y luego terminaría ambas emergencias en esa fecha».
Poner fin a las dos declaraciones de emergencia limitaría algunos de los amplios poderes de las agencias federales en la gestión de la respuesta del gobierno al virus y devolvería las operaciones de las agencias a algo más normal. Los republicanos, tomaron el control de la Cámara de Representantes el mes pasado, afirman que las emergencias no están justificadas y que deberían terminar antes.
Pero fuera de la Casa Blanca el 31 de enero, mientras Biden se preparaba para salir en helicóptero, Kristen Welker, de NBC News, preguntó al presidente: «¿Qué hay detrás de su decisión de poner fin a la emergencia por el COVID?».
Biden respondió: «Bueno, la emergencia terminará cuando lo haga la Corte Suprema. La hemos ampliado hasta el 15 de mayo para asegurarnos de que lo hacemos todo. Eso es todo. No hay nada detrás en absoluto».
El veterano observador de la Corte Suprema, Curt Levey, presidente del conservador Committee for Justice, dijo que no está claro a qué se refería el presidente. El comentario de Biden pareció una «metedura de pata» cometida por un «presidente propenso a cometer meteduras de pata», dijo Levey.
Está previsto que la Corte Suprema escuche en las próximas semanas casos sobre políticas gubernamentales que se basan en el estado de emergencia por el COVID-19, señaló Levey.
El 28 de febrero, el tribunal escuchará Biden contra Nebraska y Brown contra el Departamento de Educación, que tratan sobre el plan de condonación de préstamos estudiantiles de Biden. Y el 1 de marzo, el tribunal escuchará Arizona contra Mayorkas, un desafío a la propuesta de Biden de derogar la orden de salud pública del Título 42 que permite la expulsión rápida de extranjeros ilegales en la frontera. Tanto el programa de préstamos a estudiantes como la derogación de la orden del Título 42 han sido suspendidos –al menos de momento– por los tribunales.
«En última instancia, no depende de la Corte Suprema decir si hay una emergencia o no, pero ciertamente, ha habido casos que se reducen a si la emergencia por COVID-19 puede o no justificar todo, desde una moratoria de alquileres a la condonación de préstamos estudiantiles», dijo Levey.
«Así que creo que pensaba en eso, aunque no sea del todo exacto», añadió.
Personalidades de los medios de comunicación y políticos cuestionaron el comentario de Biden sobre la Corte Suprema.
El representante Michael Cloud (R-Tex.) se refirió a la declaración de Biden y replicó: «No si el Congreso lo finaliza primero».
«Ya es hora de frenar la autoridad ejecutiva fuera de control», escribió Cloud en Twitter.
El editor asociado de Commentary, Noah Rothman, sugirió en Twitter que la declaración de Biden era una admisión de que las medidas de emergencia contra la pandemia eran ilegales.
«Razonable inferir un desliz/admisión contra interés respecto al hecho de que la emergencia de salud pública existe para justificar prescripciones políticas que de otro modo no tendrían justificación legal», escribió Rothman.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la Casa Blanca para solicitar sus comentarios.
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