El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habló con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sobre una amplia gama de temas justo unos días antes de que Biden se reúna con el presidente Isaac Herzog.
El Sr. Biden «subrayó su férreo e inquebrantable compromiso con la seguridad de Israel y condenó los recientes actos terroristas en contra ciudadanos israelíes», según una lectura de la Casa Blanca el 17 de julio.
Biden y Netanyahu hablaron especialmente de la «estrecha coordinación [entre Estados Unidos e Israel] para contrarrestar a Irán, incluso mediante ejercicios militares conjuntos regulares y continuos», y sobre la alianza entre Estados Unidos e Israel, indicando que es clave para impedir que Irán consiga un arma nuclear, según la Casa Blanca.
El Sr. Biden «subrayó la necesidad» de una solución de dos estados, al referirse al conflicto israelí-palestino, «y de mejorar la situación de seguridad en Cisjordania». Hace apenas unas semanas, Israel llevó a cabo una operación antiterrorista en Yenín, ciudad de Cisjordania, también conocida como Judea y Samaria, famosa por albergar el terrorismo palestino.
El Sr. Biden «acogió con satisfacción la voluntad de Israel de considerar nuevas medidas para apoyar los medios de subsistencia palestinos, y reconoció las medidas prometedoras de la Autoridad Palestina para reafirmar el control de la seguridad en Yenín y otras zonas de Cisjordania», según la Casa Blanca.
Además, el presidente estadounidense expresó su preocupación por la construcción de barrios en Cisjordania por parte de Israel, agregó la Casa Blanca.
Por otra parte, Biden y Netanyahu coincidieron en la necesidad de consolidar la paz en el Medio Oriente, indicó la Casa Blanca. Hace casi tres años, Israel normalizó los lazos con los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Marruecos y Sudán en lo que se conoce como los Acuerdos de Abraham.
El poder judicial israelí
En lo que respecta a los esfuerzos de Netanyahu por cambiar el poder judicial de Israel, especialmente su Corte Suprema, Biden «reiteró, en el contexto del actual debate en Israel sobre la reforma judicial, la necesidad de un consenso lo más amplio posible y que los valores democráticos compartidos siempre han sido y deben seguir siendo un sello distintivo de la relación entre Estados Unidos e Israel», según la Casa Blanca.
La llamada entre Biden y Netanyahu se produjo pocos días antes de la visita del presidente Herzog a Washington, donde tiene previsto reunirse con Biden en la Casa Blanca el 18 de julio, lo que se ha considerado un desaire de Biden a Netanyahu. También pronunciará un discurso ante una sesión conjunta del Congreso el 19 de julio en conmemoración del 75 aniversario de Israel. Algunas miembros demócratas progresistas —las representantes Ilhan Omar (Minnesota), Alexandria Ocasio-Cortez (Nueva York), Jamaal Bowman (Nueva York) y Cori Bush (Mo.)— han dicho que boicotearán el discurso.
En marzo, Biden indicó que no invitaría a Netanyahu a la Casa Blanca «a corto plazo» debido a su intento de cambiar el sistema judicial israelí. En respuesta a que Biden cerrara la puerta a una reunión con Netanyahu en un futuro próximo, el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R-California), dijo en mayo que invitaría a Netanyahu al Congreso si Biden no daba marcha atrás.
McCarthy reiteró esa promesa el 17 de julio cuando The Epoch Times le preguntó si había intentado invitar a Netanyahu al Congreso antes de invitar a Herzog a hablar.
«En el último Congreso invitamos a Herzog a venir basándonos en el 75 aniversario. Así que la venida del Presidente de Israel no tiene nada que ver con Bibi Netanyahu», dijo el Sr. McCarthy. «Pero he dicho cuando estuve en Israel hablando en la Knesset, que si el presidente Biden desprecia al primer ministro Netanyahu, con mucho gusto invitaré a Netanyahu a Estados Unidos».
El Sr. McCarthy no dijo si Netanyahu se dirigiría ante una sesión conjunta del Congreso en caso de visitarlo, pese a una pregunta de The Epoch Times al respecto.
La discusión entre Biden y Netanyahu se produjo una semana después de que la CNN emitiera una entrevista con Biden en la que el presidente estadounidense calificaba al gabinete de Netanyahu de extremista.
«Este es uno de los gabinetes más extremistas que he visto. Me remonto a Golda Meir y (…) no es que ella fuera extremista, pero me remonto a esa época», dijo Biden a Fareed Zakaria.
Meir fue primera ministra de Israel de 1969 a 1974, y Biden comenzó su primer mandato en el Senado estadounidense en 1973. En la llamada entre ambos líderes no se mencionó si el Sr. Biden reiteró ese punto o hizo referencia a esos comentarios.
Estado racista
La llamada entre Biden y Netanyahu se produjo un día después de que la presidenta del Caucus Progresista del Congreso, la demócrata Pramila Jayapal, calificara a Israel de «Estado racista». Desde entonces, Jayapal ha dado marcha atrás, aunque no ha llegado a disculparse abiertamente por sus comentarios, que realizó en una conferencia progresista.
«Como alguien que ha estado en las calles y ha participado en muchas manifestaciones, quiero que sepan que hemos estado luchando para dejar claro que Israel es un estado racista», dijo Jayapal a los manifestantes propalestinos en la conferencia anual de la organización progresista Netroots Nation, el 16 de julio.
«Que el pueblo palestino merece la autodeterminación y la autonomía, que el sueño de una solución de dos Estados se nos está escapando, que ni siquiera parece posible», agregó Jayapal.
Sin embargo, luego se retractó y afirmó que el estado judío no es racista, sino que lo son Netanyahu y su gobierno.
«En una conferencia, intenté calmar una situación tensa durante una mesa redonda en la que se protestaba contra otros miembros del Congreso. Las palabras importan y por eso es importante que aclare mi declaración», dijo Jayapal en una declaración, sin disculparse.
«No creo que la idea de Israel como nación sea racista», agregó la congresista progresista. Sin embargo, sí creo que el gobierno de extrema derecha de Netanyahu ha llevado a cabo políticas discriminatorias y abiertamente racistas y que hay racistas extremos que impulsan esa política dentro de la dirección del gobierno actual».
«Creo que nos corresponde a todos los que nos esforzamos por hacer de nuestro mundo un lugar más justo y equitativo, denunciar y condenar estas políticas y el papel del actual gobierno de Netanyahu en su fomento».
La Sra. Jayapal reiteró su llamado a una solución de dos estados para el conflicto israelí-palestino. Ella explicó que su respuesta en la conferencia fue su “correspondencia con el profundo dolor y la desesperanza que existe para los palestinos y sus comunidades en la diáspora, cuando se trató de este debate, pero yo de ninguna manera pretendía negar el profundo dolor y sufrimiento de los israelíes y la comunidad judía en la diáspora que todavía se tambalea por el trauma de los pogromos y la persecución, el Holocausto y el antisemitismo continuo y la violencia de odio que prolifera hoy en día”.
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