El presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva que ordena al gobierno redefinir todas sus políticas y reglamentos relativos a la discriminación por razón de sexo para incluir la «identidad de género», lo que significaría que los hombres que se identifican como mujeres no pueden ser excluidos del uso de todos los servicios y comodidades reservados a las mujeres.
La orden fue bien recibida por los activistas transgénero, pero los críticos sostienen que erosiona las protecciones para mujeres y niñas. Queda por ver cómo interpreta la administración la orden en casos concretos, pero el lenguaje indica que los deportes, los baños y los vestuarios reservados a las mujeres en las instituciones financiadas por el gobierno federal tendrán que estar abiertos a los hombres biológicos que se consideren mujeres y viceversa. Eso incluiría a todas las escuelas y universidades que acepten fondos federales.
«Los niños deben poder aprender sin preocuparse por si se les niega el acceso al baño, a los vestuarios o a los deportes escolares», afirma la orden.
Además, incluye la «identidad de género» en la definición de discriminación por razón de sexo en los ámbitos de la vivienda, el lugar de trabajo y la atención sanitaria.
«Los adultos deben poder ganarse la vida y ejercer una profesión sabiendo que no serán despedidos, degradados o maltratados por la persona con la que van a casa o porque su forma de vestir no se ajusta a los estereotipos basados en el sexo», dice la orden. «Las personas deben poder acceder a la asistencia sanitaria y asegurarse un techo donde vivir sin ser objeto de discriminación por razón de sexo».
Ordena a las agencias federales que «revisen todas las órdenes, regulaciones, documentos de orientación, políticas, programas u otras acciones de la agencia» que se refieran a la discriminación por razón de sexo y que hagan cambios o emitan nuevas regulaciones para incluir la identidad de género.
La forma en que la orden se aplique en la práctica dependerá de cómo la interprete cada organismo, en particular en lo que se refiere a la identidad de género.
Mayormente fluido
En la jerga general, la gente suele entender la «identidad de género» para referirse a los hombres, las mujeres y las personas transgénero, es decir, las personas que eligen vivir su vida como el sexo opuesto debido a la disforia de género, el sentimiento de extrema incomodidad con su sexo biológico.
Sin embargo, el término se ha transformado en un concepto fluido que incluye cualquier aspecto en el que uno se identifique en un momento dado en función de sus sentimientos internos.
Alrededor del 2.1 por ciento de los estudiantes universitarios se identifican como transgénero, según la encuesta de la Evaluación Nacional de Salud Universitaria de la primavera de 2020 (pdf). Pero solo un 0.3 por ciento se identifica como transgénero de hombre a mujer o de mujer a hombre. Para el otro 1.8 por ciento, las identidades de género más populares fueron «No binario», «Género fluido», «Género Queer» y «Mi identidad no está en la lista».
Las discusiones en línea entre individuos que se consideran uno de estos nuevos géneros indican que no todos se llaman a sí mismos transgénero. Algunos de ellos indican que, de hecho, se sienten cómodos con sus cuerpos. Un tema común parece ser que su identidad de género es inestable. Un día pueden considerarse mujeres, otros días hombres, andróginos o algo totalmente distinto.
Otro tema común es «salir del clóset» para declarar al mundo que no se consideran a sí mismos cualquiera que sea su sexo biológico, para rechazar en mayor o menor medida los valores tradicionales de que las mujeres biológicas desempeñan un papel femenino y los hombres biológicos uno masculino.
Esta afirmación suele tomar un giro político en la línea de la «teoría crítica de género» casi marxista, que reinterpreta la historia de la humanidad como una lucha entre un «heteropatriarcado de cisgénero» opresivo y los individuos «no conformes con el género» oprimidos.
Con la orden de Biden, la ideología de género se convertirá en cierta medida en la política oficial del gobierno federal. Las consecuencias tardarán en comprobarse, pero en algunos ámbitos ya son evidentes.
Deportes femeninos
Independientemente de cómo se agite la normativa, está claro que la orden pretende permitir que los hombres que se identifican como mujeres compitan en deportes femeninos, según Christiana Holcomb, asesora jurídica de Alliance Defending Freedom, un grupo de defensa de los cristianos.
Esta política ya se adoptó en Connecticut con un «impacto devastador», dijo a The Epoch Times en una llamada telefónica.
En dos años, dos hombres que cambiaron su identidad por la de mujer arrasaron con 15 títulos de campeones de atletismo femeninos que antes estaban en manos de nueve chicas, dijo.
