Los demócratas tienen problemas con los hombres negros. También con los hombres hispanos, y las minorías en general.
Según una encuesta del Wall Street Journal, el 30% de los hombres negros de los estados disputados tienen intención de votar por Donald Trump, y el 11% de las mujeres negras.
Una serie de encuestas recientes muestran resultados similares, con un descenso de los votantes negros, hispanos y asiáticos que se inclinan por los demócratas, mientras aumenta el número de los que se inclinan por los republicanos.
«Aparece sistemáticamente en todas las encuestas, y también en los resultados electorales reales desde 2016», declaró a The Epoch Times Matthew Wilson, de la Universidad Metodista del Sur.
La economía es un motor clave de este movimiento.
«Biden no puede esconderse de esta economía», dijo Charlie Kolean, de RED PAC, a The Epoch Times. «Las minorías ven que el gran gobierno ya no les ayuda, sino que les perjudica».
«Se les han prometido cosas en cada ciclo electoral… sin ningún tipo de progreso para esas comunidades», dijo Yates a The Epoch Times.
«El modo en que esta economía ha afectado a la comunidad negra ha sido catastrófico», añadió Yates.
La generación y el género influyen en la tendencia, según Marcurius Byrd, organizador demócrata de Columbia, Carolina del Sur.
«Nuestra generación no creció con las cosas que vivieron muchas personas que vivieron la época de los Derechos Civiles», dijo Byrd a The Epoch Times.
«Probablemente se trate menos de una cuestión de raza y más de una cuestión de género», dijo Byrd, señalando que ha conocido a más mujeres negras que hombres republicanos, pero a más hombres negros que mujeres partidarias de Trump.
Podría ser que algunos hombres negros busquen un «candidato fuerte», sugirió.
En cualquier caso, los hombres están liderando el cambio. «Yo diría que los hombres negros son el punto de inflexión de este movimiento», afirmó Yates.
La inmigración es un tema de gran importancia para los votantes negros e hispanos, pero afecta de forma diferente a cada grupo.
Los hispanos que inmigraron legalmente tienden a ver Estados Unidos como una tierra de oportunidades y muchos han trabajado duro para tener éxito.
«Están muy disgustados con lo que está ocurriendo en la frontera sur», dijo Yates, porque se les está tratando con el mismo rasero que a los inmigrantes ilegales. Y ven que los problemas de los que escaparon aparecen aquí, como el tráfico de drogas y la actividad de los cárteles.
Es más probable que los afroamericanos se opongan a lo que consideran un trato deferente dado a las personas que entraron ilegalmente en el país.
«Está provocando cierta tensión racial entre la comunidad negra y la comunidad hispana», dijo Yates, citando el ejemplo de algunas minorías a las que se ha denegado una vivienda subvencionada, pero que ven cómo el gobierno aloja a inmigrantes ilegales.
El cambio en el sentimiento de las minorías tiene implicaciones para las elecciones de 2024.
«Los demócratas están aterrorizados, con razón, por la aparente erosión de sus márgenes entre los votantes negros e hispanos», dijo Henry Olsen, del Centro de Políticas Públicas, a The Epoch Times.
«Cualquier caída significativa de sus márgenes o del nivel general de participación de las minorías les condena a la derrota».
Otros analistas están menos seguros del impacto.
«Veremos, cuando la gente vaya realmente a votar en noviembre, si los republicanos son capaces de acercarse al 20% del voto negro», dijo Wilson. «Si lo consiguen, sería enorme».
Los ilegales que cruzan la frontera hacen que la vida en el campo sea desagradable
Hay una canción que dice «Hogar, hogar en la pradera; Donde juegan los ciervos y los antílopes; Donde rara vez se oye, una palabra desalentadora, Y los cielos no están nublados todo el día».
Pero para el ranchero Jim Chilton y su esposa, Susan, ha sido cualquier cosa menos esa utopía, ya que su zona ha visto cómo un flujo de inmigrantes ilegales cruzaba la frontera sur.
Hubo un tiempo en que a la pareja no le importaba que los inmigrantes ilegales utilizaran los grifos de su propiedad para obtener agua fresca. Pero esos días se han acabado, pues la pareja está harta de la crisis fronteriza bajo el mandato del presidente Joe Biden.
Bajo Biden, Chilton dijo que empezó a notar que los ilegales que cruzaban la frontera tenían un aspecto muy distinto de los que había conocido antes y por los que sentía lástima.
Desde 2021, ha recopilado 3050 imágenes de inmigrantes ilegales que cruzan a Estados Unidos y las ha compilado en casi dos horas de video.
Chilton se ha visto obligado a aceptar los riesgos que conlleva el modo de vida que ha elegido en una época de inmigración ilegal desenfrenada.
Y no es un hombre pequeño cuando se trata de defenderse: Mide alrededor de 6 pies y va vestido con camisa de botones a cuadros, chaleco, vaqueros azules y sombrero blanco de vaquero.
Lleva un arma de fuego siempre que sale por el rancho. En su espléndida casa ranchera de estilo español, guarda un rifle semiautomático cargado y listo, por si acaso.
Miembros de la banda MS-13 llamaron a su puerta y preguntaron si podían utilizar el teléfono de la pareja, pero Susan dijo «no».
Al fin y al cabo, a los Chilton no les molestan tanto los inmigrantes ilegales que vienen a pedir ayuda. Es el estrés constante de vivir su vejez a la sombra del cártel y saber que sus vidas, antes privadas, ya no son suyas.
Llegar al muro fronterizo desde el rancho de los Chilton es un viaje duro. Llegar a la valla fronteriza en las profundidades del Bosque Nacional de Coronado, en el lado estadounidense, lleva casi dos horas de dar tumbos por caminos de tierra rocosos, lechos de ríos secos y terreno montañoso.
A fin de cuentas, los Chilton no se van a ir a ninguna parte solo por la crisis de la frontera.
«Tenemos un cementerio familiar aquí. Estaré sobre la tierra o bajo la tierra, pero no me iré», dijo. «O eres un vaquero o un cobarde».
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