El presidente Joe Biden está instando a las empresas de Estados Unidos a que den a los trabajadores tiempo libre remunerado para que reciban las vacunas anti-COVID.
La administración Biden está apoyando a las empresas que atiendan la recomendación mediante la introducción de un crédito fiscal que compensará el coste de hasta 10 días hábiles u 80 horas.
El crédito formaba parte del Plan de Rescate Americano, un paquete de 1,9 billones de dólares que incluía varias medidas de alivio frente a la pandemia y otras disposiciones, pero sólo se está detallando ahora.
El crédito solo es válido para empresas y organizaciones sin fines de lucro con menos de 500 empleados.
El crédito paga a las empresas por los empleados que se toman un tiempo libre, hasta el 1 de septiembre, para hacerse la prueba o vacunarse contra el COVID-19, o porque contrajeron la enfermedad, o eligen ponerse en cuarentena debido a la exposición a un caso confirmado o sospechoso.
«Nadie debería tener que perder un solo dólar de su cheque de pago, porque se vacunó, simple y llanamente», dijo un alto funcionario de la administración a los periodistas en una llamada, informaron los medios de comunicación.
Biden planea hablar, durante un discurso que dará el miércoles, sobre el crédito y cómo quiere que los empleadores ayuden a sus trabajadores a que se vacunen.
«Como parte de esta iniciativa, el presidente Biden le está pidiendo a todos los empleadores en Estados Unidos que ofrezcan el pago completo a sus empleados por el tiempo libre necesario para vacunarse y por el tiempo que sea necesario para recuperarse de las secuelas de la vacunación», dijo la Casa Blanca en un comunicado.
Los empleadores deben “proporcionar información precisa y oportuna e incentivar a todos los estadounidenses a vacunarse”, por ejemplo, ofreciendo descuentos para las personas que se vacunen, agregó la Casa Blanca.
Desde el lunes todos los mayores de 16 años recibieron la habilitación para vacunarse en todos los estados y territorios. Los funcionarios de la Casa Blanca recomiendan que la mayoría de los estadounidenses se vacunen contra el COVID-19.
COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Hasta el miércoles por la mañana, cerca del 26 por ciento de los estadounidenses han sido completamente vacunados contra el virus. Otro 14 por ciento ha recibido una dosis.
Las dos vacunas más utilizadas en el país, una de Pfizer y otra de Moderna, requieren dos dosis que se deben aplicar en un lapso de tres semanas a un mes.
Otra vacuna autorizada es la de Johnson & Johnson. El uso de esa vacuna está en pausa mientras las autoridades investigan casos en los que sus receptores desarrollaron coágulos de sangre; entre los casos que se investigan está el de una mujer que murió. Un organismo regulador europeo descubrió recientemente una posible relación entre los coágulos y la vacuna.
Biden hablará también el miércoles sobre cómo, en sus primeros 100 días en el cargo, Estados Unidos alcanzará los 200 millones de vacunados.
«Confiamos en que cubriremos las necesidades de vacunas para mayo y tendremos suficientes vacunas para todos los estadounidenses a finales de julio sin J&J. Esto se basa en el suministro que hemos pedido a Moderna y Pfizer», dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, a los periodistas esta semana.
«Nuestro objetivo es alentar, seguir alentando a las personas a que reciban las vacunas».
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