«Las jóvenes de todo el estado perdieron medallas que habían ganado, oportunidades de ascenso para competir en el siguiente nivel de competición e incluso oportunidades de competir frente a los cazatalentos de las universidades, lo que, como sabemos, podría afectar las oportunidades de beca de una joven».
Los atletas transexuales que se someten a procedimientos de cambio de sexo que reducen sus niveles de testosterona pierden gran parte de las ventajas físicas de haber nacido varones, pero las investigaciones indican que el proceso dura años y sigue dejando intactas varias ventajas físicas.
«Una vez completada la pubertad masculina, la supresión de la testosterona no anula las ventajas biológicas que poseen los hombres: corazones, pulmones y huesos más grandes, mayor densidad ósea, sangre más oxigenada, más fibra muscular de contracción rápida y una masa muscular mucho mayor», dijo Abigail Shrier, periodista y autora de «Daño irreversible: El furor transgénero que seduce a nuestras hijas», en un reciente artículo de opinión.
Y eso aún excluye a los que no se cambian de sexo.
En un caso de Connecticut, un atleta compitió durante varios años como varón para cambiar en pocas semanas a competir como mujer, consiguiendo inmediatamente dos victorias en el campeonato con tiempos récord.
El debate en torno a los atletas transgénero se ha polarizado hasta el punto de que muchos asumen que los atletas transgénero están haciendo trampas intencionadamente para conseguir trofeos, mientras que otros asumen que las personas que se oponen a la inclusión de los atletas transgénero lo hacen por odio.
Los individuos transgénero dicen que ser percibidos como su género preferido mejora su bienestar. Las encuestas muestran que alrededor del 30 por ciento de los jóvenes que se identifican como transgénero intentan suicidarse (pdf). Los que no sufren acoso ni se sienten discriminados parecen tener una tasa de intentos de suicidio significativamente menor, aunque todavía elevada.
Independientemente de la sinceridad de los deportistas sobre su género profesado, los nacidos varones tienen una ventaja injusta, según Holcomb.
«Francamente, es ilegal», dijo, argumentando que viola el Título IX de las Enmiendas Educativas de 1972, que garantizan la igualdad de oportunidades en la educación.
El Departamento de Educación llegó a la misma conclusión en una carta del 15 de mayo en la que decía que la política de Connecticut viola los derechos humanos de las atletas. Esta medida es una de las que probablemente se eliminarán debido a la orden de Biden.
Baños, vestuarios y más allá
La mención de la orden sobre el acceso a baños y vestuarios reaviva la preocupación por la privacidad, e incluso la seguridad, de la juventud.
«Tenemos espacios separados para la privacidad por una razón y los distritos escolares tienen el deber de proteger la privacidad y la dignidad de las mujeres jóvenes y eso se viola completamente cuando a un hombre biológico se le permite y se le da plena autorización para acceder a estos espacios privados», dijo Holcomb.
Los críticos también sostienen que las políticas de baños y vestuarios «inclusivos» animan a los delincuentes a acosar a las mujeres haciéndose pasar por transgénero. Los medios de comunicación han informado de incidentes que subrayan esta preocupación en los últimos años (pdf).
«La orden de la administración Biden es muy amplia y afectará no solo a las escuelas públicas, sino también a los empleos, e incluso, potencialmente, a los refugios para mujeres sin hogar y a los espacios seguros contra el abuso doméstico», dijo Holcomb.
Advertencia de Alito
La orden de Biden se basa en la decisión de la Corte Suprema del año pasado en el caso Bostock v. Clayton County, que sostuvo que la prohibición de la discriminación basada en el sexo en el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964 también cubre la orientación sexual o la identidad de género.
La decisión fue una sorpresa para muchos conservadores, ya que fue redactada por el juez Neil Gorsuch, que fue nominado por el presidente Donald Trump en 2017 y, en general, se esperaba que interpretara la ley tal y como estaba escrita.
Sin embargo, la opinión equivalía a un «dictado judicial» de «jueces que se aferran a una forma novedosa de literalidad viviente para reescribir el significado ordinario y rehacer la ley estadounidense», señaló el juez Brett Kavanaugh, otro nominado por Trump, en una disidencia.
La decisión se limitó explícitamente al ámbito laboral y no debería interpretarse que se aplica de ninguna manera a los deportes femeninos, dijo Holcomb.
Pero el juez Samuel Alito, en su propia disidencia, advirtió que la decisión abrirá la puerta a la inserción de la orientación sexual y la identidad de género en la legislación que prohíbe la discriminación sexual en general.
