WOODSIDE (California)— El presidente Joe Biden ha vuelto a calificar de dictador al líder del partido comunista chino, Xi Jinping, tras su segunda reunión cara a cara, que terminó con los dos países abordando una serie de asuntos polémicos, entre ellos la comunicación militar, el fentanilo y Taiwán.
«Después de hoy, ¿seguiría refiriéndose al presidente Xi como un dictador, el término que utilizó a principios de este año?», preguntó un periodista al presidente durante una rueda de prensa posterior a la reunión.
«Bueno, mire, lo es», respondió el presidente Biden. «Es decir, es un dictador en el sentido de que es el tipo que dirige un país, que es un país comunista, basado en una forma de gobierno totalmente diferente a la nuestra».
Las declaraciones se produjeron tras una reunión de unas dos horas en una finca histórica a media hora al sur de San Francisco. Los dos hablaron sobre su primera interacción de hace más de una década, antes de dirigirse a una reunión a puerta cerrada, en la que la parte estadounidense dejó claro que su objetivo era estabilizar las tumultuosas relaciones bilaterales, más que un restablecimiento completo.
Las dos partes acordaron restablecer las comunicaciones de alto nivel entre militares, que China había cortado en agosto de 2022 tras el viaje a Taiwán de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
«Hemos vuelto a una comunicación directa, abierta, clara y directa», dijo el presidente Biden en la rueda de prensa. «Él y yo acordamos que cada uno de nosotros puede descolgar el teléfono directamente y seremos escuchados de inmediato».
Además de conseguir un compromiso chino para detener la salida de precursores de fentanilo, el presidente Biden dijo que también planteó cuestiones como la prohibición de salir de China a ciudadanos estadounidenses, los derechos humanos, las «actividades correctivas» de China en el Mar de China Meridional y la paz y la estabilidad en torno al Estrecho de Taiwán. También intercambiaron puntos de vista sobre Ucrania y el conflicto de Gaza.
El presidente «no se anduvo con rodeos», declaró un alto funcionario de la Administración, en una sesión informativa justo antes de la rueda de prensa.
«Él fue respetuoso pero muy claro».
Esta reunión de alto nivel, celebrada al margen de la Cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), es la segunda vez en que ambos se veían cara a cara durante la administración Biden. Su anterior encuentro en persona tuvo lugar durante la cumbre del G20 en Bali, Indonesia, el pasado mes de noviembre.
Los medios de comunicación estatales chinos han mostrado un tono positivo hacia Estados Unidos durante la cumbre. La cobertura se centró en los lazos con Estados Unidos y en los acuerdos bilaterales alcanzados durante la reunión.
Un alto funcionario de la administración, durante una sesión informativa el 14 de noviembre, dijo que ellos habían «llegado a esta reunión con un alto grado de confianza».
«Yo creo que China se enfrenta a algunos desafíos reales», dijo el funcionario a los periodistas. «No son un secreto», añadió, indicando a su vez la cifra récord de desempleo juvenil y la crisis del mercado inmobiliario, un sector que es un pilar clave de la economía china.
«Simplemente, diría que creo que nos sentimos bien en el contexto en el que Estados Unidos se reúne con los demás líderes del Indo-Pacífico».
«¡Basta de Partido Comunista!»
La cumbre atrajo a San Francisco a un variado grupo de activistas decididos a poner de relieve los abusos contra los derechos humanos en China.
«Quiero hacer todo lo que pueda para informar a la gente sobre la persecución» en China, dijo la manifestante Jenny Zhang, practicante de Falun Gong, que fue expulsada de su universidad en China por negarse a renunciar a su fe. El PCCh ha perseguido a los seguidores de la práctica espiritual durante más de dos décadas.
Ella añadió que en China, sus amigos practicantes de Falun Gong han sido enviados a campos de trabajo y obligados a hacer adornos navideños que podrían terminar en un hogar estadounidense.
Todos deberían participar para poner fin a estos abusos, dijo a The Epoch Times.
Alrededor del mediodía del miércoles, cientos de manifestantes críticos con el Partido Comunista Chino (PCCh) marcharon por el centro de San Francisco, coreando consignas como “Tíbet libre” y “Hong Kong libre”.
Un número considerable de activistas a favor de la democracia también se reunieron frente a la propiedad histórica donde tuvo lugar la cumbre Biden-Xi, sosteniendo pancartas con palabras como “virus del PCCh”.
“¡Basta de Partido Comunista!”, gritaron en un momento. Junto a ellos, manifestantes pro-Beijing ondeaban grandes banderas rojas comunistas.
The Epoch Times informó que los consulados chinos están pagando a la comunidad china para incentivar su participación en las contraprotestas.
Un manifestante solitario que organizó días de manifestaciones en el centro de San Francisco fue Cruz Fairfield, un joven de 18 años de Central Valley, California.
“Todos en nuestros medios, incluido mi propio presidente, llaman ‘presidente’ al dictador de China. China no tiene un presidente, China tiene un dictador”, dijo Fairfield a The Epoch Times el 14 de noviembre.
El Sr. Fairfield sostenía un cartel que decía “China tiene campos de concentración”.
«Solo estoy aquí para crear conciencia», dijo el joven. Él espera que cuando la gente piense en una cumbre económica, piensen que no quiero comprar productos fabricados en China.
El presidente Biden ha utilizado anteriormente la palabra dictador para describir a Xi. En junio, mientras recordaba el incidente del globo espía chino, después de que el secretario de Estado Antony Blinken concluyera su visita de alto perfil a China, el presidente Biden dijo que el derribo del globo había molestado al líder comunista porque él “no sabía que estaba allí”.
«Eso es una gran vergüenza para los dictadores. Cuando no sabían lo que pasó. No se suponía que estuviera por donde andaba. Se desvió de su curso», dijo el presidente Biden en un evento para recaudar fondos en California.
Varios legisladores republicanos han pedido a la administración que «brinde resultados concretos» en lugar de concesiones antes de la reunión bilateral.
“¿Se enfrentará el presidente Biden al presidente Xi por el uso de TikTok por parte del Partido Comunista Chino, para espiar y manipular a los estadounidenses?”, preguntaron los representantes republicanos del comité de Energía y Comercio de la Cámara, en una declaración publicada antes de la reunión. “¿Hará responsable el presidente Biden a China por las mentiras que difundió durante la pandemia de COVID-19, que causó la muerte de más de un millón de estadounidenses?”
El representante Mike Gallagher, que preside el Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el PCCh, señaló que Xi organizará una cena después de la cumbre a la que ejecutivos de empresas pagarán miles de dólares para asistir.
«Es inconcebible que las empresas estadounidenses paguen miles de dólares para unirse a una ‘cena de bienvenida’ organizada por los mismos funcionarios del PCCh que han facilitado un genocidio contra millones de hombres, mujeres y niños inocentes en Xinjiang», escribió el representante Gallagher en una declaración.
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