Una palabra que alguna vez fue una insignia de honor para el presidente Joe Biden podría haberse convertido en una responsabilidad política. «Bidenomics», término utilizado para describir su doctrina económica, se utiliza cada vez menos y la prensa está empezando a darse cuenta.
En las últimas semanas, el presidente Biden se ha abstenido de pronunciar «Bidenomics». El término a estado ausente en casi todas sus apariciones públicas este mes, desde sus comentarios preparados en Colorado, donde promocionó la Ley de Reducción de la Inflación, hasta sus discursos en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en California.
La última vez que el presidente Biden promocionó el término fue en un discurso del 1 de noviembre en Minnesota, donde lo mencionó cuatro veces y lo comparó con el sueño americano.
«Amigos, Bidenomics es sólo otra forma de decir ‘el sueño americano'», dijo entonces el presidente Biden.
Pero no ha desaparecido del todo. En cambio, la campaña de reelección del presidente Biden ha utilizado la marca «Bidenomics» en formas más sutiles. Durante el evento de Colorado, hubo carteles con la etiqueta. El término también se inserta en el título de los eventos o discursos del presidente Biden. Su equipo lo ha utilizado en mensajes de redes sociales.
“En Colorado, [Biden] destacó cómo Bidenomics está creando empleos y oportunidades, liberando más de USD 7000 millones en nuevas inversiones en todo el estado”, escribió la Casa Blanca en X (anteriormente Twitter) el 30 de noviembre.
Los principales medios de comunicación, incluida NBC News, han notado que la Casa Blanca ha eliminado el término cuando el presidente Biden habla de economía.
Un coro de demócratas prominentes y muchos de los aliados y partidarios del presidente Biden han advertido que la denominación «Bidenomics» sería contraproducente porque muchos estadounidenses todavía tienen dificultades financieras y podrían vincular sus desafíos con el mensaje económico.
«Cualesquiera que sean las historias que les cuenten a los estadounidenses sobre la fortaleza de la economía bajo el presidente Joe Biden, no se les va a convencer de que pasen por alto la cuestión de sus propios niveles de vida», escribió el mes pasado el economista liberal James Galbraith.
Una gran cantidad de encuestas han puesto de relieve lo mismo: A la mayoría de los votantes estadounidenses no les gusta el concepto “Bidenomics».
Según una nueva encuesta de Gallup, el 67 por ciento de los estadounidenses desaprueba la forma en que el presidente Biden está manejando la economía. Una encuesta reciente de Harvard CAPS-Harris encontró que solo el 44 por ciento de los encuestados aprueba el manejo de la economía por parte del presidente Biden. Sólo el 14 por ciento de los votantes estadounidenses dicen que están mejor económicamente ahora que cuando el presidente Biden asumió el cargo, según una nueva encuesta mensual del Financial Times y la Universidad de Michigan.
«A menos de un año de las elecciones presidenciales, Biden continúa recibiendo calificaciones tibias del público estadounidense. El índice general de aprobación de su trabajo todavía está en su nivel más bajo y se encuentra en un territorio históricamente peligroso para un titular que busca la reelección», escribió Gallup en su resumen de los últimos datos de las encuestas.
«Además, la baja valoración de Biden por parte de los independientes políticos es sorprendente. Las valoraciones aún más bajas de Biden en economía, asuntos exteriores y Medio Oriente sugieren que su actuación en estas áreas está arrastrando su valoración general de rendimiento laboral».
La Casa Blanca insiste en que la economía estadounidense va por el camino correcto, aludiendo a varios datos que respaldan estas afirmaciones.
La Secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo a los periodistas en Carolina del Norte el 30 de noviembre que «la inflación ahora ha bajado mucho» y «ahora los aumentos salariales realmente se están traduciendo en más ingresos reales».
«Así que mi esperanza es que los estadounidenses vean gradualmente que las cosas están mejorando», dijo Yellen.
Las cifras de los titulares apuntan a un panorama económico sólido.
En el tercer trimestre, la tasa de crecimiento del PIB registró un 5.2 por ciento mejor de lo esperado, aunque el gasto gubernamental contribuyó con un 1.5 por ciento a la cifra final.
A pesar de las crecientes tasas de interés de la Reserva Federal, el mercado laboral sigue sólido, con una tasa de desempleo inferior al 4 por ciento y millones de nuevos empleos en 2023.
Sin embargo, el mayor costo de vida continúa afectando la percepción que los votantes tienen de la economía.
La tasa de inflación general se mantiene por encima del 3 por ciento, por debajo del máximo del 9.1 por ciento de junio de 2022. Sin embargo, la inflación acumulada desde enero de 2021 ha sido superior al 17 por ciento. Además, ha habido muchos otros factores que apuntan a una población en dificultades.
El crecimiento de los salarios reales ha caído aproximadamente un 3 por ciento desde 2021. Además, según la Oficina de Estadísticas Laborales, los ingresos promedio por hora reales (ajustados a la inflación) aumentaron un 0.2 por ciento en octubre, pero «los ingresos semanales promedio reales disminuyeron un 0.1 por ciento durante el mes debido al cambio en los ingresos reales promedio por hora combinado con una disminución del 0.3 por ciento en la semana laboral promedio».
Un nuevo análisis del Comité Económico Conjunto del Senado de Estados Unidos encontró que los estadounidenses necesitan hoy USD 11,400 adicionales para poder alcanzar el mismo nivel de vida que tenían en enero de 2021.
Los datos del Lending Club encontraron que el 60 por ciento de los estadounidenses viven de cheque en cheque.
Los consumidores también podrían verse afectados. La deuda de tarjetas de crédito superó el billón de dólares en el tercer trimestre, la tasa de ahorro personal está por debajo del 4 por ciento y los ahorros de la era de la pandemia se han agotado.
El presidente Biden reconoció que las familias todavía están soportando un entorno difícil.
“Sabemos que los precios siguen siendo demasiado altos para muchas cosas, que los tiempos siguen siendo demasiado difíciles para muchas familias”, dijo el presidente Biden el 27 de noviembre. “Pero hemos progresado”.
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