«En virtud de la decisión del Tribunal (…) las personas transgénero podrán argumentar que tienen derecho a utilizar un baño o vestuario reservado para las personas del sexo con el que se identifican, y aunque el Tribunal no define lo que entiende por persona transgénero, el término puede aplicarse a los individuos que son ‘fluidos de género’, es decir, individuos cuya identidad de género es mixta o cambia con el tiempo», dijo.
«Así, una persona que no ha llevado a cabo ninguna transición física puede reclamar el derecho a utilizar el baño o el vestuario asignado al sexo con el que se identifica en ese momento. La Corte no proporciona ninguna pista de por qué la afirmación de una persona transgénero sobre ese acceso al baño o al vestuario podría no proseguir».
Señaló que «para las mujeres que han sido víctimas de agresiones o abusos sexuales, la experiencia de ver a una persona sin ropa con la anatomía de un varón en un lugar confinado y sensible como un baño o un vestuario puede causar un grave daño psicológico».
Esta interpretación de la discriminación por razón de sexo también se entrometería en la prerrogativa de las instituciones religiosas de contratar empleados que «vivan la fe», ya que se verían obligadas por ley a «emplear a personas cuya conducta se oponga a los principios de la fe de la organización», obligando al grupo a «comunicar un mensaje objetable», dijo Alito.
La cuestión es «quizás la más aguda» para la contratación de profesores, dijo. «Si una escuela religiosa enseña que el sexo fuera del matrimonio y los procedimientos de reasignación de sexo son inmorales, el mensaje puede perderse si la escuela emplea a un profesor que tiene una relación del mismo sexo o se ha sometido o se está sometiendo a una reasignación de sexo».
El gobierno de Biden parece seguir las predicciones de Alito, diciendo que «según el razonamiento de Bostock, las leyes que prohíben la discriminación por razón de sexo —incluyendo el Título IX de las Enmiendas Educativas de 1972, … la Ley de Vivienda Justa, … y la sección 412 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, … junto con sus respectivos reglamentos de aplicación— prohíben la discriminación por razón de identidad de género u orientación sexual, siempre que las leyes no contengan indicaciones suficientes en sentido contrario».
Razonamiento jurídico
La decisión de Bostock argumenta fundamentalmente que la discriminación basada en la orientación sexual o la identidad de género «aplica necesaria e intencionadamente normas basadas en el sexo».
En el caso de un empleado homosexual, «si el empleador despide al empleado masculino sin otra razón que el hecho de que se siente atraído por los hombres, el empleador lo discrimina por rasgos o acciones que tolera en su colega femenina», dijo Gorsuch.
En el caso de un empleado transgénero, «si el empleador mantiene a un empleado idéntico que fue identificado como mujer al nacer, el empleador penaliza intencionalmente a una persona identificada como hombre al nacer por rasgos o acciones que tolera en un empleado identificado como mujer al nacer», dijo el juez.
Pero, ¿es que un hombre biológico que en algún momento de su vida empieza a identificarse como mujer exhibe los mismos «rasgos o acciones» que una mujer biológica y la atracción de un homosexual por otro hombre se manifiesta en los mismos «rasgos o acciones» que la atracción de un hombre por una mujer?
Al menos a los ojos del empleador, no, indica el razonamiento de Alito.
«Estos dos empleados no son materialmente idénticos en todos los aspectos excepto en el sexo», dijo. «Por el contrario, difieren en otro aspecto que el empleador considera bastante material. Y … este es un punto de vista que el empleador está autorizado a aplicar».
Aunque simpatiza con la motivación de sus colegas, Kavanaugh argumentó que el tribunal no tenía por qué borrar de facto lo que describió como una distinción bien establecida y entendida.
«La opinión de la mayoría insiste en que no está reescribiendo o actualizando el Título VII, sino que se limita a leer humildemente el texto del estatuto tal y como está escrito. Pero esa afirmación es difícil de aceptar», dijo.
«La mayoría de las personas familiarizadas con el uso de la lengua inglesa en Estados Unidos entienden que el significado ordinario de la discriminación por orientación sexual es distinto del significado ordinario de la discriminación por sexo. La ley federal hace una distinción entre ambas. La legislación estatal los distingue. Los casos de este Tribunal los distingue. Las estadísticas sobre la discriminación los distingue. La historia las distingue. La psicología los distingue. La sociología los distingue. Los departamentos de recursos humanos de toda América los distingue. Las ligas deportivas los distingue. Los grupos políticos los distingue. Los grupos de defensa de derechos los distingue. El lenguaje común los distingue. El sentido común los distingue».
En su conclusión, el juez predijo que «las implicaciones de la usurpación del proceso legislativo por parte de este Tribunal probablemente repercutirán de forma impredecible en los próximos años».
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